La creciente ola de violencia derivada de la confrontación entre bandas criminales en Barranquilla y su área metropolitana ha llamado la atención de la Universidad de Cambridge. En su más reciente publicación sobre estudios latinoamericanos, la institución presentó una investigación que analiza el impacto de los crímenes con desmembramientos en la capital el Atlántico y su uso como herramienta de control criminal.
La investigación, liderada por expertos en criminología y psicología social como Luis Trejos, investigador de la Universidad del Norte y director del Instituto de Desarrollo Político e Institucional (Idep) y Reinell Badillo-Sarmiento analiza las consecuencias de estos crímenes en la población, destacando el aumento del miedo colectivo, el deterioro de la confianza en las instituciones y las profundas secuelas psicológicas en los habitantes.
Este informe revela que, entre 2013 y 2023, se registraron al menos 25 casos de desmembramientos en Barranquilla, aunque los investigadores advierten que la cifra real podría ser significativamente mayor debido al subregistro. Según el informe, esta práctica responde a una estrategia de consolidación de "regímenes de gobernanza criminal", donde la violencia extrema no solo busca infundir terror en la población y en los grupos rivales, sino también funcionar como un mecanismo disciplinario dentro de las propias organizaciones delictivas.
Luis Trejos, investigador de la Universidad del Norte y director del Instituto de Desarrollo Político e Institucional (Idep), se refirió al alcance de este estudio y explicó que las organizaciones recurren a una práctica de extrema sevicia como el desmembramiento.
Lo que encontramos es que, a medida que la violencia entre grupos criminales aumenta, es necesario llevar la brutalidad más allá. Ya no basta con asesinar; la violencia debe ser ‘espectacular’ y exhibida, lo que se conoce como violencia extra letal

Luis Trejosinvestigador de la Universidad del Norte y director del Instituto de Desarrollo Político e Institucional (Idep)
El estudio subraya que esta práctica representa una estrategia para gobernar a través del miedo, otorgando legitimidad territorial a los grupos armados. Además de sembrar el terror entre la población, los desmembramientos cumplen una función interna al disuadir la deserción y asegurar la obediencia dentro de las propias organizaciones criminales.
La Universidad de Cambridge ha centrado su atención en la alarmante práctica de los desmembramientos en Barranquilla y su área metropolitana, reconociendo su impacto en la dinámica de la violencia urbana y la gobernanza criminal en la región.
Un clima de terror e incertidumbre
Autoridades incrementarán vigilancia en las calles para mantener el orden en la cuarentena. Foto:Vanexa Romero - EL TIEMPO
Los investigadores encontraron que el 68% de los encuestados afirmaron haber cambiado sus hábitos diarios por temor a la violencia, evitando salir de noche o frecuentar ciertas zonas de la ciudad. Asimismo, un 52% manifestó haber desarrollado síntomas de ansiedad o insomnio a raíz de estos eventos. Además, se determinó que un 47% de los ciudadanos ha considerado la posibilidad de abandonar la ciudad debido a la sensación de inseguridad.
El estudio, que se llevó a cabo durante dos años con entrevistas a víctimas indirectas, funcionarios de seguridad y expertos en salud mental, muestra que los desmembramientos han generado una crisis de percepción en la seguridad de la ciudad. La exposición a estos crímenes ha provocado un incremento en la ansiedad y el estrés postraumático en la población, especialmente en quienes han presenciado o han sido testigos indirectos de los hallazgos de cuerpos mutilados.
Impacto en la confianza institucional
Otro hallazgo preocupante del estudio es el debilitamiento de la confianza en las autoridades encargadas de la seguridad y la justicia. Más del 70% de los entrevistados expresó desconfianza en la capacidad de las instituciones para resolver estos crímenes y frenar su recurrencia. La impunidad y la falta de esclarecimiento de muchos de estos casos han generado una percepción de vulnerabilidad entre los ciudadanos.
Un 65% de los encuestados considera que estos crímenes están vinculados a bandas criminales organizadas que operan con relativa impunidad. Asimismo, el 58% cree que la falta de respuestas contundentes por parte del gobierno ha fomentado un sentimiento de abandono y desprotección.
"Estos actos no solo buscan eliminar físicamente a una persona, sino que también envían un mensaje de dominio y control a la comunidad", explicó el Dr. Michael Reynolds, director del estudio. "El impacto psicológico es devastador, ya que genera una sensación de desprotección y miedo permanente".
Consecuencias en la salud mental de los ciudadanos
Policía Metropiolitana de Barranquilla. Foto:Alcaldía de Barranquilla
El análisis también arrojó que los habitantes de Barranquilla han desarrollado síntomas de estrés crónico, lo que ha derivado en problemas de salud mental más graves como depresión, ataques de pánico y paranoia. Los psicólogos que participaron en la investigación resaltaron que la constante exposición a estos crímenes puede generar un efecto de normalización de la violencia, haciendo que las nuevas generaciones crezcan en un entorno marcado por la brutalidad y la impunidad.
Se determinó que un 41% de los jóvenes entre 18 y 25 años presenta síntomas de estrés postraumático debido a la violencia en la ciudad. Además, el 39% de los adultos mayores de 50 años expresó sentirse más vulnerable y con miedo de salir a la calle, incluso en horarios diurnos.
"El miedo prolongado afecta la calidad de vida, la productividad y la cohesión social. Muchas personas prefieren no hablar del tema por temor a represalias, lo que contribuye a una cultura de silencio y resignación", afirmó la psicóloga forense Ana María Guzmán, colaboradora del estudio.
Llamado a la acción
Los investigadores han hecho un llamado urgente a las autoridades locales para que refuercen las estrategias de seguridad y prevención del delito. También recomendaron la implementación de programas de apoyo psicológico para las comunidades afectadas y campañas de sensibilización que ayuden a combatir la normalización de estos crímenes.
Entre las propuestas destacadas, el estudio sugiere la creación de centros de atención psicológica gratuita para víctimas de violencia urbana, así como programas de intervención temprana en colegios y comunidades vulnerables para prevenir el impacto psicológico en niños y adolescentes.
Este estudio de la Universidad de Cambridge ha puesto en evidencia la profunda crisis social que estos actos violentos han generado en Barranquilla. La urgencia de tomar medidas efectivas es evidente, pues la ciudad enfrenta no solo una crisis de seguridad, sino también un problema de salud mental que podría tener consecuencias a largo plazo en su desarrollo social y económico.
Según la Policía Metropolitana de Barranquilla los índices delincuenciales han disminuido. Foto:Alcaldía
El estudio destaca que los desmembramientos son utilizados como una forma de "violencia extra letal", diseñada para ser "espectacular" y pública, amplificando su efecto intimidatorio. Esta estrategia de violencia extrema se ha observado no solo en Colombia, sino también en otros países de la región, como México y Brasil, donde las organizaciones criminales buscan consolidar su control territorial y disciplinar tanto a sus miembros como a la población civil.
La investigación subraya que los desmembramientos se han convertido en una herramienta de gobernanza criminal en Barranquilla, utilizada para establecer y mantener el control territorial a través del miedo y la violencia extrema.: "Este fenómeno refleja una preocupante normalización de la crueldad en la región, que requiere una atención urgente por parte de las autoridades y la sociedad en general para abordar sus causas y consecuencias".