El 5 de octubre de 1999, Andrea Michelle Reyes, una niña de tan solo 23 meses, fue secuestrada de su hogar en New Haven, Connecticut. Su madre, Rosa Tenorio, quien no tenía la custodia legal de la pequeña y tenía prohibido acercarse a ella, la rapto y desapareció sin dejar rastro.
Desde entonces, su padre, Rudy Reyes, emprendió una búsqueda incansable que se extendió por más de dos décadas.
Las autoridades estadounidenses sospechaban que Tenorio había llevado a Andrea a México, pero pese a los esfuerzos de su padre por encontrarla, nunca obtuvo información concreta sobre su paradero.
La búsqueda continuó con la ayuda del Centro Nacional para Niños Desaparecidos y Explotados según informó la revista People, que elaboró imágenes de progresión de edad para estimar cómo se vería Andrea con el paso de los años. Sin embargo, el caso permaneció sin resolver durante más de 25 años.
Andre Michelle Reyes y cómo se vería en la actualidad. Foto:Redes sociales/ Facebook.
En 2023, la detective Kealyn Nivakoff decidió reabrir la investigación y aplicar nuevas estrategias para localizar a Andrea. Utilizando bases de datos, registros públicos y redes sociales, logró ubicar indicios de su paradero en Puebla, México. Con esta información, las autoridades contactaron a la empresa de pruebas de ADN Othram, con sede en Texas, para verificar la identidad de la mujer que creían que podría ser Andrea.
Después de realizar los análisis genéticos correspondientes, se confirmó que la joven encontrada en México era, efectivamente, Andrea Michelle Reyes. Tras recibir la noticia, su padre viajó inmediatamente para reencontrarse con ella después de 25 años de separación. Según medios locales, el reencuentro estuvo cargado de emociones y sentimientos encontrados, ya que Andrea había vivido toda su vida en México sin saber la historia completa de su secuestro.
Las autoridades señalaron que Rosa Tenorio sigue en libertad y se cree que aún reside en México. Pese a que enfrenta una orden de arresto en Estados Unidos, esta no tiene validez en territorio mexicano, lo que dificulta su captura y extradición. No obstante, las investigaciones continúan para determinar si hay bases legales que permitan avanzar en su caso.
La historia de Andrea Michelle Reyes es un ejemplo de perseverancia, avances en la tecnología forense y la importancia de nunca perder la esperanza en la búsqueda de seres queridos desaparecidos. Su padre, quien nunca dejó de buscarla, finalmente pudo cerrar un ciclo que había dejado abierto hace más de dos décadas, logrando el reencuentro que tanto anhelaba.
REDACCIÓN ÚLTIMAS NOTICIAS