Hay desespero en el entorno de Santa Fe y no es para menos. El equipo no gana, se le olvidó, se le refundió la palabra gol, agotó sus ideas, no produce, no define, no gusta. Este equipo se desplomó y ahora empató en casa contra Boyacá Chicó 0-0. La paciencia está al límite y la entrada a los ocho cogió cara de martirio.
Qué alguien explique qué le pasó a este equipo, que alguien descifre dónde quedó lo bueno que intentaba mostrar antes de que llegara el nuevo entrenador Jorge Bava, que alguien encuentre el enigma de un equipo que navega hacia atrás en la tabla, como si quisiera hacer méritos para quedarse afuera.
Santa Fe vs. Chicó. Foto:Sergio Acero Yate / EL TIEMPO
Este domingo fue otro domingo amargo y aburrido para la afición cardenal. Porque el equipo otra vez se estrelló, ya no solo contra el rival sino contra sus propias falencias. La excusa ya no puede ser que elaboraron, sobre todo en el segundo tiempo, y que les faltó definición, no. La realidad es que otra vez dejó escapar los puntos.
Es inexplicable lo que le está pasando al equipo. Al minuto 45 Jeison Angulo pudo espantar los fantasmas de El Campín, pudo romper el maleficio, pudo mandar a la casa a la afición con una sonrisa, esa sonrisa del que sabe que no se juega bien pero se gana, pero nada de eso pasó. Santa Fe atacó, lanzó el pase atrás, hubo un rebote, y la pelota le quedó a Jeison que estaba solo, muy solo, de frente al arco, arco enorme, y Jeison, elegido para ser el héroe, tiró el balón afuera.
"Que se vayan todos", gritó la afición en medio de sus desespero y su rabia. Los jugadores se marcharon cabizbajos, apenados. Y eso que no hemos dicho que Chicó casi le gana, en el último segundo fallaron el gol que hubiera sido catástrofe cardenal.
Santa Fe creó las opciones, eso es real, pero no define y su juego en conjunto no gusta. Hugo Rodallega, el goleador, hizo su intento con un remate, pero fue a las manos del portero cuando eso mismo normalmente hubiera sido gol. Zapata punteó un balón que llegó de un centro y de nuevo atajó el arquero. Y mientras tanto, Chicó le creo la menos dos buenas ocasiones de anotar, que salvó el portero Marmolejo.
Bava hizo los cambios, Santa Fe sumó jugadores en ataque, Mosquera probó en la media distancia, tiró centros, hubo uno que López conectó de cabeza y estaba para ser un golazo y el arquero atajó. Este fue uno de esos partidos en los que Santa Fe se pudo quedar jugando toda la tarde y toda la noche y no le iba a entrar la pelota. Qué alguien descifre qué le pasó a este equipo...
PABLO ROMERO
Redactor de DEPORTES
@PabloRomeroET