En una mañana que prometía calma, el barrio Alto Bosque de Cartagena se convirtió en un campo de tensión y alarma cuando, a las 7:30 de este domingo 4 de mayo, una patrullera de la Policía Nacional fue herida durante un enfrentamiento armado con presuntos sicarios.
La uniformada, que se encontraba vestida de civil y se desplazaba en motocicleta, fue abordada por dos hombres también en moto.
La patrullera, quien portaba su arma de dotación, logró repeler el ataque y alcanzó a herir a uno de los presuntos agresores, mientras que ella misma fue impactada por una bala en su pierna izquierda, a la altura del tobillo. Dos proyectiles más no lograron alcanzarla.
A pesar de la herida, la agente solicitó apoyo inmediato a través de su celular. La rápida reacción de unidades de la Policía Metropolitana de Cartagena y de la Sijín permitió implementar un 'plan candado' en la zona, que concluyó con la inmovilización del sospechoso herido y su traslado a un centro médico.
La patrullera también fue llevada en ambulancia a una clínica, donde recibe atención médica y se recupera bajo vigilancia.
La Policía emitió un comunicado señalando que se avanza en la consolidación de la información judicial y en la toma de declaraciones a testigos.
No se descarta que este ataque pueda estar vinculado con la serie de atentados que han afectado recientemente a la Fuerza Pública en diversas regiones del país.
Cartagena no ha sido ajena a esta escalada de violencia: en semanas recientes, tres uniformados han sido asesinados en atentados en Pasacaballos y El Líbano; otros dos en el municipio de Simití, sur de Bolívar.
Mientras las investigaciones avanzan, el suceso de Alto Bosque se suma a una preocupante cadena de hechos violentos que ponen en evidencia el riesgo al que están expuestos los miembros de la Fuerza Pública, incluso cuando se encuentran fuera de servicio.
Cartagena