Con la llegada del segundo día de novenas de aguinaldos, que tradicionalmente se realizan entre el 16 y 24 de diciembre, le traemos todo lo relacionado con el día dos y el orden correcto para realizar las oraciones, según la Arquidiócesis de Bogotá.
Villancico introductorio
Se recomienda iniciar las novenas de cada día con un villancico, con el fin de liberar buenas energías y felicidad, para tener toda la atención centrada en las oraciones siguientes. Este primer día, la tradicional novena se iniciará con A la nanita nana.
Oración para todos los días
Bondadoso Dios de infinita caridad, que tanto amaste a los hombres, que les diste en tu Hijo la mejor prenda de tu amor, para que, hecho hombre en las entrañas de una Virgen, naciese en un pesebre para nuestra salud y remedio.
Nosotros, en nombre de todos los mortales, te damos infinitas gracias por tan soberano beneficio. En retorno de él te ofrecemos la pobreza, humildad y demás virtudes de tu Hijo humanado, suplicándote por sus divinos méritos, por las incomodidades con que nació y por las tiernas lágrimas que derramó en el pesebre, que dispongas nuestros corazones con humildad profunda, con amor encendido, con total desprecio de todo lo terreno, para que Jesús recién nacido tenga en ellos su cuna y more eternamente.
Amén.
Gloria al Padre, al Hijo, y al Espíritu Santo.
Día dos novena de Navidad. Foto:DALL-E, generador de imagenes de ChatGPT
Reflexión del segundo día
La anunciación del ángel Gabriel a la Virgen María tuvo lugar en Nazaret, población asentada en las faldas de una colina en la región de Galilea. Sus habitantes se dedicaban al trabajo artesanal y al cultivo de la cebada, la vid, los olivos, el trigo y las legumbres. Buena parte de sus casas eran extensiones de grutas naturales adaptadas para la vida doméstica, y, una de ellas, fue testigo de la encarnación del Hijo de Dios.
Ante el anuncio del ángel, María dijo: “¿Cómo será esto, pues no tengo relaciones con ningún hombre?” Y el ángel le respondió: “El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el que ha de nacer será santo y será llamado Hijo de Dios”. Y María dijo al ángel: “Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra”. (Lucas 1, 34-38.)
La Virgen María, por ser judía, sabía de las profecías acerca de la venida del Mesías y abrigaba la esperanza de su llegada, pero, lo que no sabía era que fuera la elegida para dar cumplimiento a este anuncio. En su corazón habitaba la esperanza, y la Esperanza vino a habitar en su vientre.
El ángel le hizo saber a la Virgen María que la encarnación del Hijo de Dios sería obra del Espíritu Santo, y no por intervención de José, con quien ya estaba comprometida, sin vivir juntos todavía. El hijo que llevaría en su vientre era el esperado de todos los tiempos, el hijo de Dios y, a la vez, su hijo, que necesitó de su seno para encarnarse y tomar un cuerpo como el nuestro.
Animada por la fe y la esperanza, María dijo sí al designio de Dios, y comenzó en ella la historia humana de Dios con nosotros, en que nuestra esperanza es fiable y verdadera.
En el corazón de toda persona anida la esperanza, y María, en su interior, acogió el mensaje del ángel, lleno de luz y bondad. Por el amor que le profesaba a Dios, aceptó ser la madre de El Salvador y, por amor, recibió al Mesías en su seno, ya que la esperanza nace y se funda en el amor.
Como María, hagamos de nuestros corazones un refugio que acoge la esperanza y a Jesucristo. Permitir que el Señor habite en nosotros nos permitirá tener una visión de la vida llena de esperanza y entusiasmo. La esperanza cristiana no es un mero optimismo; entraña un don divino que nos hace anhelar la venida del Mesías y mirar al futuro con deseo y expectativa de bien. Por tanto, superemos la soledad de aquellos corazones que solo albergan caprichos humanos y viven ausentes de Dios y de su esperanza, para contemplar la vida con ojos nuevos y convertir lo más profundo del ser humano en el lugar de encuentro con Dios.
Oración a la Virgen María Foto:DALL-E, generador de imagenes de ChatGPT
Oración a la Santísima Virgen María
Soberana María, que por tus grandes virtudes y especialmente por tu humildad, merecisteis que todo un Dios te escogiese por madre suya. Te suplicamos que tú misma prepares y dispongas mi alma y la de todos los que en este tiempo hiciesen esta novena, para el nacimiento espiritual de tu adorado Hijo.
¡Oh, dulcísima Madre! Comunícanos algo del profundo recogimiento y divina ternura con que le guardaste, para que nos hagáis menos indignos de verle, amarle y adorarle por toda la eternidad. Amén.
Dios te salve, María.
Oración a San José Foto:DALL-E, generador de imagenes de ChatGPT
Oración a San José
¡Oh Santísimo José, esposo de María y padre adoptivo de Jesús! Infinitas gracias damos a Dios porque te escogió para tan altos ministerios y te adornó con todos los dones proporcionados a tan excelente grandeza.
Te rogamos, por el amor que tuviste al Divino Niño, que nos abraces en fervorosos deseos de verle y recibirle sacramentalmente, mientras en su divina esencia le veamos y le gocemos en el cielo.
Amén.
Padre Nuestro.
Gozos Foto:DALL-E, generador de imagenes de ChatGPT
Gozos para todos los días
- Dulce Jesús mío, mi niño adorado ¡Ven a nuestras almas! ¡Ven no tardes tanto!
- 1. ¡Oh, Sapiencia suma del Dios soberano, que a infantil alcance te rebajas sacro! ¡Oh, Divino Niño, ven para enseñarnos! la prudencia que hace verdaderos sabios!
- 2. ¡Oh, Adonai potente que Moisés hablando, de Israel al pueblo diste los mandatos! ¡Ah, ven prontamente para rescatarnos, y que un niño débil muestre fuerte el brazo!
- 3. ¡Oh, raíz sagrada de José que en lo alto! presenta al orbe tu fragante nardo! Dulcísimo Niño que has sido llamado Lirio de los valles, bella flor del campo.
- 4. ¡Llave de David que abre al desterrado! las cerradas puertas del regio palacio! ¡Sácanos, oh Niño con tu blanca mano, de la cárcel triste que labró el pecado!
- 5. ¡Oh, lumbre de Oriente, sol de eternos rayos, que entre las tinieblas, tu esplendor veamos! Niño tan precioso, dicha del cristiano, luzca la sonrisa de tus dulces labios.
- 6. ¡Espejo sin mancha, santo de los santos, sin igual imagen del Dios soberano! ¡Borra nuestras culpas, salva al desterrado y en forma de niño, da al mísero amparo.
- 7. ¡Rey de las naciones, Emmanuel preclaro, De Israel anhelo Pastor del rebaño! ¡Niño que apacientas con suave cayado, ya la oveja arisca, ya el cordero manso!
- 8. ¡Ábranse los cielos y llueva de lo alto, bienhechor rocío como riego santo! ¡Ven hermoso Niño, ven Dios humanado ¡Luce, Dios estrella! ¡Brota, flor del campo!
- 9. ¡Ven, que ya María previene sus brazos, do su niño vean, en tiempo cercanos! ¡Ven, que ya José, con anhelo sacro, se dispone a hacerse de tu amor sagrario!
- 10. ¡Del débil auxilio, del doliente amparo. Consuelo del triste, luz del desterrado! ¡Vida de mi vida, mi dueño adorado, mi constante amigo, mi divino hermano.
- 11. ¡Ven ante mis ojos, de ti enamorados! ¡Bese ya tus plantas! ¡Bese ya tus manos! ¡Prosternado en tierra, te tiendo los brazos, y aún más que mis frases, te dice mi llanto!
- 12. ¡Ven Salvador nuestro por quien suspiramos. Ven a nuestras almas, Ven, no tardes tanto!
Oración al Niño Jesús Foto:DALL-E, generador de imagenes de ChatGPT
Oración al Niño Jesús
Acuérdate, ¡oh, dulcísimo Niño Jesús!, que dijiste a la venerable Margarita del Santísimo Sacramento, y en persona suya a todos tus devotos estas palabras tan consoladoras para nuestra pobre humanidad agobiada y doliente. “Todo lo que quieras pedir, pídelo por los méritos de mi infancia y nada te será negado”.
Llenos de confianza en ti, oh Jesús, que eres la misma verdad, venimos a presentarte toda nuestra miseria. Ayúdanos a llevar una vida santa, para conseguir una eternidad bienaventurada. Concédenos por los méritos de tu encarnación y de tu infancia, la gracia de la cual necesitamos tanto.
Nos entregamos a Ti, ¡!oh Niño omnipotente!, seguros de que no quedará frustrada nuestra esperanza y de que, en virtud de tu divina promesa, acogerás y responderás favorablemente nuestra súplica. Amén.
Gloria al Padre, al Hijo, y al Espíritu Santo.
Villancico de cierre
Para finalizar el segundo día de novena es recomendable hacerlo con un villancico. Le recomendamos el Los peces en el río.
Día 2 de la novena de aguinaldos
ALEJANDRA HERNÁNDEZ TORRES
REDACCIÓN ALCANCE DIGITAL
EL TIEMPO