En la mañana de este 6 de marzo, habitantes de Barrancabermeja denunciaron a través de imágenes una grave contaminación con crudo en la quebrada Lizama 2, la misma zona que sufrió una seria afectación ambiental en 2018 debido a un derrame y afloramiento de crudo en el pozo Lizama 158, un hecho catastrófico y de conocimiento a nivel nacional.
En varias imágenes se observa el derrame de crudo en la quebrada, y los habitantes hacen un llamado urgente a las autoridades competentes para mitigar la contaminación y la afectación.
Derrame de crudo en Lisama Foto:Archivo particular
Ante esto, Ecopetrol emitió un comunicado informando que activó un plan de contingencia para atender la emergencia ocurrida en una tubería del pozo Lizama 166.
La petrolera indicó que se trata de la presencia de trazas de crudo y que, con el plan de contingencia, se está realizando el aislamiento seguro del pozo.
"En el sitio, la cuadrilla de emergencias ambientales desplegó acciones como la instalación de cuatro barreras, el uso de un camión de vacío y otros equipos para la recolección de los fluidos registrados en el área", informó la estatal.
Ecopetrol activó plan de contingencia en quebrada. Foto:Ecopetrol
Además, indicó que continúan las labores de limpieza y saneamiento de los bordes de la quebrada La Lizama.
Mientras tanto, Ecopetrol investiga las causas de esta emergencia y ya informó a las autoridades correspondientes, como la Corporación Autónoma Regional de Santander (CAS) y la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA)"
¿Qué pasó en el 2018 en el pozo 158?
Una falla en el pozo Lizama 158, ubicado en el corregimiento La Fortuna, en zona rural de Barrancabermeja, sería la raíz del fenómeno del afloramiento de crudo, lodo y gas que duró casi un mes en marzo del 2018.
De acuerdo con Ecopetrol, la evidencia técnica obtenida en el marco de la investigación en terreno señaló que el pozo estaba inactivo y en estado de abandono desde el 2006.
En su momento, se reportó a través de imágenes y videos cómo se generó la mortandad de peces y cómo las reces de la zona consumían líquido de la quebrada completamente negra llena de crudo, entre otras grandes afectaciones.
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Melissa Múnera Zambrano
Corresponsal de EL TIEMPO - Bucaramanga