De acuerdo con el portal Upad Psicología Coaching, levantarse temprano con regularidad puede tener efectos tanto positivos como negativos sobre su salud mental, dependiendo de su ritmo biológico, estilo de vida y motivaciones personales.
Ventajas de madrugar según la psicología
Levantarse temprano puede generar una sensación de control sobre el día, lo que reduce la ansiedad y el estrés, de acuerdo con la teoría del control percibido. Este sentido de dominio es clave para el bienestar psicológico, ya que sentirse en control de la rutina diaria fortalece la autoestima.
Además, iniciar la jornada con calma permite establecer una rutina matutina centrada en el autocuidado: desde hacer ejercicio y meditar hasta leer o simplemente tomar un café sin distracciones. Esto impacta positivamente en el estado de ánimo y en la capacidad de concentración a lo largo del día.
Estudios clínicos también sugieren que quienes madrugan presentan menores niveles de síntomas depresivos, especialmente si la práctica se acompaña de una hora de sueño adecuada y constante.
Los que se levantan a las 5. AM , según la psicología Foto:iStock
No obstante, levantarse demasiado temprano también conlleva desventajas. Si no se respetan las horas mínimas de sueño, se corre el riesgo de fatiga diurna, irritabilidad y dificultad para tomar decisiones. La privación crónica de sueño puede afectar la memoria y aumentar la propensión a trastornos del ánimo.
Además, para las personas con cronotipos nocturnos (naturalmente más activas por la noche), este hábito puede resultar forzado y hasta interferir con su ritmo circadiano, lo que incrementa el malestar emocional.
Por otro lado, la presión social que rodea al “Club de las 5 a. m.” puede generar sentimientos de culpa o inferioridad en quienes no logran adaptarse a este modelo.
La clave está en evaluar si este hábito mejora su bienestar o lo sacrifica. La psicología insiste en que no hay un único horario ideal para todos: escuche su cuerpo, respete sus ritmos y elija la rutina que realmente le funcione.