Con el incremento en la exposición al sol, la prevención y cuidado de la piel se vuelven prioritarios no solo para evitar problemas estéticos, sino también para prevenir enfermedades serias, como el cáncer de piel. Es crucial identificar manchas potencialmente peligrosas y saber cómo protegerse de los rayos solares para mantener una piel saludable.
Corina Busso, jefa del Servicio de Dermatología del Hospital Universitario Austral, señala que entre los tipos de manchas más comunes están los léntigos solares, que aparecen como manchas marrones principalmente en la cara y el dorso de las manos.
Manchas en la piel Foto:iStock
"Estas manchas son benignas y están relacionadas con la exposición crónica al sol sin la protección adecuada", explica Busso.
También menciona la hipomelanosis guttata, que son manchas blancas que suelen aparecer en las piernas y los antebrazos, catalogadas igualmente como benignas.
Sin embargo, advierte sobre la queratosis actínica, presentes como manchas rosadas, pequeñas y ligeramente ásperas, localizadas frecuentemente en la cara y pecho. "Se consideran premalignas, ya que algunas pueden transformarse en carcinoma espinocelular si no se tratan a tiempo", alerta la especialista.
Para diferenciar manchas benignas de aquellas que podrían ser indicativas de problemas graves, Busso destaca la importancia de consultar a un dermatólogo ante la aparición de manchas oscuras que crecen de manera asimétrica, con bordes irregulares, diversos colores y un aumento de tamaño.
Además, cualquier herida que no cicatrice adecuadamente también requiere atención médica. Gabriel Noriega, jefe del Servicio de Dermatología del Hospital Británico, coincide en la necesidad de evaluar manchas que superen los 6mm de diámetro, de bordes irregulares y asimétricos, así como con colores oscuros o moteados.
"El examen dermatoscópico y la evaluación dermatológica integral son esenciales para un diagnóstico adecuado", subraya Noriega, quien además recomienda el mapeo corporal digital en ciertos casos para monitorear los cambios en la piel a lo largo del tiempo.
Tenga cuidado de que las manchas se conviertan en cáncer de piel. Foto:iStock
Recomendaciones para la prevención
La prevención es fundamental para proteger la piel. Tanto Busso como Noriega enfatizan la importancia de los controles dermatológicos regulares. Busso recomienda un chequeo completo de la piel al menos una vez al año, y sugiere mayor frecuencia en personas con antecedentes familiares de cáncer de piel o presencia de múltiples queratosis actínicas. Noriega también aconseja revisiones anuales, y en algunos casos más frecuentes, según las patologías previas del paciente.
En cuanto a la protección solar, ambos expertos recomiendan el uso de protectores solares de amplio espectro con un factor adecuado, evitando la exposición durante las horas de mayor radiación solar. Busso añade la importancia de reaplicar el protector solar cada dos horas, especialmente después de nadar o transpirar, y recomienda complementar la protección con ropa adecuada, sombreros de ala ancha y gafas de sol.
"La prevención es la mejor herramienta para proteger nuestra piel", concluye Noriega. Cuidar la piel durante el verano implica no solo protegerla del sol, sino también estar atento a cualquier cambio en su apariencia. La información adecuada y las medidas preventivas no solo ayudan a conservar la piel en buen estado, sino que también pueden salvar vidas.
Alejandro Horvat
La Nación (Argentina) / GDA
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*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en información de La Nación (GDA), y contó con la revisión de la periodista y un editor.