El líder indígena del pueblo Awá en Nariño, Tomás Guanga Quelal, fue asesinado en la noche del domingo cuando desconocidos le dispararon en el momento en que se encontraba en su vehículo en el casco urbano del municipio de Ricaurte.
En el momento del ataque el joven de 25 años de edad estaba acompañado por su novia, quien resultó gravemente herida y está siendo atendida en un centro hospitalario.
El indígena pertenecía al resguardo Pialapí Pueblo Viejo y hasta el año anterior había laborado en la alcaldía de Ricaurte, cursaba el primer semestre de ingeniería mecánica en la Universidad Nacional en el pie de monte costero de Nariño.
Tras el crimen las autoridades establecieron el plan candado, con el propósito de capturar a los responsables del asesinato.
La alcaldía de Ricaurte lamentó y rechazó el hecho al expresar en un comunicado: “Su partida deja un vacío profundo en todos nosotros, pues más allá de ser un compañero y líder excepcional, fue una persona cuya dedicación, sabiduría y generosidad siempre nos inspiraron”.
Luego agregó: “Nos sentimos afortunados de haber compartido tantos momentos a su lado y de haber aprendido de su visión y liderazgo”.
También la organización Camawari del pueblo indígena Awá se sumó a las voces de condolencia y de repudio de la comunidad en la región, y en un comunicado expresó que “hacemos extensivas nuestras condolencias sinceras a sus padres, hermanos, familiares y amigos por la pronta partida de James Tomás Guanga Quelal” y recordó que la nueva víctima de la violencia se había desempeñado como coordinador de Etno - Salud en la asociación a la que pertenecía.
Anuncian un paro indefinido
La muerte del joven indígena se produjo en momentos en que la Asociación de Víctimas de Ricaurte emitió en las últimas horas un comunicado, en el que anunció su decisión de realizar un paro indefinido a partir del próximo 17 de febrero, que incluiría el cierre de la vía al mar en Nariño.
La organización que representa a las víctimas del conflicto armado en esa jurisdicción del departamento advirtió que “el objetivo de este paro es exigir la restitución y garantía de los derechos que han sido vulnerados a las víctimas afiliadas a la Asociación Abriendo Caminos por la Paz”.
La citada organización que agrupa a por lo menos unas 100 familias solicitó a las autoridades nacionales, departamentales y municipales una atención inmediata, “mediante la disposición de mecanismos de diálogo para abordar las necesidades urgentes de las comunidades afectadas”, al igual que exigió el cumplimiento de los compromisos adquiridos en los planes y programas de reparación para las víctimas.
Aumenta la preocupación
En las autoridades y comunidad en general del municipio de Ricaurte aumenta aún más la preocupación, después de conocerse un corto video emitido la semana anterior por el canal de TV 104 Nariño, en el que aparecen supuestos integrantes del frente Urías Rondón de las disidencias de las Farc, en el que señalan que están haciendo presencia en los sectores de Cuesbí, Palpis, Saragoza, La Esperanza y Chambú donde habitan comunidades indígenas.
Según el grupo armado ilegal su presencia en esa zona obedece a que sus pobladores han sido afectados por la Segunda Marquetalia de las disidencias de las Farc, “ya estamos aquí en Ricaurte”, recalcó luego.
Los dos grupos armados ilegales se estarían ahora disputando el territorio y las economías ilícitas en ese municipio nariñense, donde hasta comienzos del año anterior estaba bajo el dominio del grupo Comuneros del Sur del Eln, el cual lo abandonó para acogerse a un proceso de paz territorial propuesto por los Gobiernos Departamental y Nacional.