El municipio de Ciénaga, Magdalena, enfrenta un panorama desolador al acercarse al umbral de 100 homicidios en lo que va de 2024.
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Este alarmante balance de víctimas resalta el grave deterioro de la seguridad en lo que es considerado el segundo municipio más importante del departamento, después de Santa Marta.
Con una población de aproximadamente 109.000 habitantes, Ciénaga presenta más muertes violentas que ciudades mayores como Valledupar, que, con una población de 505,000 personas, registra 92 homicidios.
Organizaciones de derechos humanos y líderes comunitarios han expresado su preocupación ante la escalada de violencia en Ciénaga.
La Plataforma de Defensores de Derechos Humanos, Ambientales y Liderazgos de la Sierra Nevada (PDHAL) calificó la situación de "supremamente preocupante", señalando el impacto directo que la violencia tiene en la vida cotidiana de los cienagueros.
Una respuesta policial
Ante la creciente violencia, la Policía Metropolitana de Santa Marta, responsable de la seguridad en Ciénaga, ha incrementado sus esfuerzos para reducir los índices de criminalidad.
El comandante de la institución, coronel Jorge Bernal, informó que se han realizado capturas de sicarios asociados con el Clan del Golfo y las Autodefensas Conquistadores de la Sierra, grupos implicados en diversos homicidios en la región.
“Estamos aumentando los patrullajes y operativos, logrando resultados importantes en la reducción de delitos y detenciones de autores involucrados en homicidios en la parte norte de Magdalena”, indicó el coronel Bernal.
Sin embargo, estos operativos, aunque efectivos en algunos aspectos, parecen insuficientes para frenar la ola de violencia.
De acuerdo con la PDHAL, el esfuerzo de las autoridades necesita complementarse con una estrategia integral que incluya la prevención y el fortalecimiento del tejido social en el municipio.
Una crisis que demanda un enfoque de derechos humanos
La PDHAL ha instado al gobierno y a las autoridades locales a implementar un plan de acción integral que incluya medidas de seguridad y estrategias preventivas, pero también un enfoque basado en derechos humanos.
"Cualquier intervención debe ir acompañada de un enfoque de derechos humanos para evitar abusos y garantizar una recuperación efectiva del tejido social", señaló un vocero de la plataforma, quien enfatizó en la importancia de abordar las causas estructurales de la violencia, como el tráfico de drogas y la disputa territorial entre grupos criminales.
Testimonios de líderes comunitarios
Habitantes y líderes comunitarios de Ciénaga se sienten cada vez más inseguros y demandan respuestas concretas.
Vivimos con miedo, la gente ya no sale como antes; el ambiente está cargado de tensión
Luis Romero, líder de un barrio popular del municipio, comenta: “Vivimos con miedo, la gente ya no sale como antes; el ambiente está cargado de tensión y desconfianza. Es necesario que el gobierno haga algo más que enviar patrullas”.
Por su parte, Marta Silva, otra habitante, señala que los programas de prevención son esenciales para evitar que los jóvenes sean atraídos por los grupos delictivos.
“Hace falta más inversión en educación, deporte y cultura; son las herramientas para que los jóvenes no vean en la criminalidad una opción de vida”, afirmó.
Causas del aumento de la violencia
La situación de Ciénaga es, según líderes y defensores de derechos humanos, un reflejo de un problema más amplio en la región del Magdalena, donde los conflictos entre grupos armados, el tráfico de drogas y la falta de oportunidades están alimentando un ciclo de violencia que parece no tener fin.
La comunidad espera acciones contundentes por parte de las autoridades para detener esta crisis. Los habitantes y líderes sociales coinciden en la necesidad de un plan coordinado que permita la recuperación de la seguridad y la paz en el municipio.
Roger Urieles
Para EL TIEMPO Santa Marta
En X: @rogeruv