Un celular en el que había conversaciones con jueces, exministros, fiscales, políticos de varios partidos y hasta figuras de la farándula de Chile se convirtió en una verdadera caja de Pandora que ha abierto un escándalo, distinto cada semana, desde noviembre del año pasado.
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Todo ocurrió cuando se destapó un audio en el que el renombrado abogado Luis Hermosilla se escucha hablando de sobornos, al Servicio de Impuestos Internos del país, para agilizar los trámites de un empresario. Esa sería la punta de un iceberg que ha ido colapsando durante los últimos 10 meses y salpicando a su paso a figuras de la élite nacional.
El llamado “Caso Audios” mantiene a Hermosilla, desde el pasado 27 de agosto, en prisión preventiva imputado por delitos de soborno y lavado de activos. Quien fuera el abogado más prestigioso de Chile, con una carrera de más de 40 años y con clientes que iban desde empresarios, a sacerdotes, pasando por políticos, hasta llegar al jefe de asesores de Miguel Crispi, entonces jefe de asesores del presidente Gabriel Boric, quien prescindió de sus servicios, el año pasado, cuando se destapó el escándalo.
Los detalles morbosos de caso dan para una muy buena serie de televisión. Desde Hermosilla, un hombre pequeño y no muy agraciado, con una gran inclinación por la fiesta, el lujo y las mujeres
“Acaban de enviar a la cárcel, en prisión preventiva, a un señor que se creía todopoderoso, al señor Hermosilla. No puede haber ciudadanos de primera y segunda clase y la justicia y la ley tiene que ser igual para todos. Por eso, qué bueno que los que se creían poderosos vayan también a la cárcel”, aseguró el presidente Boric en medio de la polémica que ha acaparado la agenda mediática de Chile en los últimos meses.
A principios de septiembre la defensa del poderoso abogado, su hermano Juan Pablo Hermosilla, pidió que se revelaran las 770.000 páginas de chats que estaban en manos de la Fiscalía, para evitar que se siguieran filtrando a través de los medios, a cuentagotas, y mostrar que los tentáculos de su hermano se extendían mucho más allá de lo que, hasta ahora, se había mostrado y que, si él había caído, se iba a llevar consigo a todos los poderosos que lo habían rodeado durante décadas, y habían patrocinado o se habían beneficiado de sus supuestas gestiones irregulares para obtener información.
Entre estos poderosos han aparecido nombres de exministros de la administración del fallecido expresidente Sebastián Piñera como Andrés Chadwick y Felipe Ward, cuyos lazos con Hermosilla aún son materia de investigación.
Sin embargo, el impacto más directo de la red de corrupción del poderoso jurista está en el poder judicial y en la Policía de Investigaciones (PDI) en donde los audios ya le han costado el puesto a figuras como el exdirector de la PDI, Sergio Muñoz, y la magistrada de la Corte Suprema Ángela Vivanco.
El primero por violación de secreto, por filtrar información reservada, en distintas causas de alta relevancia, y la segunda por que le habría pedido ayuda a Hermosilla para ser ratificada como magistrada de la Corte Suprema y, una vez en su cargo, le habría pagado el favor intentado vetar designaciones de jueces, apoyando los ascensos de otros y compartiéndole información de causas judiciales.
La teleserie 'Don Satanás'
En la más reciente encuesta Cadem se preguntó sobre este caso y el 84 % de los encuestados piensa que el comportamiento de Luis Hermosilla no es un hecho aislado, sino que es una práctica que entre los abogados suelen repetir. Mismo porcentaje que cree que hay mucha corrupción en el país austral. Una cifra 15 % superior a la registrada hace casi una década, que fue la última vez que se preguntó sobre este tema en este sondeo.
En ese celular estaban las personas más importantes de la élite económica y política del país por eso causa un impacto tan grande, porque saca la venda de los ojos de la sociedad
“Chile no es un país que tenga costumbre de ver presidentes o políticos presos por corrupción. Antes había sospechas, pero es la primera vez que vemos el arma humeante empuñada por alguien muy conocido. Hermosilla era socio y amigo del ministro del Interior (en el gobierno de Sebastián Piñera). Tenía oficina en el palacio de gobierno, era cercano al presidente. Y operaba a diestra y siniestra. Además. Estamos en años electorales, y todo se veía muy bien para la centro-derecha, sobretodo por el descontento frente a la gestión del gobierno. Pero este escándalo puede costarle un tremendo castigo ciudadano”, señala a EL TIEMPO el expresidente del Consejo para la Transparencia Francisco Leturia.
Sin embargo, para Leturia el llamado “Caso Audios” no es comparable con otros casos de corrupción que han sacudido países latinoamericanos como el proceso 8.000, en Colombia, o los Vladivideos de Vladimirios Montesinos, en Perú.
Aunque su potencial mediático radica en los personajes involucrados y en que revela cómo opera el poder en las altas esferas. “Los detalles morbosos de caso dan para una muy buena serie de televisión. Desde Hermosilla, un hombre pequeño y no muy agraciado, con una gran inclinación por la fiesta, el lujo y las mujeres, llamado “El señor de los pasillos” o “Don Satanás, hasta sus audios donde ofrece como coimas a ucranianas, rusas, drogas, o alardea de quemar oficinas donde hay registros públicos. Y podría seguir: romance, videos íntimos, traiciones, negocios donde la comunidad palestina con la judía se topan. Es la primera vez que mucha gente cree estar viendo, de verdad, como siempre sospechaba que opera el poder”, asegura Leturia.
Para los expertos, en Chile existe una percepción cultural, que está muy arraigada, de que son un país diferente al resto de la región, lo que ha hecho que este escándalo de corrupción alcance un nivel de notoriedad y de repercusión mediática muy elevada.
“En Chile la corrupción no es transversal. Encontramos casos de corrupción en los que se mueve mucho dinero y que son casos de la élite. Aquí no se encuentra la corrupción del día a día, que se ve en otros países latinoamericanos, como sobornos a policías o para hacer trámites. Sino que es una corrupción destinada a las altas esferas”, asegura Julieta Suárez-Cao, profesora de Ciencia Política de la Pontificia Universidad Católica (PUC).
Una opinión compartida por la académica de la Red de Politólogas, Umut Aydin, quien es experta en temas de corrupción. “Chile, en la región y en el mundo, se conoce como un país relativamente íntegro, un país con poca corrupción, pero cada cierto tiempo surge un escándalo de este tipo que sacude el mundo político, sacude el mundo privado. Así que este caso nos muestra que Chile es un país donde hay algo de corrupción y donde no se ha erradicado este problema”.
Los expertos coinciden en que el “Caso Audios”, y los hallazgos que se sigan publicando de los chats encontrados en el celular de Hermosilla, pueden tener un impacto muy fuerte en una ciudadanía que no ha visto resueltas las demandas que la llevaron a la calle, 5 años atrás, en las que quedaba en evidencia que la desigualdad, ya no solo en términos económicos sino en el acceso a la justicia. Y en donde el poder judicial se presume como un ente corrupto e incapaz de ser el árbitro de la sociedad.
“En ese celular estaban las personas más importantes de la élite económica y política del país por eso causa un impacto tan grande, porque saca la venda de los ojos de la sociedad y muestra cómo funcionan en Chile cuando las personas tienen un acceso diferenciado a la justicia”, concluye Suárez-Cao.
ANDREA AGUILAR CÓRDOBA
Para EL TIEMPO
Santiago