La figura de Jesús ha marcado la historia de la humanidad. A pesar de su mensaje de paz y humildad, su vida terminó con una ejecución pública, reservada para criminales del imperio romano. La pregunta sigue abierta: ¿quién fue responsable de su muerte? ¿Judas? ¿Una autoridad religiosa? ¿Un imperio que no toleraba disidencias?
El historiador y antropólogo Ariel Horovitz, director del Moriah International Center, plantea que no se puede entender la muerte de Jesús sin considerar el contexto político del momento. Para él, la clave no está solo en la traición de Judas, sino en una cadena de actores que operaron por intereses distintos.
El primer sospechoso de la muerte de Jesús es Judas. Foto:iStock
“El primer sospechoso, claro, es Judas, que lo entrega a cambio de unas monedas. Pero él no fue quien lo condenó”, explica, en una conversación con la organización Fuente Latina otorgada a EL TIEMPO.
Los sacerdotes del Sanedrín, añade, tenían razones para querer deshacerse de Jesús: “Su presencia en el templo, su crítica al poder religioso y su creciente popularidad eran una amenaza para el orden establecido”.
Según Horovitz, el juicio ya plantea irregularidades: “No se podía juzgar de noche. Si fue un juicio, violaron sus propias leyes; si fue un interrogatorio, buscaban razones para entregarlo”. Lo que queda claro, dice, es que no encontraron base suficiente para condenarlo según la ley judía, y lo remitieron a la autoridad romana.
Jesús fue condenado por el imperio romano. Foto:iStock
Ahí entra en escena Poncio Pilato. “Roma no crucifica por herejía. Lo que lo llevó a la cruz fue la acusación de sedición. Jesús se hacía llamar ‘rey de los judíos’, y eso era inaceptable. El único rey era el César”. La inscripción sobre la cruz, INRI, resume el motivo de la condena.
Horovitz subraya que el Sanedrín sí tenía autoridad para aplicar la pena de muerte en ciertos casos, como lo muestra el apedreamiento de Esteban años después. “Pero no fue ese el caso con Jesús. El método —la crucifixión— fue totalmente romano. La falta, también”.
"Los evangelios no lo dejan claro eso, pero leyendo una lectura minuciosa podemos entender que Jesús no violó ninguna ley judía. No blasfemó, no mencionó el nombre de Dios en vano."
La respuesta a quién mató a Jesús no es única. Foto:iStock
"La falta de Jesús a la ley fue una falta a la ley romana, no a la judía. En la cruz no le pusieron blasfemo, le pusieron Jesús de Nazaret, rey de los judíos", concluye el experto..
*Este artículo fue realizado gracias a la colaboración de Fuente Latina, una organización periodística sin fines de lucro que trabaja para conectar a los medios de comunicación hispanohablantes sobre temas del Medio Oriente.