El futuro presidente de Estados Unidos, Donald Trump, siguió revelando nombramientos en cargos clave para su próximo gobierno, el cual arranca este 20 de enero.
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Uno de los más sonados que se conoció durante la noche de este martes fue el del doctor Jay Bhattacharya, un médico y economista de Stanford, quien durante la época de la pandemia del coronavirus saltó al debate público por ser una figura central que se opuso a los confinamientos.
Bhattacharya será el próximo director de Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés), la agencia gubernamental encargada de la investigación médica en suelo estadounidense.
I am honored and humbled by President @realDonaldTrump's nomination of me to be the next @NIH director. We will reform American scientific institutions so that they are worthy of trust again and will deploy the fruits of excellent science to make America healthy again! https://t.co/FrLmYznhfw
— Jay Bhattacharya (@DrJBhattacharya) November 27, 2024"Me siento honrado por el Presidente @realDonaldTrump por la nominación para ser el próximo @NIH director. ¡Reformaremos las instituciones científicas estadounidenses para que vuelvan a ser dignas de confianza y desplegaremos los frutos de una ciencia excelente para que Estados Unidos vuelva a ser saludable!", escribió Bhattacharya a través de su cuenta de X (antes Twitter).
Es el último de una serie de elecciones de salud de Trump que saltaron a la fama durante la pandemia de coronavirus y que tienen opiniones sobre la medicina y la salud pública que en ocasiones están fuera de la corriente principal. Los expertos coinciden en que las decisiones de salud del presidente electo sugieren que se avecina una reestructuración en el establishment biomédico y de salud pública del país
De acuerdo con su perfil disponible en la página web de la Universidad de Stanford, Bhattacharya actualmente se desempeña como profesor de Política Sanitaria, donde dirige el Centro de Demografía y Economía de la Salud y el Envejecimiento.
"La investigación reciente del Dr. Bhattacharya se centra en la epidemiología del covid-19, así como en una evaluación de las respuestas políticas a la epidemia. Sus intereses de investigación más amplios abarcan las implicaciones del envejecimiento de la población para la salud de la población futura y el gasto médico en los países desarrollados, la medición del desempeño médico vinculado al pago de los médicos por parte de las aseguradoras y el papel desempeñado por la innovación biomédica en la salud", apunta su perfil en la página.
Según el comunicado de prensa que emitió la campaña Trump-Vance, el nuevo nominado -que debe ser ratificado por el Congreso- trabajará de la mano junto a Robert Kennedy Jr., el hombre que fue designado por el futuro presidente para dirigir el Departamento de Salud. Esto prende alarmas, pues Kennedy es un activistas antivacunas y un promotor de teorías de conspiración sobre la salud.
A propósito, el diario The New York Times escribió lo siguiente sobre la nominación de Bhattacharya: "Es el último de una serie de elecciones de salud de Trump que saltaron a la fama durante la pandemia de coronavirus y que tienen opiniones sobre la medicina y la salud pública que en ocasiones están fuera de la corriente principal. Los expertos coinciden en que las decisiones de salud del presidente electo sugieren que se avecina una reestructuración en el establishment biomédico y de salud pública del país".
Según recuerda este medio neoyorkino, Bhattacharya fue uno de los principales autores de un manifiesto que se conoció en el 2020. Allí, sus autores sostenían que el virus del covid se debía propagar entre personas jóvenes que tenían "un riesgo mínimo de muerte" para que desarrollaran inmunidad natural.
De ser ratificado por la Cámara alta del Congreso, el nominado de Trump dirigirá una de las mayores agencias de investigación médica en el mundo, con un presupuesto de unos 48.000 millones de dólares, compuesto por unos 27 institutos que se centran en asuntos como el cáncer y la diabetes.
Trump elije a Jamieson Greer como representante comercial para implementar su política de aranceles
El presidente electo estadounidense, Donald Trump, anunció este martes el nombramiento de Jamieson Greer como representante comercial de Estados Unidos, un cargo clave desde el que liderará la implementación de su política arancelaria dirigida contra países como Canadá, México y China.
"Me complace enormemente nominar a Jamieson Greer para servir como representante comercial de Estados Unidos", afirmó Trump en un comunicado.
La Oficina del Representante Comercial de EE.UU. (USTR, por sus siglas en inglés), que estará liderada por Greer, desempeñará un papel crucial junto al Departamento de Comercio en la imposición de los gravámenes que Trump ha prometido.
Greer, abogado especializado en comercio internacional, fue jefe de gabinete del representante comercial Robert Lighthizer durante el primer mandato de Trump.
El lío de los aranceles durante la era Trump
En ese periodo, Lighthizer supervisó la imposición de aranceles a China en medio de la guerra comercial y la renegociación del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), que entró en vigor en 2020 sustituyendo al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
En su comunicado, Trump recordó que Greer "desempeñó un papel clave" durante su primer mandato al imponer aranceles a China y otros países para combatir "prácticas comerciales desleales", así como al reemplazar el "fallido" TLCAN con el T-MEC, en defensa de los "trabajadores estadounidenses".
Breaking News: President-elect Donald Trump picked Jamieson Greer, a lawyer and official from his first term, to serve as his top trade negotiator.https://t.co/mbW3J5LYkP
— The New York Times (@nytimes) November 27, 2024En este segundo mandato, como representante comercial de EE.UU., un cargo de rango ministerial equivalente al de embajador, Greer será una figura central en la implementación de las políticas comerciales del presidente electo.
El lunes, Trump anunció que impondrá un arancel del 25 % a todos los bienes importados desde México y Canadá, así como un arancel adicional del 10 % a productos chinos, lo que ya ha generado fuertes reacciones en los tres países afectados, principales socios comerciales de Estados Unidos.