Sin embargo, para que un país sea considerado "tercer país seguro", debe cumplir con varios requisitos establecidos por la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951, incluyendo garantías de no devolución y acceso a servicios básicos.
El presidente Trump busca reducir la presión migratoria en la frontera sur de Estados Unidos. Con la implementación de esta categoría, los migrantes que hayan cruzado México podrían ser enviados de vuelta a dicho país para que soliciten protección allí.
Por su parte, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha rechazado la idea de que México se convierta en un "tercer país seguro". Sheinbaum ha subrayado que este tipo de acuerdo requiere una firma bilateral entre ambos países, algo que no ha ocurrido hasta el momento.
Además, explicó que la atención brindada a los migrantes en la frontera norte de México se basa en principios humanitarios, y que si desean regresar a sus países de origen de manera voluntaria, se les ofrece apoyo para hacerlo.
El debate sobre esta propuesta sigue siendo un tema de discusión, ya que algunos cuestionan si México puede cumplir completamente en el contexto actual.
Los requisitos de un "tercer país seguro"
Garantía de no devolución: El país receptor no puede devolver a los solicitantes de asilo a su país de origen si enfrentan riesgos, como persecución, tortura o trato inhumano. Este principio es conocido como non-refoulement.
Acceso a servicios básicos: El país debe asegurar que los migrantes tengan acceso a servicios esenciales como vivienda, atención médica, educación y trabajo, lo cual es necesario para garantizar su bienestar mientras su solicitud de asilo es procesada.
Protección legal: El país debe ofrecer un marco legal adecuado para los solicitantes de asilo, incluyendo el derecho a presentar su solicitud y recibir una evaluación justa y transparente.
Reunificación familiar: El país debe permitir que los solicitantes de asilo reúnan a sus familias si estas han sido separadas durante el proceso migratorio.
Condiciones de seguridad y estabilidad: El país receptor debe ser considerado seguro en términos de la protección que ofrece a los solicitantes, garantizando que estos no estén expuestos a situaciones de violencia o inseguridad durante su estancia.
Vínculo con el solicitante: El solicitante debe tener algún tipo de vínculo con el tercer país, como haber transitado por él o tener alguna conexión significativa que justifique su solicitud de asilo en ese lugar.