La tranquilidad de la tarde del miércoles en la localidad Suroriente de Barranquilla se vio abruptamente interrumpida por un vendaval que arrasó con techos y causó estragos en varias viviendas de los barrios San Rafael y Buena Esperanza. Las intensas ráfagas de viento estuvieron acompañadas de lluvias torrenciales que terminaron provocando momentos de pánico entre los habitantes.
El fenómeno se desató de manera repentina. En cuestión de segundos, las nubes densas y oscuras cubrieron el cielo y una corriente de aire se intensificó hasta formar un remolino que barrió con todo a su paso. Al menos una decena de casas en la zona de las calles 45 E y 45 F con carrera 19 resultaron con graves afectaciones en techos, fachadas y elementos internos.
“El techo se levantó con nosotros adentro”
Vendaval deja varias viviendas destechadas en Barranquilla. Foto:Cortesía
Una de las vecinas afectadas, Mónica Calderón, vive con su hijo y su sobrino en el segundo piso de una vivienda ubicada en la calle 45 E. Cuenta que la escena fue tan repentina como aterradora.
Estábamos en la sala cuando de un momento a otro sentimos cómo el viento empezó a levantar el techo. Las láminas de eternit se desprendieron con un estruendo, algunas cayeron al suelo, otras salieron volando. Intentamos abrir la puerta para bajar, pero estábamos bloqueados. El susto fue tan grande que solo atiné a asomarme al balcón y gritar que se me había caído el techo, esperando que alguien viniera a ayudarnos
Mónica y su familia lograron ponerse a salvo minutos después, pero su vivienda quedó parcialmente descubierta, con severos daños en el cielo raso y el sistema eléctrico.
“Recogía en la miscelánea sin saber que mi casa estaba destechada”
Vendaval deja varias viviendas destechadas en Barranquilla. Foto:Cortesía
A tan solo una cuadra, en la calle 45 F, Duván Herrera, otro vecino, fue sorprendido por la tormenta mientras caminaba por el andén. Buscando refugio, ingresó a una tienda del sector para ayudar a la dueña, cuya mercancía voló hasta la calle por efecto de los vientos. En medio del caos, ignoraba que su propia casa estaba siendo destruida.
“El viento era tan fuerte que me empujaba. Vi la miscelánea con todo regado en la calle y me puse a recoger, pero no sabía que mi casa estaba sin techo. Cuando logré volver, vi que la cocina, las habitaciones y el patio estaban totalmente al descubierto”, relató aún impactado por la fuerza del fenómeno.
Bomberos y autoridades activaron protocolos de emergencia
Tras los reportes ciudadanos, el Cuerpo de Bomberos de Barranquilla se desplazó rápidamente al lugar para atender la emergencia. También hicieron presencia funcionarios de la Oficina de Prevención y Atención de Desastres, quienes comenzaron el censo de las familias damnificadas.
Las autoridades confirmaron que, pese a los daños materiales considerables, no se reportaron personas heridas. Sin embargo, varias familias debieron ser evacuadas de manera preventiva por el riesgo de colapso estructural.
Emergencias paralelas en el barrio Buena Esperanza
Vendaval deja varias viviendas destechadas en Barranquilla. Foto:Cortesía
Al mismo tiempo, en el barrio Buena Esperanza, en la carrera 19 con calle 63B, las lluvias intensas también causaron estragos. Varias viviendas sufrieron destechamientos, se registró la caída de árboles y la interrupción del servicio de energía eléctrica afectó a buena parte del vecindario.
Los residentes de esta zona reportaron momentos de alta tensión debido a los ruidos generados por los objetos que el viento levantó, así como por el colapso de varias ramas que obstruyeron el paso vehicular y peatonal.
“No sabíamos si correr, si quedarnos. Solo escuchábamos golpes y cosas volando por encima del techo”, comentó Andrea Peralta, una vecina que presenció cómo la casa de su tía perdió parte de su cubierta.
Llamado a la prevención
Las autoridades locales hicieron un llamado a la comunidad a mantener la calma y tomar medidas preventivas durante esta temporada de lluvias. Además, recomendaron:
- Asegurar techos.
- Podar árboles cercanos a las viviendas.
- Tener a la mano elementos básicos de emergencia como linternas, botiquín y documentos importantes protegidos.
El fenómeno, aunque de corta duración, evidenció la vulnerabilidad de varias zonas residenciales de la ciudad ante eventos climáticos extremos. La Oficina de Gestión del Riesgo continúa realizando visitas técnicas en los sectores afectados para evaluar el alcance de los daños y brindar asistencia a las familias damnificadas.