Cada diez minutos, una mujer o niña es asesinada por su pareja u otro miembro de su familia, es decir, un promedio de 140 mujeres y niñas que pierden la vida cada día a manos de una pareja o un familiar en todo el mundo.
Conforme a los criterios de
Así lo reveló este lunes el informe 'Feminicidios en 2023' realizado por ONU Mujeres y la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), publicado con motivo del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres que se conmemora cada 25 de noviembre, y que pone en evidencia que el feminicidio sigue siendo un problema generalizado.
Según revela el informe, un estimado de 85.000 mujeres y niñas fueron asesinadas intencionalmente a nivel mundial en 2023. De estos homicidios, el 60 por ciento –aproximadamente 51.100– fueron cometidos por una pareja o familiar de las víctimas (padres, madres, tíos, hermanos, entre otros), lo que revela que el hogar sigue siendo el lugar más peligroso para ellas.
El dato es superior al de 2022, cuando ONU Mujeres estimó que la cifra de mujeres y niñas asesinadas por sus parejas o sus familiares fue de 48.800. Sin embargo, las agencias de Naciones Unidas enfatizan en que los datos no son suficientes para pronosticar un aumento, sino que el cambio se debe a la diferencia en la disponibilidad de datos sobre el feminicidio en los distintos países.
Las agencias calculan además que el 80 por ciento de todas las víctimas de homicidio en 2023 eran hombres, mientras que el 20 por ciento eran mujeres, pero enfatizan en que la violencia letal en el seno de la familia afecta mucho más a las mujeres que a los hombres (solo el 11,8 por ciento de los hombres asesinados en 2023 murieron a manos de su pareja o un familiar).
África, la región con mayor número de víctimas
Según el informe, África es la región con el mayor número de víctimas, con un estimado de 21.700 feminicidios cometidos por la pareja o por un familiar en 2023.
Le siguen el continente asiático, con un estimado de 18.500 mujeres asesinadas por sus parejas o por algún integrante de su familia; las Américas, con 8.300 víctimas; Europa, con un estimado de 2.300 mujeres asesinadas; y Oceanía, con 300. Aunque nuevamente el informe recomienda interpretar las estimaciones con cautela debido a las limitaciones en la disponibilidad de los datos.
"El feminicidio representa la manifestación más extrema de la violencia de género contra mujeres y niñas. Muy a menudo, estos asesinatos no son incidentes aislados, sino la culminación de formas preexistentes de violencia de género que afectan a todas las regiones y países del mundo", señalan las agencias de Naciones Unidas.
A nivel mundial, ONU Mujeres y UNODC estiman que alrededor de 1,3 mujeres por cada 100.000 fueron asesinadas por su pareja u otro miembro de su familia en 2023. El continente africano reporta nuevamente la tasa más alta de feminicidios relacionados con la pareja o la familia, con 2,9 por cada 100.000 mujeres.
Después de África se sitúan América (con 1,6 víctimas por cada 100.000 mujeres), Oceanía (1,5), Asia (0,8) y Europa (0,6 por cada 100.000).
Divergencias entre regiones y subregiones
Las agencias de la ONU revelan que la relación entre víctimas y agresores difiere entre regiones y subregiones. Mientras en Europa y América la mayoría de los feminicidios son cometidos por la pareja de las víctimas (64 por ciento y 58 por ciento, respectivamente); en África, Asia y Oceanía los datos evidencian que la mayoría de feminicidios son cometidos por otros miembros de la familia (59 por ciento vs. 41 por ciento asesinadas por sus parejas).
En el caso de las subregiones, por ejemplo, la tasa de feminicidio en los países de Europa del Este es aproximadamente el doble que en otras partes del continente. Y en América, la tasa de femicidio relacionado con la pareja íntima/familiar es sistemáticamente más alta en Centroamérica.
El informe revela además que, debido a la falta de datos suficientes, solo es posible analizar cómo se ha movido la tendencia de los feminicidios en América y Europa. Así, en América la tasa de feminicidios relacionados con la pareja íntima o la familia se ha mantenido relativamente estable desde 2010, mientras que en Europa ha disminuido lentamente entre 2010 y 2023 (una reducción del 20 por ciento).
"Las tendencias a largo plazo del feminicidio en esas dos regiones sugieren que los cambios reales, cuando se producen, son muy lentos, lo que indica que los factores de riesgo y las causas que impulsan esta forma de violencia interpersonal están arraigados en prácticas y normas que no cambian con rapidez", agrega el documento.
Necesitamos leyes sólidas, mejor recopilación de datos, mayor responsabilidad gubernamental, una cultura de tolerancia cero
Otro revelador dato del informe señala que una importante proporción de las mujeres asesinadas por sus parejas habían denunciado previamente algún tipo de violencia física, sexual o psicológica (entre el 22 y el 37 por ciento de las víctimas).
El informe pone de ejemplo el caso de Colombia donde, según datos del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, 531 mujeres fueron asesinadas por su pareja o expareja entre 2014 y 2017. En el 35,4 por ciento de los casos, las autoridades habían certificado violencia de pareja previo al feminicidio.
Desmantelar prejuicios y mejorar las leyes, los retos
Para hacerle frente a esta problemática, ONU Mujeres y UNODC señalan que es fundamental enfrentar y desmantelar "los prejuicios de género, las desigualdades de poder y los estándares nocivos que perpetúan la violencia contra las mujeres", así como contar con sistemas de justicia sólidos que garanticen el apoyo a las mujeres víctimas de violencia y hagan rendir cuentas a los responsables de los feminicidios.
“La violencia contra las mujeres y niñas puede evitarse. Necesitamos leyes sólidas, mejor recopilación de datos, mayor responsabilidad gubernamental, una cultura de tolerancia cero y más financiamiento para las organizaciones por los derechos de las mujeres y los organismos institucionales", concluye Sima Bahous, directora Ejecutiva de ONU Mujeres.
ANGIE NATALY RUIZ HURTADO - REDACCIÓN INTERNACIONAL - EL TIEMPO