'Soy de EE.UU. y vivo en Asia hace 10 años; estas son las cosas que no extraño de mi país'

Una mujer de Portland, Oregón, Estados Unidos, relató que tomó la decisión de mudarse desde hace 10 años a Asia y compartió cuáles son las cosas que definitivamente no extraña de su país.

Krissi Driver, a través de una nota periodística para Business Insider dio a conocer que se mudó de Portland, Oregón, a Daegu, Corea del Sur, en 2013 para enseñar inglés. Sin embargo, lo que sería una aventura de un año se convirtió en una residencia de más de una década. Durante este tiempo, Krissi ha encontrado en este país un hogar y una nueva perspectiva sobre ciertos aspectos de la vida en Estados Unidos.

Entre algunas de las cuestiones que la mujer destacó, están que en Corea, los precios en etiquetas incluyen el IVA, por lo que el monto que se ve es el que se paga. En Estados Unidos, los impuestos se agregan al final, lo que puede ser desconcertante. Este sistema de transparencia es una de las primeras cosas que Krissi apreció al llegar.

Por otro lado, la cultura surcoreana considera las propinas innecesarias, una práctica que Krissi ha adoptado felizmente. En Estados Unidos, dejar propina es casi obligatorio, lo que eleva el costo final de cada comida o servicio. En Corea, basta con agradecer al personal sin añadir un extra, aseguró para el medio citado

Y hablando de restaurantes, otra de las cosas que ha llamado su atención es que los meseros en Corea no interrumpen a los clientes a mitad de una conversación. Cada mesa cuenta con un timbre que los clientes pueden pulsar si necesitan algo. Por lo anterior, la mujer ha llegado a preferir este sistema, pues brinda privacidad y autonomía.

El servicio de salud y la seguridad, dos puntos que han hecho que la mujer de Estados Unidos prefiera vivir en Corea

A través de Business Insider, Krissi Driver reconoció que si bien siempre tendrá raíces en Estados Unidos, Daegu se ha convertido en su segundo hogar y en gran parte, esto se debe a que se siente muy cómoda y feliz con el hecho de que en Corea del Sur cuenta con un sistema de salud universal asequible y rápido. Krissi ha experimentado tiempos de espera breves y costos accesibles, incluso para lentes de contacto.

Por otro lado, afirma que se siente segura en Corea, un país con baja criminalidad. Incluso relató que puede dejar sus pertenencias en una cafetería sin temor a que alguien las tome, una tranquilidad que rara vez tuvo en Estados Unidos.