Trabajó en McDonald's de Nueva York por 50 años y sus jefes le regalaron algo impensado

Steve Hurlburt es un empleado que ha trabajado para la cadena de comida rápida McDonald's por 50 años. Desde 1974, el hombre de 66 años ha sido operador de la marca y es por ello que sus jefes lo reconocieron recientemente con un regalo completamente impensado: una invitación al partido de los Rochester Red Wings, al cual asistió todo el equipo de la sucursal a Canandaigua, Nueva York, portando un curioso código de vestimenta.

Según relata el diario local Democrat and Chronicle, todos los empleados de la sucursal de Hulburt decidieron honrar a su veterano compañero asistiendo al encuentro deportivo luciendo camisas hawaianas con la imagen del destacado trabajador.

En una de las fotografías tomadas durante el merecido homenaje a Steve se puede observar cómo también, de manos de su jefe, el empleado recibió una especie de placa en la que se reconocen sus 50 años de servicio, así como un cuadro con fotografías de los ingredientes que lleva la típica hamburguesa de McDonald's, las cuales en formación proyectaban el mensaje “50 years”. Alrededor de todo el cuadro se leen dedicatorias para Hurlburt.

El empleado que trabajó en McDonald's por 50 años y vivió todo tipo de cambios

Desde su ingreso como empleado a McDonald's en Nueva York, Hurlburt ha podido ser testigo de varios de los cambios que la empresa ha sufrido en las últimas décadas. Según cuenta él mismo, en su primer día en la sucursal de Canandaigua no había servicio de ventanilla para llevar y los trabajadores tenían que hacer por sí mismos las cuentas para cobrar.

“Los precios eran tan bajos en 1974 que no teníamos computadoras, así que sabíamos que una hamburguesa con queso costaba 20 centavos, una papa frita 15 centavos y un refresco 10 centavos”, dijo el empleado estrella al Democrat and Chronicle. “Lo sumabas todo mentalmente y le agregabas un impuesto”, agregó.

De acuerdo al medio citado durante todos estos años de servicio, Hurlburt ha sido el responsable de capacitar a muchos empleados que entran en la fuerza laboral de McDonald's, lo cual eventualmente lo llevó a escalar en el organigrama para alcanzar el puesto de supervisor y llegar a gestionar tres sucursales.

Hurlburt mantiene su humildad. A pesar de haber ejercido el puesto de propietario, operador y gestor de recursos humanos, el hombre dice que “todavía puede hacer papas fritas” y se mantiene amando su trabajo, donde "no hay dos días iguales”, según lo declarado por el trabajador ante el citado medio.