La capacidad de reconocer y saber cómo actuar ante una situación de peligro, ante las señales de emergencia o llamadas de auxilio es esencial para garantizar la seguridad de todos, en especial cuando se está visitando un país extranjero.
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Estas señales constituyen uno de los lenguajes universales más importantes del mundo, pero, ¿qué tan bien las conocen los colombianos?
Para evaluar estos conocimientos y explorar cómo el dominio de una lengua extranjera contribuye a la seguridad de las personas fuera de su país de origen, un estudio realizado por la plataforma de aprendizaje de idioma Preply realizó una encuesta global en 27 países, incluido Colombia.
Colombia: expertos en reaccionar ante el abuso, pero menos preparados para detectar señales de auxilio
Este estudio pone de relieve los puntos fuertes y débiles de los colombianos a la hora de conocer los gestos y códigos de socorro, y definir los retos que hay que superar para reforzar la seguridad colectiva.
Según los resultados del estudio, solo el 34 % de los colombianos revisa los números de emergencia locales antes de viajar, evidenciando una falta de preparación ante posibles situaciones de riesgo.
Además, solo el 33 % está familiarizado con frases clave o señales de ayuda específicas en caso de violencia o secuestro. Estas cifras son alarmantes, considerando que en un contexto de viaje internacional, conocer cómo pedir ayuda puede marcar la diferencia entre la seguridad y el peligro.
Colombia se sitúa en la novena posición en el ranking global de personas que saben cómo reaccionar cuando alguien pide ayuda, con un 51 % en comparación a los otros países de la lista incluidos Corea del Sur, liderando con un impresionante 73 %, seguida de Alemania (59 %) y Brasil (58 %).
En términos de como reaccionar ante una situación de abuso, Colombia se posiciona con un 55 % ocupando el segundo puesto, demostrando una notable conciencia y preparación en la intervención frente al acoso o violencia.
Encabezando la lista se encuentra Corea del Sur, que ocupa el primer lugar en esta categoría. El ranking de los cinco países mejor posicionados se completa con Brasil en el tercer puesto; Italia, en el cuarto, y Tailandia, en el quinto.
A pesar de esta alta clasificación, Colombia y los demás países en el top cinco aún enfrentan desafíos en el reconocimiento y la respuesta efectiva a señales de auxilio más sutiles o universales, subrayando la necesidad de fortalecer la educación y la capacitación en este aspecto crucial de la seguridad personal y colectiva.
¿Cómo están los colombianos respecto a las señales de emergencia?
Respecto al conocimiento de señales específicas, tan solo el 10 % de los colombianos sabe que un punto negro en la palma de la mano es una señal para pedir ayuda en casos de violencia de género.
Estas herramientas de alerta están diseñadas para situaciones de riesgo en contextos donde la discreción es esencial
Esta señal discreta surgió como una campaña para ayudar a las víctimas de violencia doméstica a pedir ayuda sin alertar a su agresor. La baja penetración de esta señal en la sociedad colombiana resalta la falta de difusión y la necesidad de estrategias de sensibilización más amplias.
Además, solo el 15 % de los encuestados conoce que el acrónimo "STAN" significa «Send The Authorities Now» (Enviar a las autoridades ahora), utilizado para solicitar la intervención inmediata de la policía en situaciones de peligro.
Otras señales críticas, como el Angel Shot y la petición de “hablar con Ángela”, son reconocidas solo por el 11 % de los colombianos. “Estas herramientas de alerta están diseñadas para situaciones de riesgo en contextos donde la discreción es esencial, pero su escasa difusión en Colombia revela una brecha significativa en la formación y capacitación sobre métodos específicos de pedir ayuda”, puntualizó el estudio.
Este desconocimiento podría tener implicaciones graves en escenarios donde la intervención rápida es esencial para garantizar la seguridad personal y una reflexión sobre las políticas públicas en materia de seguridad y prevención.
La seguridad durante los viajes: más allá de la fiesta
Durante el periodo vacacional, que es el momento por excelencia para el descanso y la fiesta, la seguridad sigue siendo una preocupación importante.
El estudio de Preply revela que, aunque el 49 % de los encuestados planea salir de fiesta durante sus vacaciones, un significativo 68 % revisa la seguridad del destino antes de viajar.
La búsqueda de información de seguridad previa al viaje es también significativa: el 36 % de los encuestados asegura buscar los principales números de emergencia del destino al que viaja y el 29 % verifica las señales de socorro, frases clave o el proceso a seguir en caso de ser testigos de un intento de violencia o secuestro.
Esta preparación refleja un compromiso por parte de los viajeros para mantenerse a salvo, aunque las cifras aún sugieren que hay margen de mejora.
El ingles como herramienta de seguridad
El ingles sigue siendo una herramienta importante para las personas que viajan al extranjero, con un 94 % de los encuestados afirmando que se sienten más seguros hablando este idioma.
Esta prevalencia del inglés como lengua internacional facilita la comunicación en situaciones de emergencia, pero también plantea retos si los viajeros no están preparados para manejar otros idiomas locales.
La sensación de seguridad asociada a saber realmente un idioma, resalta la importancia de la preparación lingüística para los viajeros
Aunque la dependencia del inglés proporciona una sensación de seguridad, también puede llevar a una estandarización lingüística que marginalice a aquellos que no dominan el idioma.
Según el estudio, “la sensación de seguridad asociada a saber realmente un idioma resalta la importancia de la preparación lingüística para los viajeros. En cuanto a la seguridad, los resultados de esta encuesta revelan sólidos puntos de apoyo, pero también importantes algunas en el conocimiento de las señales de emergencia”
Fomentar el multilingüismo y el respeto por los conocimientos lingüísticos diversos puede ayudar a crear un entorno de viaje más inclusivo y seguro para todos.