Kayla Barnes-Lentz es un claro ejemplo de cómo la dedicación al cuidado de la salud y la longevidad puede tener resultados sorprendentes. A pesar de tener 33 años, su edad biológica, según sus propias mediciones, es de 22 años.
Este impresionante logro es el resultado de su rigurosa rutina de biohacking, que combina tecnología avanzada y hábitos saludables. ¿Cómo esta empresaria y experta en longevidad optimiza su salud para alcanzar sus objetivos de vida, que incluyen vivir hasta los 150 años?
La importancia del biohacking en la longevidad
Según comentó la mujer al medio Business Insider, el biohacking es un enfoque que utiliza la ciencia y la tecnología para mejorar el rendimiento físico y mental. Barnes-Lentz integró diversas prácticas de biohacking en su vida diaria con el objetivo de retrasar el envejecimiento y optimizar su bienestar.
Al ser cofundadora de una clínica de longevidad y conductora de un podcast especializado en salud, se dedica plenamente a estudiar y aplicar estrategias para mejorar la salud y extender la vida.
Su jornada comienza con una rutina matutina de dos horas y media, donde se enfoca en el cuidado de su salud bucal y en la activación de su cuerpo. Entre sus hábitos destaca el raspado de lengua, el uso de hilo dental y la práctica de "oil pulling", una técnica ayurvédica que, aunque no tiene suficiente evidencia científica para avalar sus beneficios, forma parte de su protocolo personal.
Además, realiza terapia con campos electromagnéticos pulsados (PEMF), que se cree puede mejorar la salud ósea y celular. A lo largo de la mañana, también realiza actividades físicas como ejercicios de fuerza, se expone al sol para regular su ritmo circadiano y disfruta de sesiones en un sauna, lo que ayuda a desintoxicar su cuerpo y mejorar la circulación sanguínea.
Por otro lado, utiliza dispositivos avanzados, como la cámara hiperbárica de oxígeno, para optimizar su salud. Este dispositivo ayuda a aumentar la absorción de oxígeno en el cuerpo, lo que podría tener beneficios anti-envejecimiento y mejorar la recuperación celular.
La mujer utiliza dispositivos avanzados, como la cámara hiperbárica de oxígeno Foto:Instagram @Kayla Barnes-Lentz
En tanto, sigue un protocolo de terapia con luz roja, que se asoció con el crecimiento del cabello y la mejora de la circulación sanguínea, según algunos estudios. Al usar una silla de oficina especial para mejorar la postura y un sistema de filtración de aire en su espacio de trabajo, asegura que cada aspecto de su entorno contribuye a su longevidad.
Como ella misma afirmó: "Durante el trabajo, tengo mi oficina optimizada para productividad, e incorporo prácticas de optimización de la salud durante todo el día".
Por último, el sueño es otro pilar importante en la rutina de Barnes-Lentz. Ella se asegura de dormir cada noche al menos 8 horas, y para optimizar la calidad del sueño, utiliza luces rojas al atardecer para favorecer la producción de melatonina. Además, evita las pantallas de dispositivos electrónicos antes de acostarse, lo que le permite mantener su ritmo circadiano en equilibrio.