Si su apellido está en esta lista, podría obtener la ciudadanía italiana y pasaporte europeo

Si su apellido forma parte del linaje de ciudadanos italianos, y puede rastrear documentalmente esa conexión, podría tener derecho a la ciudadanía italiana por descendencia, conocida legalmente como jure sanguinis.

Según explicó el medio especializado Citizens, esto implica que usted no solicita una nueva ciudadanía: reclama el reconocimiento de un derecho que, técnicamente, ya le corresponde. 

Para ello, debe demostrar que ninguno de sus antepasados en la línea directa renunció o perdió su ciudadanía italiana antes del nacimiento del siguiente.

Quién califica para obtener el pasaporte europeo por descendencia

El factor clave no es solo tener un apellido italiano, sino que esa persona —por ejemplo, su abuelo o bisabuelo— haya sido ciudadano italiano al momento de nacer su descendiente. 

Diversos estudios y registros migratorios muestran que ciertos apellidos de origen italiano aparecen con mayor frecuencia en las solicitudes exitosas de ciudadanía. Estos apellidos, presentes en regiones como Campania, Sicilia, Veneto o Lombardía, corresponden a familias que emigraron masivamente a países como Argentina, Estados Unidos o Brasil.

Entre los apellidos más comunes que podrían tener una línea sucesoria italiana válida se encuentran:

A partir de 2025, se aplican con mayor rigurosidad dos criterios: la pérdida de nacionalidad por naturalización extranjera (especialmente si afectó a menores) y las restricciones de transmisión por línea materna antes de 1948.

Si usted encuentra su apellido en listas genealógicas o registros migratorios italianos, y puede obtener los certificados civiles que acrediten el vínculo con un ciudadano italiano posterior a 1861, podría iniciar el proceso ante el consulado correspondiente.

La documentación debe ser verificada, sin errores ni contradicciones, y en muchos casos traducida y apostillada. Cabe destacar que Italia mantiene un sistema generoso de ciudadanía por sangre, pero el volumen de solicitudes impulsó reformas más estrictas.

Las nuevas sentencias del Tribunal Supremo y las directivas consulares de 2024 endurecieron el reconocimiento en ciertos casos, sobre todo cuando hubo naturalización extranjera o transmisión materna anterior a la Constitución de 1948.

Por eso, si usted califica y desea acceder a los beneficios de la ciudadanía europea —como estudiar, vivir y trabajar en la UE—, este podría ser el mejor momento para actuar al respecto.