La situación de Colombia en materia económica se complica cada vez más. La percepción de riesgo país viene en aumento por cuenta de la incertidumbre en torno al cumplimiento de la Regla Fiscal (RF), la no aprobación del proyecto del Presupuesto General de la Nación (PGN) de 2025 en el Legislativo y el trámite en el Congreso de la reforma al Sistema General de Participación (SGP), que amenaza con causar un mayor deterioro de las finanzas públicas, lo que en conjunto está llevando al mercado a dar por sentado que en el primer trimestre del 2025 habrá una nueva rebaja en la calificación del país.
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En la actualidad, dos agencias, Standard & Poor's y Fitch Ratings, mantienen la deuda (bonos) del país en nivel especulativo (BB+), el primero con perspectiva negativa y el segundo estable, mientras que Moody's la conserva en grado de inversión (BBB), aunque con perspectiva negativa.
Sin embargo esas condiciones estarían a punto de cambiar ante el aumento del riesgo país que está teniendo Colombia, lo que de paso está impactando el valor de los activos ante un contexto global más desafiante, advierten los analistas de Investigaciones Económicas (IE) del Banco de Bogotá, quienes además recuerdan que "una bajada en la calificación traería mayores costos de endeudamiento, no solo para el Gobierno, sino para todos los agentes, la moneda (el peso) se depreciaría y las condiciones económicas serían más desafiantes".
Los analistas del banco señalan que las actuales condiciones fiscales del país han llevado a un aumento de la prima de riesgo país, que medida por el Credit Default Swap (CDS) a 5 años, ya superó los 200 puntos básicos.
Los CDS son derivados que ofrecen un seguro contra el riesgo de que un emisor de bonos, como Colombia, no pague a sus acreedores o tenedores de esos títulos, los recursos que invirtieron en estos con los intereses pactados.
Según un análisis del Banco de Bogotá, entre mayo y octubre pasados, mientras los países con mejor perfil de riesgo observaron cierta estabilidad o incluso reducciones en sus CDS, los de peor calificación, como Colombia que ya superó el umbral de los 200 puntos básicos, aumentaron como resultado de una mayor aversión al riesgo global.
Los economistas del banco explican que esa situación es compatible con un escenario de búsqueda de activos refugio. Y agregan que: "La incertidumbre sobre el futuro económico y fiscal de Estados Unidos tras las elecciones, las persistentes tensiones en Medio Oriente y los temores del rumbo económico en China, principalmente, han repercutido en el apetito por riesgo".
Posiciones divididas
Para Munir Jalil, Economista en Jefe para la Región Andina de BTG Pactual, el elemento nuevo en esta circunstancia de eventual rebaja de su calificación es la rapidez con que se haría ese recorte, toda vez que en la perspectiva negativa que agencias calificadoras como Moody’s y S&P asignaron al país, ya estaba incorporado un escenario fiscal, el cual se ha deteriorado más con el paso de los meses.
"Si a eso le sumamos el potencial deterioro fiscal que se generaría con la aprobación del SGP, estás agencias seguramente anticiparán las decisiones que creo tenían planeadas para mediados del año entrante", dice el economista, para quien esos recortes podrían tener lugar en el primer trimestre del 2025.
Agrega, además, que es algo que las medidas de riesgo soberano vienen pronosticando hace rato que sucedería "ya que Colombia tiene mayor riesgo que economías como la brasileña, la cual tiene una calificación más baja que el país".
En efecto, el índice de riesgo de Colombia, según el Emerging Markets Bond Index (Embi), calculado por el banco de inversión JP Morgan Chase, estaba en 3,46 puntos el pasado 5 de noviembre, por encima de Brasil (2,13), México (3,08), Perú (1,6) y Chile (1,19), entre otros. Incluso su índice superaba el global (3,09), aunque no el promedio de Latinoamérica (4,41).
Como se recuerda, el Embi es la diferencia de tasa de interés que pagan los bonos denominados en dólares, emitidos por países subdesarrollados frente a y los bonos del Tesoro de Estados Unidos, que se consideran 'libres' de riesgo.
Pero no todos los analistas dan por sentado que esa rebaja en la calificación del país por parte de las agencias se producirá, pues Colombia aún tiene un margen para enderezar el curso de su situación fiscal, mientras las calificadoras tienen tiempo de incorporar más elementos a su análisis, pues falta ver cómo sale el presupuesto del próximo año y si la reforma al SGP pasa su examen en el Congreso de la República.
Ajustes serios
César Pabón, director Ejecutivo de Investigaciones Económicas de Corficolombiana, considera que aun cuando el recorte de la calificación es una probabilidad, "esas decisiones no son inminentes", toda vez que las agencias se toman su tiempo para analizar tanto el contexto local como el internacional.
Agrega que no hay duda en que el principal riesgo es la incertidumbre fiscal, por lo que frente a ello es fundamental mostrar un compromiso claro con la regla fiscal, especificando las cifras necesarias para cumplirla, incluidos los ajustes por subejecución y recortes.
Así, en las cuentas de la entidad para ello se requiere un recorte adicional de 10 billones de pesos al Marco Fiscal para cumplir la regla en 2024 y si bien el panorama del 2025 también es desafiante, debido a una sobreestimación de ingresos cercana a los 40 billones de pesos, es urgente realizar los ajustes necesarios para establecer un escenario más realistas.
En cuanto a la reforma del SGP, el economista sostiene que aunque sigue representando un riesgo inminente, este se ha moderado, limitando su alcance al Marco Fiscal de Mediano Plazo y a la aprobación de la ley de competencias. No obstante, sería conveniente abordar el problema de la descentralización desde una perspectiva más estructural que presupuestaria.
Algo en lo que coincide, no obstante, Jalil del BTG Pactual, para quien "si el gobierno anuncia un recorte importante en las siguientes semanas (25 a 30 billones de pesos) y además dice algo de la Ley Complementaria del SGP, podría buscar ganar algo de tiempo.
Mayor esfuerzo
Andrés Langebaek Rueda, director Ejecutivo de Estudios Económicos en Grupo Bolívar, tampoco cree que esa rebaja en la calificación sea algo inminente y menos se pueda dar antes de tener suficiente información sobre el cumplimiento de la Regla Fiscal. De hecho, en su opinión, el Gobierno ha venido actuando en el propósito de cumplir con ese compromiso a través del congelamiento de una parte del gasto público y es probable que haya también un recorte de recursos en el cierre del 2024. "El presupuesto del 2025 habrá que recortarlo porque está desfinanciado, las normas no permiten que salga en esas condiciones, luego debe incorporar un recorte", dice.
Para el economista, la conversación debería estar centrada, en consecuencia, en la probabilidad de cumplimiento de la Regla Fiscal algo que, sin duda, las calificadoras tendrán muy en cuenta en sus evaluaciones.
Al mencionar el tema de reforma al SGP Langebaek considera que aún hay tiempo para reaccionar dado que a la iniciativa le faltan dos debates de los ocho que se requieren para su votación por lo que aún se pueden incorporar normas relativas a la delegación de funciones.