Nueva York enfrenta un momento decisivo que impacta en su red de transporte. Las autoridades lanzaron un ultimátum: si el estado no pone fin al sistema de peajes para ingresar al Bajo Manhattan, perderá importantes fondos federales destinados al mantenimiento de sus carreteras.
El programa, que impone un cargo de US$9 a quienes acceden al sur de Manhattan, ha generado fuertes cuestionamientos. De mantenerse activo, miles de conductores, especialmente aquellos que cruzan desde Nueva Jersey por los túneles del Hudson, enfrentarían mayores costos y un panorama vial cada vez más deteriorado.
La advertencia fue comunicada por el Departamento de Transporte de Estados Unidos (DOT, por su sigla en inglés) en una carta dirigida a la gobernadora Kathy Hochul, luego de que el sistema continuara más allá del plazo establecido por el gobierno federal. El estado neoyorquino tiene hasta el 21 de mayo para presentar una defensa sólida que justifique la continuidad del cobro sin contradecir la normativa nacional.
La polémica con el sistema de peajes en Nueva York
El secretario de Transporte de EE. UU., Sean Duffy, expresó duras críticas contra el cobro de peajes en el sur de Manhattan. En una carta enviada a Hochul, advirtió que, de continuar con esta política, se suspenderá el financiamiento federal para obras viales, salvo aquellas relacionadas con seguridad.
Duffy señaló que es "inaceptable" cobrar a los conductores por usar carreteras ya financiadas con impuestos federales. Asimismo, cuestionó que los ingresos del peaje se destinen a cubrir el presupuesto de la Autoridad Metropolitana de Transporte (MTA, por su sigla en inglés) en lugar de invertirse en mejoras viales.
¿Cuándo se creó esta tarifa de peajes en Manhattan?
La tarifa de congestión fue aprobada en 2019 por el estado de Nueva York y comenzó a aplicarse el 5 de enero de este año. El objetivo principal es reducir el tráfico, los accidentes y la contaminación en el distrito, al tiempo que se generan fondos para mejorar el transporte público.