En Galicia, los días comienzan con la salida del sol y terminan con su ocaso, marcados por un estilo de vida sencillo y en armonía con la naturaleza. Sus habitantes, muchos de los cuales superan los 100 años con facilidad, son ejemplo de resiliencia, optimismo y vitalidad. Madrugan con alegría, disfrutan de los pequeños placeres y mantienen una dieta moderada sin excesos.
Esta región del noroeste de España ha captado la atención de expertos en longevidad que estudian cómo algunas comarcas gallegas podrían unirse al exclusivo grupo de las "zonas azules" del mundo.
Galicia, candidata a la primera zona azul de España
Regiones como Ourense, Pontevedra y el sur de Lugo han despertado el interés de científicos, demógrafos y políticos debido a los altos índices de longevidad saludable.
José María Failde, doctor en psicología y presidente de la Sociedad Gallega de Geriatría y Gerontología (SGXX), destaca que Galicia cuenta con cerca de 1.600 personas centenarias, de las cuales hay tres mujeres por cada hombre. “La gran revelación que tuvimos en este trabajo de campo –continúa Failde– fue que las personas centenarias guardan un patrimonio de salud que hay que investigar y preservar. Porque el patrimonio de salud es tan importante como el cultural o el arquitectónico”.
Los índices de senectud saludable en Galicia superan en algunos casos los de Okinawa, Japón, una de las zonas azules más reconocidas. Localidades como A Paradanta, con 501,9 centenarios por cada 100.000 habitantes, lideran este fenómeno, mientras que otras áreas como Terra de Caldelas (363,1) y O Ribeiro (238,6) también presentan cifras notables.
Alimentación y estilo de vida: las claves de la longevidad
La dieta mediterránea y atlántica es fundamental en la rutina diaria de los centenarios gallegos. Consumen carnes blancas como pollo y conejo, hortalizas frescas, papas y aceite de oliva, además de productos de sus huertas y animales criados en el campo.
Según Miguel Ángel Vázquez, geriatra y colaborador en el estudio, “consumían y consumen alimentos frescos como carnes blancas (pollo y conejo), muchas hortalizas, papas y aceite de oliva, siempre priorizando la frescura de los ingredientes. En resumen, dieta mediterránea y atlántica”.
La región destaca por una dieta mediterránea y atlántica basada en productos frescos.
Foto:iStock
Sin embargo, el pescado no tiene un papel central en su dieta. “Al contrario de lo que se creía, no tanto, como tampoco en Cerdeña o en Okinawa, porque no son zonas propiamente costeras, aunque no están lejos del mar. Pero lo comían de manera excepcional”, aclaró Vázquez a 'La Nación'.
El estilo de vida de estos longevos está marcado por la actividad constante y el contacto con la naturaleza. “No han ido jamás al gimnasio, pero tampoco lo han necesitado. Tenían y tienen, los que viven aún, una vida mucho más activa y si algo no son es sedentarios”, explicó Failde.
Personas como Eustaquio Pérez, de 103 años, aún trabajan en el campo. “A uno de ellos, Eustaquio Pérez, hoy de 103 años, lo hemos visto volver de trabajar en el monte a los 99 con una guadaña y unas botas de goma como si nada… Y creo que sigue haciendo lo mismo”, relató Vázquez.
Eustaquio Pérez, con 103 años, aún trabaja en el campo con energía y vitalidad. Foto:Cortesía
Un ejemplo de resiliencia
La resiliencia es otro factor que define a los longevos gallegos. “El hecho de haber vivido situaciones difíciles y de haber construido con su esfuerzo el estado de bienestar del que disfrutamos hoy, los ha hecho muy resilientes. Aquí hay lecciones para aprender y convertirlas en acciones de salud y prevención. Lecciones de envejecimiento saludable. Eso para mí es lo más importante”, expresó Failde.
Un caso destacado es el de Esperanza Cortiñas, quien cumplió 108 años en diciembre. “Yo me ducho, yo me visto y yo me calzo. Hay que moverse y mover los brazos, porque si no, uno queda duro y no sirve para nada”, afirmó con claridad. Además, comparte su secreto: “De lo que hay, como de todo. Desayuno tostadas con manteca y mermelada, me encantan. Y ahora voy a comer un bistec con pastas. ¿Cenar? Nada, a veces un helado, en casa o fuera, en la terraza. Pero cenar casi nunca”.
Esperanza Cortiñas, de 108 años, atribuye su longevidad a mantenerse activa y positiva. Foto:Cortesía
Investigación y futuro
El proyecto para certificar a Galicia como zona azul no solo busca reconocimiento internacional, sino también promover la investigación y la salud preventiva. Pablo Vivanco, presidente de Ourensividad, destacó la importancia de las termas de Ourense: “En las termas de Ourense hay una muy buena calidad del agua, que está especialmente indicada como terapia antirreumática. Ellos lo saben desde siempre y hacen uso de este beneficio cercano”.
Además, Vivanco subraya que “nunca han tenido problemas con el azúcar en la sangre ni con el colesterol. Sufren muy pocas patologías y prácticamente no toman medicamentos. Solo una o dos cosas para no retener líquidos”.
Galicia podría convertirse en la primera "zona azul" de España y la sexta del mundo. Foto:iStock
Los expertos continúan investigando, con estudios genéticos liderados por Ángel Carracedo, en busca de las claves detrás de esta longevidad única.
Failde concluyó: “Siempre que las vemos decimos: esta gente está hecha de otra pasta. Cómo puede ser que estés con alguien de 108 años con una velocidad de procesamiento de la información, con riqueza de lenguaje, no se le traba la lengua, la memoria, la rapidez y la agilidad mental”.
El desayuno de la longevidad, lo comen los japoneses al levantarse
ANA D'ONOFRIO
La Nación (Argentina) / GDA
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*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en información de La Nación, y contó con la revisión de un periodista y un editor.