Como una victoria derivada de los consensos por encima de las diferencias calificó el senador del Partido de la U, Juan Felipe Lemos, la aprobación el martes en cuatro debate de la Reforma Laboral en Colombia.
La iniciativa, que salió adelante por 13 votos a favor y tan solo dos en contra deja ahora, en concepto del congresista, muy mal parada la posibilidad de una Consulta Popular, pues de pasar el examen en el senado no tendría sentido convocarla, cuando "el Legislativo le cumplió al país". Esto dijo el dirigente político a EL TIEMPO.
Senador, ¿qué balance hace de lo sucedido en la Comisión Cuarta con la aprobación de la Reforma Laboral?
Es muy importante para el país, porque el Congreso de la República demostró que no va a entregar su prerrogativa de legislar. Además, pese a que había sectores interesados en que esta reforma no avanzara, logramos ponernos de acuerdo frente a unos puntos principales a pesar de todas nuestras diferencias
Juan Felipe Lemos, senador de 'la U'. Foto:Prensa Senado
Precisamente, ¿podría explicarnos esos puntos clave que se aprobaron en el día de ayer en el Congreso?
El primero es la estabilidad laboral, pues se define el contrato a término indefinido como regla general y se limita la figura del convenio a término fijo, donde se defne un término máximo de cinco años pero sin la posibilidad de renovarse.
El segundo es la jornada nocturna, que se determinó que que fuera de 7 de la noche a 6 de la mañana. También se aprobó un recargo de 100 por ciento para la jornada dominical y de festivos, que se aplicará de forma gradual desde el 25 de julio de este año, con el pago del 80 por ciento.
El otro tema principal es el contrato de aprendizaje. Aumentamos el pago para el aprendiz del Sena del 50 por ciento que hay en la actualidad al 75por ciento y en la parte práctica le van a pagar un salario mínimo legal mensual vigente. Adicional a eso el empleador deberá pagar la salud, la ARL y las pensiones de los aprendices.
Y también quedó la potestad que se le entrega al empleador y al trabajador de reducir la jornada laboral a cuatro días, para que los empleados puedan tener tres días libres a la semana.
Senador, llama la atención que congresistas de la propia coalición de Gobierno, como Aida Abella, votaran en contra de esa iniciativa ¿A qué atribuye usted eso?
Creo que es porque el presidente Gustavo Petro ha decidido, de cierta manera, exacerbar los ánimos de la gente en la calle. Han entendido que es mucho más rentable para ellos tener una bandera política contra el Congreso y, a través de la Consulta Popular, hacer campaña electoral exigiendo la reivindicación de derechos sociales y laborales poniendo al Legislativo como chivo expiatorio.
Esa es una estrategia, a mi juicio, ganadora para el Presidente porque la utiliza como forma de distracción para desviar la atención de las dificultades que ha tenido a la hora de gobernar.
¿El gobierno no acompañó esta iniciativa en el Congreso?
Mientras nosotros trabajamos sin descanso hasta 14 horas, los ministros solo asistieron al debate ayer y a algunas reuniones donde no estuvieron más de media hora.
¿Cómo analiza la llamada ‘jugadita’ anunciada por el ministro del Interior Armando Benedetti, quien aseguró que se podría convocar la consulta popular por decreto, ante algún tipo de nulidad en el debate en el Senado?
A punta de opinión están manejando la agenda pública. Cada semana tiran una piedra al aire y ponen a todo el mundo a hablar de eso.
Creo que todo eso son formas de distracción, lo mismo que la reivindicación de derechos laborales. El Gobierno ya tiene el sol a sus espaldas y enormes dificultades.
Por eso siento que lo único que les queda para lograr un buen rédito electoral en materia congresional y tal vez posicionar uno de sus candidatos para la segunda vuelta presidencial es utilizar la consulta popular como herramienta electoral.
¿Cree usted que si se aproba la Reforma Laboral en el Congreso, el Gobierno seguirá con la idea de impulsar la consulta popular?
Yo creo que no. Incluso, muchos compañeros nuestros que la apoyaron votarían de forma nengativa porque no tiene sentido convocarla cuando el Congreso le ha cumplido al país y saca adelante una iniciativa que reivindica los derechos laborales.