¿Quién es Gregorio Eljach Pacheco, el todopoderoso del Congreso elegido procurador general?

El polémico Gregorio Eljach Pacheco fue elegido como nuevo procurador general tras recibir el apoyo mayoritario (95 votos) de la plenaria del Senado. El otrora secretario del Congreso, en donde era un todopoderoso, llega al alto cargo en medio de críticas debido a que no estaba en la lista inicial de postulados de la Presidencia para la terna del Ministerio Público, y pese a que no había logrado obtener ningún voto en la convocatoria realizada por la Corte Suprema de Justicia.

Eljach Pacheco es uno de los hombres con más influencia en el Congreso. Creció en San Juan del Cesar, La Guajira, y estudió Derecho en Popayán. Ha pertenecido históricamente al partido de ‘la U’ por su cercanía con el viejo cacique payanés Aurelio Iragorri Hormaza y, aunque sigue perteneciendo a esa colectividad, es un hombre que, se podría decir, maneja su propia agenda y no se lo identifica fácilmente con un jefe político.

Sin embargo, no se puede desconocer su cercanía con parlamentarios como Efraín Cepeda, hoy presidente del Congreso, e Iván Name, quien acaba de dejar la misma dignidad. Antes de dejar su cargo como secretario del Senado, Eljach solía tener comunicación directa con los magistrados de las altas Cortes y durante las sesiones plenarias les hablaba de tú a tú a los ministros.

Ocupa ese cargo desde hace 12 años. A esa dignidad llegó en reemplazo de Emilio Otero, otro hombre poderoso que tuvo que salir del cargo tras protagonizar varias polémicas y que en 2016 fue elegido contralor de Córdoba. Hay que recordar que en 2022 Eljach también aspiró a llegar a la Procuraduría, pero no logró ser ternado para la elección final que se realiza en el mismo Senado que hoy se mueve a su ritmo.

El 20 de julio del presente año fue reelegido como secretario de la corporación tras obtener 97 votos y recibir el respaldo de todas las bancadas.

La vida de Eljach no ha estado exenta de polémicas. En 2015, el CTI de la Fiscalía llegó hasta el Capitolio tras denuncias del entonces representante liberal Julián Bedoya -en aquel momento presidente de la Comisión de Acusaciones-, quien dijo que el secretario supuestamente repartió documentos confidenciales relacionados con el caso del exmagistrado Jorge Pretelt, investigado por la Comisión de Acusación. Eljach negó las acusaciones y el episodio no trascendió.

En su momento, entre sus defensores estuvo el senador José Obdulio Gaviria, quien señaló que ese caso era “una represalia total por el proyecto de reforma de equilibrio de poderes que se aprobó en el Congreso” y que supuestamente no les había gustado a algunos dignatarios de la Rama Judicial.

Otro episodio controvertido ocurrió tras la firma del acuerdo de paz del 2016, donde se estableció que en la Cámara de Representantes se adicionarían 16 curules para representantes de los municipios más azotados por el conflicto armado. El proyecto fue aprobado en medio del polémico 'fast track', pero en la conciliación en el Senado la iniciativa no alcanzó las mayorías, según Eljach. Se necesitaban 51 votos a favor, dijo Eljach, y el resultado fue 50 a favor y 7 en contra. El proyecto se hundió ante su veredicto, y en esos días incluso recibió amenazas. Hubo varias demandas para revivirlo y solo hasta el 2021 la Corte Constitucional determinó que los 50 votos eran suficientes para la aprobación de la iniciativa.

Por sus manos, en 12 años que lleva en el cargo de secretario general del Senado, han pasado más de 700 leyes. Una sola coma que él cambie puede modificar el sentido del proyecto.

Además del sueldo, que está entre los más altos del Estado –28 millones de pesos mensuales, según Función Pública, sin contar primas–, como secretario Eljach tiene una alta incidencia en la elaboración del orden del día y le habla al oído al presidente de la corporación. Es una especie de notario del Congreso y lo que certifica se convierte en ley. Asigna las oficinas en el Capitolio, que son las más apetecidas, y también en el llamado edificio nuevo del Congreso.

Es justamente este poder el que ha generado duras críticas desde la oposición, quienes consideran que su elección compromete la independencia del Ministerio Público. "Creo que puedo hacer un gran aporte a la paz política de Colombia si soy elegido Procurador General de la Nación", afirmó en una entrevista en BOCAS en agosto de este año, conversación en la que le lanzó varios guiños al jefe de Estado.

“No quiero un procurador que se pliegue al Gobierno, pero indudablemente lo que menos quiero es un procurador que convierta la Procuraduría en una policía política como hicieron Ordóñez o Cabello”, señaló días atrás el presidente Petro, quien, no hay que olvidar, defiende la idea de eliminar esta entidad.

Una pregunta que sin duda es clave y que se irá respondiendo con el paso de los días es si Eljach actuará con plena independencia de su cargo y si en un corto plazo olvidará el respaldo del jefe de Estado.

No hay que olvidar que después de haber sufrido una derrota en la Corte Suprema de Justicia, que ternó al exsenador de Cambio Radical Germán Varón Cotrino, el presidente Gustavo Petro decidió revivir a Eljach y ternarlo como su candidato. En un par de días se llegó al acuerdo. El martes 17 de septiembre, Laura Sarabia, directora del Dapre y mano derecha del presidente Petro, habría llamado a Eljach y a otros reconocidos juristas con opciones de derrotar a los otros dos ternados. Ahí comenzó a cocinarse la jugada.

Finalmente, en la tarde del miércoles 18 de septiembre, el secretario del Senado fue invitado a la Casa de Nariño. Allí se reunió con el presidente Petro, el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, y el director de Planeación Nacional, el exsenador Alexander López.

Pero la estocada final para revivir la otrora coalición de gobierno se dio en la oficina del presidente del Senado. Allí se reunieron el senador Cepeda, Cristo y Eljach y, aunque poco se conoció sobre el encuentro, trascendió que allí se habló del apoyo conservador para el entonces secretario, quien es cercano al presidente del Congreso. Incluso, a esa oficina llegó el conservador Carlos Andrés Trujillo, cercano al Gobierno, una vez Cepeda salió. En esa reunión se habría acordado el apoyo conservador a Eljach.

Si bien había serias dudas sobre si Eljach estaba habilitado para participar en la votación, el pasado 1 de octubre el Tribunal Administrativo de Cundinamarca, con ponencia del magistrado Óscar Armando Dimate Cárdenas, rechazó una acción popular con la que se pretendía anular su postulación debido a que este no participó en la convocatoria que adelantó Presidencia.

Pero más allá de las maniobras políticas y las polémicas que hay alrededor de su elección, Eljach ahora enfrenta el reto de demostrar su independencia en un cargo clave para la transparencia y el equilibrio institucional del país.

CAMILO A. CASTILLO
Redacción Política
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