Hartazgo y molestia de la población frente a las constantes marchas y bloqueos en vías, retiro del apoyo y del liderazgo de la convocatoria por parte del Gobierno y la aprobación en tercer debate de la Reforma Laboral fueron los ingredientes que, a juicio de expertos, terminaron por influir en que los dos días de paro nacional se vivieran con protestas poco concurridas y escaso impacto político.
La normalidad que presentó durante todo este jueves el sistema masivo de transporte TransMilenio, en Bogotá, fue el mejor indicador para comprobar que la segunda jornada de huelga tuvo mucho menos convocatoria que la realizada el miércoles, cuando por cuenta de bloqueos en las vías más de un millón de personas tuvieron que movilizarse a pie hasta sus hogares y casi 30 estaciones debieron dejar de prestar servicio.
Esta vez sucedió todo lo contrario. Desde la mañana y hasta pasadas las cinco de la tarde, voceros del sistema de transporte masivo reportaban todas las estaciones en funcionamiento normal y sin alteraciones de orden público. La misma situación se vivió en ciudades como Cali y Medellín, donde se presentaron concentraciones que no generaron desórdenes ni mayores traumatismos.
Para los expertos, la aprobación de la reforma laboral dejó sin sustento a las marchas. Foto:César Melgarejo/ EL TIEMPO
Esto fue aprovechado por la oposición, que no dudó en criticar con fuerza las jornadas. “El fiasco de ayer convocado por @petrogustavo ni fue “paro”, ni fue ‘nacional”’, dijo el representante del Centro Democrático, Andrés Forero quien también aseguró que el Gobierno expidió el decreto con el que busca adelantar el recargo en “venganza por el fracaso del paro nacional”.
En la misma línea, el senador Alirio Barrera dijo: “¡El pueblo ya no se deja joder!!!! ni los comerciantes, ni los transportadores, ni los trabajadores!!! qué pena que no les llegó toda la gente al paro nacional, solo vi gamines, vándalos y desocupados”.
Sin embargo, sectores pertenecientes a la bancada afín al presidente Gustavo Petro le restaron importancia a la baja asistencia a las manifestaciones y señalaron que, en realidad, lo importante fue que la “presión” y “el miedo a las calles” hizo que el Congreso de la República pisara el acelerador y aprobara la Reforma Laboral.
Esa fue la apreciación de la senadora Isabel Zuleta: “La aprobación de la ponencia mayoritaria en Comisión Cuarta es la respuesta a la férrea defensa del Gobierno a su mandato popular y a la movilización social que no ha dado un paso atrás. La oposición tuvo que abrirle paso al debate en el Congreso por miedo a la respuesta del pueblo en la consulta popular. No fue por convicción ni por justicia: fue por presión social y temor a las calles”, dijo.
Sin logística e inversión, la marcha terminó ahogada
En Bogotá, la jornada empezó con un cabildo en la sede de la Imprenta Nacional. Foto:César Melgarejo/ EL TIEMPO
Dicha aprobación y las posteriores declaraciones del ministro del Interior Armando Benedetti, quien aseguró que de aprobarse totalmente la iniciativa se evaluaría la convocatoria o no de la Consulta Popular (eje central del paro nacional), pareció dejar sin piso la necesidad de convocar a las calles.
Por el contrario, hubo incluso manifestaciones de rechazo hacia algunas concentraciones. Prueba de ello fueron las diferentes imágenes, en sectores como Suba, en el norte de Bogotá, donde un grupo de ciudadanos se enfrentó a un grupo de manifestantes encapuchados y les impidió, a empujones, bloquear las vías.
“Hay un hartazgo de la opinión pública al menos en las cinco principales capitales del país. Es positivo que la gente esté más atenta a trabajar y entienda que hay una manipulación política alrededor de la consulta popular e interés de avivar la campaña por Cámara y Senado”, consideró el analista Carlos Arias.
Otro aspecto importante en el que coincidieron los expertos consultados por EL TIEMPO fue que el gobierno nacional, tras la aprobación en tercer debate de la Reforma Laboral, dejó prácticamente solas las manifestaciones. No hubo logística, ni presencia de altos funcionarios estatales.
Hay un hartazgo de la opinión pública al menos en las cinco principales capitales del país
CARLOS ARIASAnalista político
“La falta de logística y coordinación denotan que la gran mayoría de movimientos sociales acusan desgaste y fatiga política. No lograron sintonizar a sus bases con la convocatoria del Gobierno Nacional y la gestión en las calles fue nula. Y lo frustrante corre por cuenta de los colombianos víctimas de los bloqueos, que se contaron por millares en las vías, portales y calles de los principales centros urbanos del país”, consideró el analista y experto en seguridad Jairo Libreros.
Libreros, consideró que el hecho de que tanto el presidente Gustavo Petro como su ministro Armando Benedetti se hubieran “deslindado del liderazgo” de la jornada de protesta, terminó por reflejarse en que, si bien hubo movilizaciones, lucieron “desinfladas en términos de participación y sin voltaje político”.
En la misma línea se pronunció el analista Eduardo Piñeros quien consideró que la movilización de las bases del Gobierno tiene una “alta dependencia en la figura del Presidente Petro”. Cuando el Presidente habla, la plaza pública se llena. Cuando el Presidente está ausente, no tienen los mismos resultados”.
Tranquilidad y poca asistencia en las ciudades
Galán alerta sobre vandalismo. Foto:
Además de la normalidad que durante toda la jornada laboral se vivió en el sistema masivo de transporte TransMilenio, en Bogotá la segunda jornada del paro transcurrió con un cabildo abierto que se inició en la sede de la Imprenta Nacional, en el occidente de Bogotá y que luego se trasladó a la Plaza de Bolívar.
Allí se concentró un grupo de personas liderado por centrales obreras, sindicatos y sectores sociales, que hicieron presencia hasta caer la tarde. Al cierre de este artículo no se habían presentado incidentes, desórdenes o enfrentamientos con las autoridades.
Cali también entregó un reporte de normalidad. En esa ciudad se realizó un plantón en la Plazoleta de San Francisco (centro), donde se encuentra el edificio de la gobernación del Valle del Cauca, en el que los manifestantes adelantaron un cabildo abierto, que comprendió actividades pedagógicas y culturales alrededor de la consulta popular.
En cuanto a la movilidad, no se presentaron mayores traumatismos. Desde la Secretaría de Movilidad informaron que, además de la concentración en la Plazoleta de San Francisco, se hizo una olla comunitaria, acompañada de cierres intermitentes que no afectaron el tránsito por este sector de Cali. Entre tanto, en Puerto Rellena (Puerto Resistencia) y la Universidad del Valle, se transitó con normalidad.
En Medellín, entre tanto, se produjo una nueva marcha que avanzó sin inconvenientes. En esta oportunidad, los marchante partieron, nuevamente, de la sede de Adida, en el centro de Medellín, y se desplazaron con normalidad y de manera tranquila por las calles de la ciudad hasta llegar al Parque de las Luces, donde se realizó una toma cultural en presencia de los marchantes. Autoridades de la ciudad aseguraron que no se ha registrado ninguna eventualidad en materia de seguridad derivada de estas movilizaciones.
Bucaramanga reportó algunas dificultades de movilidad durante la mañana, derivadas de bloqueos en la autopista que va de Floridablanca a Bucaramanga, a la altura de la Puerta del Sol. Allí, desde las 8 de la mañana, se concentró un grupo de manifestantes, que luego se movilizó hacia el centro de la ciudad. Luego, la jornada transcurrió con total normalidad en Bucaramanga y su área metropolitana, reportaron las autoridades.