Aunque es rolo, hijo de un paisa, a Julián Zuluaga le sale muy bien ese acento. Sobre todo, cuando interpreta a Darío Gómez, en su etapa joven.
—¡Cante duro!
—¿Acá? No, apá. Acá me da pena.
Le dice Darío Gómez, interpretado por Zuluaga, a su papá, en una de las escenas de la serie del ‘El rey del despecho', que se lanzó al final del 2024 en Amazon Prime y que se estrenará en RCN el próximo 27 de enero.
La serie está conformada por un elenco de actores reconocidos y de gran trayectoria en el país como Diego Cadavid, Yuri Vargas, Tatiana Ariza y Diego Barragán y otros, como Julián, que empiezan a dar pasos agigantados en la pantalla.
Con 27 años, Julián ha figurado en unas nueve producciones de televisión, 12 obras de teatro y tres películas. Su reconocimiento le llegó gracias a sus papeles en la telenovela ‘Tía Alison’ (RCN, 2023), la cinta ‘Del Otro Lado del Jardín’ (HBO, 2022) y por su papel protagónico en la serie 'Los Billis' (Amazon, 2022). Además, el año pasado, su nominación a los premios India Catalina como Actor revelación resaltó su versatilidad y profesionalismo y ayudó a posicionarlo en esta industria.
Julián Zuluaga es maestro de Arte Dramático de la Universidad del Bosque. Foto:Cortesía. Julián Zuluaga.
Sin embargo, en la piel del joven Darío Gómez, se ha tenido que retar así mismo: volviéndose paisa, campesino, cantante y una estrella del despecho. Él mismo buscó el papel, le llamaba la atención la historia de un hombre admirado y querido por todo un país y el suceso trascendental de su juventud, la muerte del padre de Darío, que por accidente ocurrió por sus propias manos.
La posibilidad de esa escena hizo que Zuluaga, formado en la Escuela de Formación Actoral Casa E. y maestro de arte dramático de la Universidad del Bosque, se preparará más para abordar el sentimiento de la culpa (sin culpa), el dolor de una pérdida de la que uno pareciera responsable, un despecho, no romántico, pero despecho, al fin y al cabo.
EL TIEMPO conversó con el actor sobre su personaje, el reto que le representó y su evolución actoral.
No es la primera vez que trabaja con Amazon Prime y con RCN, pero, ¿cómo llegó a este papel, que además es una figura tan reconocida en el país?
Yo escuché que el proyecto de Darío Gómez se iba a hacer. Me puse a ver a Darío y dije: 'Yo tengo un perfil que puede funcionar para hacer de él joven'. Empecé a estudiar su vida y lo primero que escucho es que había matado al papá y para mí eso fue como ¡wow! De una entendí que la etapa que yo podría representar era justo esa. Pensé: 'Qué gran oportunidad sería poder hacer un personaje como este'. Además, es un personaje biográfico que creo que es un sueño para un actor. Me puse a estudiarlo un montón, vi varias entrevistas de él y después tomé la decisión de decirle a mi mánager que busque a ver si puedo hacer un casting para Darío Gómez joven:
— Caro, por favor consíguemelo que yo me gano eso, por favor, te lo juro.
— Juli ese personaje está difícil porque el reparto de ese proyecto está muy cerrado, pero déjame pregunto.
Y a los cinco minutos volvió y me llamó y me dijo:
— Juli, ya el personaje está seleccionado, entonces nada que hacer.
— Ah, bueno.
Yo seguí mi vida, pasaron dos meses y me dice Caro:
— Juli te quieren ver para un personaje de Darío Gómez.
— Dime para qué personaje y lo hacemos.
— ¿A qué no adivinas para qué personaje te quieren ver?
— Bueno, me imagino que para Darío Gómez no va a ser, porque ya lo eligieron.
— Juli, te quieren para Darío Gómez joven.
— Caro, eso es nuestro, eso es nuestro, ¡vamos, vamos a muerte!
Me mandaron las escenas, eran siete, de un día para otro y de una me puse a estudiar un montón y lo hice. Luego me llamaron a callback y ya me dijeron: 'Eres tú'. Fue un regalo maravilloso.
Zuluaga es uno de los protagonistas en 'Los Billis' una serie de Amazon Prime. Foto:Cortesía. Julián Zuluaga.
Y ya seleccionado, ¿qué tal fue meterse en la piel del 'rey del despecho' en su juventud?
Fue una experiencia maravillosa. Yo tomo la decisión de hacer un trabajo de campo importante y me voy a donde él nació, que es en Chirihuaco, una vereda chica de Los Cedros que es un lugar de San Jerónimo (Antioquia) y ahí es que empiezo a darme cuenta de dónde viene este personaje, cómo es su humildad, entiendo, además, trasladándome a la época (1967), que era una vida completamente diferente. Me parece impresionante, me ponía a pensar y decía: '¡Dios mío! para bajar al pueblo tenía que hacerlo caminando y descalzo'. Ellos no tenían muchas cosas. Entonces, entendí que él era un campesino completamente, que de verdad no entendía mucho de la ciudad. Darío era muy campesino, muy, muy, muy campesino. Este personaje me pareció maravilloso. Cuando llego allá y logro ver a su hermano, me dediqué a observar, ni siquiera le pregunté sobre él, ni de la vida. Después veo documentales y entiendo más todas sus circunstancias, su manera de hablar. Y también, viendo las entrevistas de Darío, logró imaginar cómo era de joven, porque no había muchas entrevistas de él joven.
Un etapa en la que además decide dedicarse a la música y conoce al amor de su vida.
Esa es parte de la interpretación que a mí me parece muy chistosa. Porque precisamente cuando ya se enamora, yo lo entendía desde cómo se enamora un joven campesino en esa época? Para mí no tenían un televisor, ni veían telenovelas de cómo se besaba la gente. Entonces, cuando llego al momento de su primer beso fue muy lindo, porque sentía que él no sabía besar, entonces yo cuando empiezo a besar al otro personaje cortan la escena y la actriz me dice: “pero bésame ¿no? Veo que no me estás besando”. Y era como: perdóname, entiendo, pero desde el personaje yo sentía que él no sabía besar muy bien. Fue muy chistoso. Igual estábamos grabando para televisión y tiene que verse lindo.
Ahora sí entremos en el suceso más trascendental de la juventud de Darío Gómez: el asesinato de su papá. ¿Cómo interpretó una escena tan compleja?
Poder interpretar esa parte de la vida de ese personaje era lo que yo sentía que quería realizar. Siento que lo lindo de ser actor es poder interpretar cosas que tú no vas a vivir en tu vida. Poder ponerse en los zapatos de ese personaje y vivir esa tragedia era para mí una gran ilusión, entonces empecé a trabajarlo. Yo uso diferentes técnicas para todos los personajes que voy creando, porque todos son diferentes. Para este me ponía en las circunstancias. El contexto de donde viene, la necesidad, de donde surge esta acción que es accidental, pero que también era necesaria. Lo que yo trataba era entender la culpa que generaba el hecho de matar a alguien, que uno ama, sin quererlo. Fue muy interesante, porque con el director trabajábamos esa culpa y había un ejemplo: una historia de una persona que llega a visitar a su sobrino, que no conocía, y lo alza y lo tira el techo como para jugarle y el ventilador se le lleva la cabeza al niño. Y desde esa anécdota entendí de verdad lo que significa que ese tipo de situaciones sucedan y llegar a esa sensación.
La tragedia marcó su camino, pero su voz lo salvó. Foto:
Con el asunto de los acentos en la serie han salido varios comentarios, pero esa es una de sus habilidades...
Afortunadamente, yo tengo familia paisa, mi papá es paisa y ya llevo tres personajes paisas y todos son diferentes, porque son de estratos diferentes. Yo siento que el acento paisa tiene múltiples maneras de interpretarse y esa cercanía que tengo con él me ha ayudado a interpretarlo muy bien. Acá en Medellín me ha pasado que me paran y me dicen: ¡Pero como así, usted es rolo! Se sorprenden mucho. Cuando ven la novela ellos juran que soy montañero. Ha sido para mí un alago muy grande. Creo que es algo que uno como actor también teme y es no llegarle bien al acento. Algo que siempre quiero es que haya verdad en una escena y se debe empezar por ahí.
¿Qué expectativas tiene con el estreno en un canal nacional?
Yo prefiero no tener expectativas. Ya lo que fue, fue. Si le va increíble maravilloso y si no ya le fue increíble. Ha sido muy bonito.
¿Cómo vive ese posicionamiento en la industria y su proceso evolutivo como actor?
Con mucha felicidad, con mucho orgullo. Yo he sido una persona que siempre se ha dado muy duro, se sigue dando muy duro y me seguiré dando duro, porque quiero seguir mejorando todo el tiempo. Creo que uno como actor nunca termina de formarse. Igual ver que estos comienzos están dando estos frutos ha sido para mí una sorpresa gigante. Yo nunca esperé que con el personaje que hice en 'Los Billis', tuviera tres nominaciones en tres premios diferentes. Para mí ha sido increíble. Ha sido un regalo y también una muestra de que las cosas que he hecho las estoy haciendo bien. Creo que tengo que aprender a agradecerlas y a recibirlas, porque he sido muy malo haciéndolo y quiero reivindicarme con eso. Ha sido cumplir una meta. Para mí nunca ha sido un esfuerzo vivir de esto. Gracias a Dios siempre me ha salido el trabajo sin que yo me mate -me refiero a que yo empiece a buscar por todos lados-. Lo hago con todo el amor y toda la pasión del mundo. Seguiré luchando y sobre todo trabajando y disfrutando cada día mi oficio para que eso siga sucediendo y ya, yo creo que ha sido eso.
Siento que lo lindo de ser actor es poder interpretar cosas que tú no vas a vivir en tu vida.
Julián zuluagaActor colombiano
Desde adentro y como formador, ¿cómo ve la movida de las nuevas generaciones de actores en Colombia?
Siento que como artistas tenemos que unirnos para seguir formando más artistas, porque hubo un momento donde se empezaron a desaparecer las academias y los lugares donde se estaban formando actores como el Teatro Libre, Casa Ensamble, Edgardo Román... se empezaron a disipar un montón, otra vez como que están volviendo a agarrar fuerza. Yo creo que como artistas tenemos que seguir apostándole a que así como nos formaron a nosotros, seguir formando a las generaciones que vienen. Lo digo porque otro de mis sueños es poder hacer que este país crezca culturalmente. Creo que es fundamental. La cultura es una manera de educar y creo que la educación lo es todo para una sociedad. Desde mi lugar hago diferentes cosas para poder ayudar a los artistas que vienen, porque sé que no es fácil entrar en esta industria, es difícil.
Leidy Restrepo Mesa
Escuela de Periodismo Multimedia El Tiempo