El incremento de los hechos violentos en Tibú, que incluye cuatro homicidios el pasado domingo, dos de ellos en plena plaza de mercado, llevó a las autoridades a decretar un toque de queda que estará vigente hasta el 2 de febrero.
La medida, que comenzó a regir el 27 de enero, restringe la circulación de personas y vehículos diariamente entre las 8 p.m. y las 6 a.m. Además, prohíbe la venta y el consumo de bebidas alcohólicas, el porte de armas y la circulación de motocicletas con parrillero, independientemente de su género.
Tras una sesión extraordinaria del Consejo de Seguridad Municipal, en la que participaron representantes de la Policía Nacional, el Ejército y organizaciones de derechos humanos, se adoptó esta decisión como respuesta a la crisis que vive esta población del Catatumbo.
Catatumbo, en Norte de Santander. Foto:Andrés Carvajal
“Estamos enfrentando una situación crítica en materia de orden público. Esta medida es necesaria para proteger a nuestra comunidad. Los grupos armados siguen sembrando el terror en nuestro territorio”, afirmó el alcalde Richard Claro.
Escalada de violencia
La región ha sido escenario de enfrentamientos entre grupos armados ilegales que disputan el control del narcotráfico y las rutas clandestinas hacia Venezuela.
La compleja situación en Tibú ha dejado hasta la fecha 8 víctimas mortales, más de 13 mil personas desplazadas y un ambiente de temor constante entre los habitantes.
Otras 17 mil personas permanecen confinadas en las veredas, divididas en al menos 3.895 familias.
Mientras algunos residentes consideran que el toque de queda es una acción necesaria para recuperar la seguridad, otros expresan preocupación por su impacto en la economía local.
Desplazados del Catatumbo Foto:César Melgarejo. EL TIEMPO
“Entendemos que la seguridad es prioritaria, pero también necesitamos que el gobierno nos apoye porque estos cierres nos perjudican en las ventas”, señaló María Fernanda Avendaño, comerciante local.
Por su parte, el alcalde hizo un llamado a la unidad: “No podemos permitir que el miedo nos divida. Es momento de trabajar juntos para construir un futuro en paz para Tibú y todo el Catatumbo”.
Catatumbo, en Norte de Santander. Foto:Andrés Carvajal
En medio de la crisis, se han entregado más de 104 toneladas de ayudas humanitarias en la zona, lo que ha permitido mitigar en parte las necesidades de las comunidades afectadas.
Los habitantes de Tibú esperan que estas medidas sean el inicio de un esfuerzo sostenido por parte de las autoridades para devolver la tranquilidad a la región, que continúa siendo una de las más golpeadas por el conflicto armado en Colombia.
Gobierno decreta el estado de conmoción Foto:
Andrés Carvajal
Para EL TIEMPO-Cúcuta