El modelo de aplicaciones para ‘levantar’ o ligar anda por estos días en serio rediseño. De ser aplicaciones que nacieron con mucha fuerza, que tuvieron su mayor pico de éxito durante pospandemia, repletas de usuarios, rodeadas de curiosidad, novedad y con ingresos relevantes hace un par de años, viven ahora un declive de suscriptores, finanzas y amplios reparos de sus seguidores.
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¿Qué ha pasado? Tan variante como la vida misma y los gustos particulares de la gente, la idea de levantar en línea se ha visto impactada por una variedad de situaciones centradas, principalmente, en un cansancio generalizado alrededor de un concepto que ya se considera obsoleto, poco atractivo y en algunos casos inseguro y por tanto frustrante.
El síntoma más evidente, según un informe de El País de España, pasa por lo financiero: Bumble salió a bolsa en febrero de 2021 y disparó el valor de su acción de los 43 a los 78 dólares. Hoy está entre los 8 y 9 dólares.
Por el lado del grupo Match, dueños de Tinder y match.com, se acumulan caídas del valor de la compañía cercanas al 80 por ciento.
También han caído las descargas y los usuarios activos al mes: hoy en día 137 millones de personas usan una app de estas al mes, 17 millones menos que en 2021, según Sensor Tower.
Las primeras razones del marchitamiento nacen ahí, en lo financiero: el aumento súbito del valor de las suscripciones y del costo ‘para hacerse notar’ ha edificado el ideario generalizado de “no voy a pagar por ligar”.
En segundo lugar, existe un desnivel generalizado entre la cantidad de mujeres versus hombres: en algunas regiones del mundo, ocho de cada 10 usuarios en Tinder son hombres, lo cual resulta agobiante para una mujer a la que le pueden llegar centenas de match en un mismo día.
Encuestas de Axios y Pew en Estados Unidos mostraron que para la mitad de las mujeres es ‘abrumador y agotador’ tratar de encontrar algo interesante en una app de citas.
Y también está el cambio de patrones sociales en los más jóvenes, quienes viven en espacios sociales educativos, deportivos, etc., donde no ven la necesidad de usar estas apps pues el mismo entorno les ayuda a conocer personas constantemente, o incluso aplicaciones más populares como Instagram les ayudan a encontrar más abiertamente y sin tanta complejidad la oportunidad de contactar con otros.
Y, finalmente, está el mayor fenómeno de todos: la segmentación eficiente alrededor de los intereses de los usuarios. Esto ha llevado a una explosión de plataformas para ‘levantar’ que luchan a diario por atraer a su audiencia objetivo, minando el alcance e interés en las apps ‘generalistas’ del amor como Tinder, las cuales se han ido reduciendo a lugares para ‘levantes exprés’ con un único interés de encontrar alguien para un rato, sin mucha expectativa más allá de lograr un encuentro furtivo mediado por lo físico y ya.
Esto ha fortalecido un panorama de desilusión alrededor de apps como Tinder: pocos solteros ‘buenos’, la mayoría interesados en algo rápido y pasajero, sin ánimo de compromiso. Mientras del otro lado hay una creciente ola de jóvenes que quieren conocer al verdadero amor de su vida, un partner de sueños, metas, con intereses profundos y mismos gustos en lo espiritual, la visión de vida, pasiones y hobbies.
Preferencias de los jóvenes
Ante el evidente aburrimiento que se ha tomado a las apps de citas tradicionales, han comenzado a surgir nuevos métodos y otras plataformas con modelos distintos de emparejamiento, que han revitalizado el modelo de cortejo.
Uno de ellos, muy sorprendente para los más mayores: los eventos de solteros, una práctica común hace décadas que ha regresado con fuerza. Clases de cocina, eventos deportivos como carreras, entre otros, se han posicionado como momentos de encuentros para iniciar el primer paso de conocer otras personas con intereses comunes, estrechar lazos y avanzar en un ambiente en el que “se vaya con calma”, sin la presión de escoger a alguien para algo momentáneo.
Un informe de El Colombiano reveló cómo en Medellín han tomado especial fuerza los eventos que buscan conectar a sus usuarios alrededor de intereses en común.
Es el caso de una empresa llamada Generando Conexiones, la cual se dedica a organizar catas de vino, caminatas, cineclubes, entre otros, para atraer a personas interesadas en dichos temas con la idea además de conectar a solteros.
También está el caso de Timeleft, una aplicación que promete reservarle una cena con cinco personas desconocidas a partir de preguntas profundas y estratégicas para ahondar sobre su personalidad y gustos. En España y Estados Unidos se ha posicionado con fuerza esta iniciativa.
Este servicio está enfocado a un público mayor de 30 años que tiene un interés distinto a la hora de interactuar con otros, tanto en sentido de conectar emocionalmente como de ampliar su círculo social así no termine el encuentro en una relación sentimental.
Ahora bien, en un mercado más juvenil las aplicaciones para conseguir pareja la tienen mas difícil: es una audiencia que es poco afín al pago de una suscripción y que, encima, cambia rápidamente de gustos, tendencias y comportamientos.
Existen tendencias, por ejemplo, como el sober dating o dry dating, en la que los más jóvenes prefieren tener citas sin alcohol. Uno de cada cuatro jóvenes solteros, según encuesta de Tinder, no consume licor durante sus primeros encuentros, mientras que el 70 por ciento señaló que no bebe alcohol o lo hace de manera muy eventual.
Y la razón de esto, entre otras, es evitar la ‘distorsión’ que el alcohol produce en el momento del encuentro.
De otro lado, muchos jóvenes han encontrado que las propias redes sociales son a veces mejores para levantar o buscar pareja que las mismas apps especializadas: la mitad de las personas que han encontrado alguien para tener una relación lo han logrado a través de plataformas como Instagram y WhatsApp según The CIU.
Una de las razones apunta a que la red de contactos propia de cada usuario termina llevándoles a personas nuevas, amigas de sus amigos, lo que da un poco más de confianza, las cuales además pueden ‘descubrir’ a veces mejor gracias a sus contenidos, fotos y videos, a quienes contactan más libremente y de manera directa a través de un chat o mensaje efímero de Instagram.
El 2025 será un año de transición para las apps de cita, y vemos cómo las personas solteras, especialmente las mujeres, están muy claras sobre lo que quieren y necesitan, y sobre lo que ya no están dispuestas a tolerar en lo que respecta al dating y relaciones
De acuerdo con Selby Drummond, directora de Marketing de Bumble: “El 2025 será un año de transición para las apps de cita, y vemos cómo las personas solteras, especialmente las mujeres, están muy claras sobre lo que quieren y necesitan, y sobre lo que ya no están dispuestas a tolerar en lo que respecta al dating y relaciones”.
En palabras de la experta de esta plataforma, que se ha mantenido como una de las más reputadas gracias a su característica de poner a la mujer en el centro de la iniciativa y de su seguridad a la hora de elegir una cita o dar el primer paso, “lo que estamos viendo es un gran cambio hacia lo auténtico: la gente está siendo cada vez más transparente, preparándose para el futuro y tomándose el tiempo para encontrar a alguien que apoye sus intereses únicos antes de comprometerse en una relación. Ahora buscan conversaciones interesantes y profundas que lleven a conexiones auténticas en la vida real”.
Bumble realiza constantemente encuestas y sondeos entre sus usuarios, por regiones y países, para entender a tiempo los cambios de percepción y actitudes de cara al servicio que prestan.
Las tendencias en 2025 a la hora de ‘levantar’ vía ‘apps’:
Estas son algunas de las que ha detectado Bumble para el año entrante:
- El auge del microrromance. Es mostrar amor y afecto con acciones simples como enviar memes, compartir listas de reproducción o tener caminatas matutinas para tomar café.
- Citas como un evento compartido. Las personas están haciendo públicas sus experiencias románticas. Esto no solo promueve la transparencia, sino que ayuda a otros a aprender de las vivencias compartidas.
- Conectar a través de intereses comunes. Las pasiones compartidas serán fundamentales para iniciar relaciones. Clubes de lectura, deportes alternativos como el pádel y comunidades en torno a intereses específicos serán un punto clave de atracción.
- Nuevas conversaciones sobre masculinidad. El 53 por ciento de las mujeres creen que es momento de evolucionar hacia una masculinidad que elimine estigmas y construya relaciones más equitativas.
- Prioridades frente a la incertidumbre. Factores como la incertidumbre económica, la sostenibilidad y los objetivos de vida tendrán un impacto directo en las decisiones románticas.
- La amistad como filtro amoroso. El fin de la friendzone: el 22 por ciento de las mujeres confían en sus amigos para evaluar posibles parejas.
José Carlos García R.
Editor Multimedia