Al Senado llegó un proyecto que busca habilitar el transfuguismo, que es la figura para que un congresista cambie de partido sin que se vea obligado a renunciar a su curul. Es una propuesta en la que han venido insistiendo figuras del Pacto Histórico y de otras colectividades. Sin embargo, tiene algunos problemas.
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Contrario a anteriores proyectos, este permite el transfuguismo de forma permanente. Mientras que iniciativas pasadas se abría una ventana de unos cuantos meses y solo con miras a 2026, el texto presentado esta semana habilita esta figura en cualquier momento, con la observación de que un congresista solo puede usarla una vez por cuatrienio.
Esto quiere decir que, de aprobarse así como está, un legislador podría saltar de partido en partido por periodo. En los distintos comicios podría ir por una colectividad diferente a la que lo eligió inicialmente. Otro de los problemas de este proyecto es que va en contravía a la propuesta del ministro Juan Fernando Cristo de fortalecer los partidos e incluso de idear nuevas formas de entregar reconocimiento político.
A pesar de ir en contravía con la propuesta del Ejecutivo, viene con varias firmas del Pacto Histórico. En total son 40 los congresistas que aprobaron la iniciativa y los autores principales serían la representante Marelen Castillo y el senador Alejandro Carlos Chacón. Este último asegura que solo ha dado su firma al texto, pero desde la oficina de Castillo y otros representantes lo identifican como uno de los artífices de la propuesta.
Tanto Castillo como buena parte de los firmantes tiene un amplio interés en el proyecto pues los habilita para cambiar de partido con miras a las elecciones de 2026 sin tener que renunciar a sus curules. Una propuesta similar estaba siendo impulsada en la legislatura pasada por el representante David Racero.
Precisamente el Pacto Histórico, que tiene más de 15 firmantes de la propuesta, tiene mucho interés en el transfuguismo en su intento por consolidarse como partido único. Hay colectividades que no quieren ceder su personería para fusionarse y esto le ha complicado el camino a figuras importantes, como David Racero o la senadora María José Pizarro.
El caso de ambos, que también tiene el representante Heráclito Landinez, es que fueron elegidos oficialmente por el Mais y esta colectividad no quiere hacer parte del partido único. Esto implicaría que deberían dejar sus curules y renunciar al partido indígena un año antes de los comicios de 2026 si quieren aspirar en ese momento por el Pacto Histórico.
El proyecto de transfuguismo permitiría que salten de un partido a otro sin ver comprometido su trabajo legislativo actual y sin enfrentar un caso de doble militancia para las próximas elecciones. De no aprobarse la iniciativa, también estarían buscando la escisión del partido liderado por Martha Peralta Epieyú.
En los firmantes hay otros interesados en la figura como son los tres representantes de la Liga de Gobernantes Anticorrupción, colectividad del fallecido Rodolfo Hernández. Tanto Marelen Castillo -cuya curul fue por el segundo lugar en las elecciones presidenciales como fórmula vicepresidencial- como Erika Tatiana Sánchez y Juan Manuel Cortés ostentan una credencial como congresistas, pero fueron apartados de la colectividad.
Tras la movida que los marginó del funcionamiento del partido y que muy probablemente los dejaría sin aval para 2026, los tres representantes verían con buenos ojos la posibilidad de ir a otras toldas que les permitiera lanzarse de nuevo a ocupar una curul.
Un caso similar es el de Miguel Polo Polo, otro de los firmantes del proyecto. Este llegó a la Cámara por la curul afro, específicamente tuvo el aval Consejo Comunitario Fernando Ríos Hidalgo. Como la ley les reconoce personería si se hacen de una curul, se convirtió en el Partido Ecologista Colombia.
A penas se tuvo el reconocimiento pleno como partido, pasaron a declararse de Gobierno, en contravía de las posturas de Polo Polo, un claro opositor a la administración de Gustavo Petro. De tal manera que la iniciativa le permitiría ir a un partido más afín a sus posturas y que le permita un aval para 2026.