La tregua entre Shottas y Espartanos llegó a su fin. 28 meses después de sellar un primer acuerdo del cese del fuego con un partido de fútbol, ambas estructuras criminales volvieron a ser protagonistas de varios enfrentamientos en las calles de Buenaventura, acciones que según la Policía del puerto dejó una persona herida y generó pánico entre los habitantes del barrio Lleras Camargo.
Si bien durante los más de dos años de tregua la violencia en la ciudad no cesó -en el medio el acuerdo se fracturó y se volvió a refrendar en julio de 2023-, sí era motivo de esperanza para los bonaverenses. Según un informe de la Fundación Ideas para la Paz (FIP), con datos del Grupo Información de Criminalidad (GICRI) de la Policía Nacional, este cese de hostilidades permitió una reducción de los homicidios del 32 por ciento si se tenía en cuenta los 579 días previos a la tregua y los 579 días posteriores.
Hay temor en Buenaventura por el final de la tregua. Foto:Juan Pablo Rueda. EL TIEMPO
No obstante, y aunque la tregua tenía vigencia hasta el pasado 2 de febrero, el inicio del año estuvo marcado por el recrudecimiento de la violencia. La situación fue denunciada el pasado 21 de enero por monseñor Rubén Darío Jaramillo, obispo de Buenaventura, quien, en representación de los facilitadores del proceso de diálogo instalado en esa ciudad el 18 de julio de 2023, pidió el cese de la violencia y mayor compromiso al Gobierno para atender la crisis que en aquel momento dejaba 11 muertos -hoy se habla de 14-.
Shottas hacen compromiso
Cuatro días después del final del cese del fuego entre las dos estructuras armadas ilegales con más presencia en Buenaventura, los Shottas anunciaron una tregua con el Gobierno. Así lo informaron a través de un comunicado que se conoció este miércoles, documento en el que sostienen que dicho acuerdo no implica que no se defenderán de ataques de la banda rival.
“Seguimos con los mejores ánimos de paz trabajando con la mesa socio jurídica con el objetivo de construir el mejor escenario de paz. (...) Por esta y muchas más razones pactaremos con el Gobierno y la mesa sociojurídica un cese del fuego unilateral”, dicen.
Luego, agregan: “También aclaramos que defenderemos con firmeza nuestras áreas de injerencia en el distrito de Buenaventura, replegamos con responsabilidad cualquier ataque de la banda delincuencial de los espartanos y sus aliados en aras de salvaguardar la integridad física de nuestra comunidad y nuestras unidades (sic)”.
Comunicado de Los Shottas tras el final de la tregua. Foto:Archivo particular
Shottas y Espartanos, que hoy cuentan con más de 1.700 jóvenes en sus filas, se unieron al espacio de conversación socio jurídico de Buenaventura -como denomina el gobierno de Gustavo Petro a los procesos con grupos sin estatus político- cuando Danilo Rueda oficiaba como Alto Comisionado de Paz.
En aquel momento el designado para ser jefe de la delegación de Gobierno fue el representante Alejandro Ocampo, sin embargo, por diferencias con el actual comisionado Otty Patiño, salió de ese rol para darle paso a Fabio Cardozo.
Y es que más allá de esta tregua, es un proceso que no ha tenido gran avances y que hoy sigue sin contar con marco jurídico para un eventual sometimiento de las bandas. De hecho, Karolina Guerrero, secretaria de Paz de Buenaventura, en conversación con El Espectador reveló que desde diciembre el vocero de Los Espartanos abandonó el espacio de conversación.
“Al parecer hay una orden de captura contra el vocero de ese grupo y eso hizo que esa persona se fuera a mediados de diciembre más o menos. Esas son las consecuencias de no tener un marco jurídico para estas personas. Eso es muy complejo”, dijo Guerrero a ese medio.
CAMILO A. CASTILLO
Redacción Política
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