Santa Marta al borde del colapso sanitario; la ciudad en emergencia por el rebosamiento de alcantarillas permanente

hace 4 días 22

La emergencia por el colapso del sistema de alcantarillado en Santa Marta no es un fenómeno reciente, pero ha alcanzado niveles críticos que afectan la vida diaria de residentes, comerciantes y turistas.

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La Estación de Bombeo de Aguas Residuales (Ebar) Norte, pieza clave del sistema, ha cumplido su vida útil y opera al límite de su capacidad, funcionando al 30-40% según Isis Navarro, agente especial de la Empresa de Servicios Públicos de Santa Marta (Essmar).

Una ciudad en crecimiento con infraestructura obsoleta

El crecimiento acelerado de Santa Marta ha sobrepasado la capacidad del sistema de alcantarillado, diseñado hace décadas para una población mucho menor.

A esta problemática se suma la ausencia de un sistema de alcantarillado pluvial, lo que provoca que las aguas de lluvia se mezclen con las residuales, desbordando un sistema ya colapsado. Esto ha generado una crisis visible especialmente en los barrios del norte y en la zona céntrica, donde las aguas residuales se rebosan, invadiendo calles y viviendas.

“Es una situación insostenible. Cada vez que llueve, el centro de la ciudad se convierte en un río de aguas negras. Esto no solo afecta la imagen de Santa Marta, sino que pone en riesgo nuestra salud”, comentó Luis Álvarez, comerciante del Centro Histórico, quien a diario debe soportar los olores y la laguna que se forma alrededor de su negocio.

El esfuerzo de la Essmar para afrontar la crisis

Essmar, intervenida por la Superintendencia de Servicios Públicos, ha confirmado que el Ministerio de Vivienda destinó 31 mil millones de pesos para la renovación de la Ebar Norte.

Trabajadores de Essmar atendiendo la emergencia.

Trabajadores de Essmar atendiendo la emergencia.

Foto:Essmar

Esta inversión se centrará en la reconstrucción del manifold deteriorado y otras adecuaciones necesarias.

Mientras tanto, cuadrillas de trabajadores se enfrentan a un reto constante: reparar las fallas y evitar que la crisis empeore.

“La madrugada del martes logramos corregir una fuga en la bomba número 2, pero sabemos que es un alivio temporal. Si no se hacen las inversiones, los rebosamientos seguirán siendo inevitables”, explicó Isis Navarro, a quien desde que  la Essmar se encuentra intervenida, es la primera agente especial que se le ve en los sitios de la emergencia supervisando que se supere la contingencia en el menor tiempo posible.

A Isis Navarro se le ve con las botas puestas, paraguas y toda la exigencia a sus operarios para frenar los rebosamientos que se desatan durante cada falla de la estación de bombeo.

Un impacto ambiental preocupante

Además del impacto sanitario y social, esta crisis también afecta al medio ambiente. Las aguas residuales recorren más de 25 kilómetros hasta llegar al Ebar Norte. Posteriormente terminan en el mar sin recibir ningún tratamiento. Esto genera una carga contaminante que pone en peligro los ecosistemas marinos.

Isis Navarro expresó igualmente que L a construcción de plantas de tratamiento de aguas residuales en diferentes puntos de Santa Marta se ha convertido en una necesidad urgente para mejorar las condiciones del sistema.

Descentralizar el tratamiento permitiría procesar las aguas residuales de manera más eficiente, reduciendo el costo del bombeo y minimizando los riesgos de rebosamientos en temporadas de lluvias

Actualmente, todas las aguas terminan siendo vertidas al mar sin tratamiento previo. Este proceso no solo genera una alta carga contaminante en las playas y la fauna marina, sino que también impacta negativamente la salud pública y la imagen turística de la ciudad.

“Descentralizar el tratamiento permitiría procesar las aguas residuales de manera más eficiente, reduciendo el costo del bombeo y minimizando los riesgos de rebosamientos en temporadas de lluvias”, detalló la agente especial.

Implementar este tipo de infraestructura marcaría un paso clave hacia la recuperación ambiental de Santa Marta y reforzaría su compromiso con el desarrollo sostenible, beneficiando a residentes, turistas y ecosistemas por igual.

La comunidad pide cambios estructurales

Aunque se reconoce el esfuerzo de la administración actual en atender las emergencias de manera oportuna, los samarios demandan soluciones de fondo.

Por el momento la Essmar emite diferentes recomendaciones entre las que incluye no arrojar pañales, toallas higiénicas o residuos sólidos al sistema y evitar abrir las tapas de las alcantarillas para drenar las lluvias.

“Estamos comprometidos en atender cada emergencia y darle solución hasta donde esté la capacidad de la empresa”, advirtió Navarro, quien reconoce el esfuerzo y la voluntad de sus operarios para afrontar cada crisis.

Con calles inundadas Santa Marta vive una paradoja: una ciudad con una belleza natural única, sin agua potable pero con rebosamientos de alcantarilla permanente por la falta de inversión y planificación en su infraestructura básica.

Por Roger Urieles

Para EL TIEMPO Santa Marta

En X: @rogeruv

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