Los cambios de temperatura pueden influir significativamente en el descanso de una persona y los expertos han realizado estudios sobre cuánto modifica el sueño. En esta ocasión, la psicología dio a conocer qué es lo que en verdad sucede cuando alguien elige dormir sin calcetines.
La doctora Carla Estivill, directora y responsable de investigación en la Fundación Estivill Sueño, reveló en ABC que no se duerme igual ni la misma cantidad de horas en cualquier momento del año, dado que las estaciones producen alteraciones en el descanso, por lo que la preferencia a dormir sin calcetines puede tener que ver con la época que toque.
Durante el período otoñal esto es aún más evidente, debido a la disminución de las horas de sol. “La luz natural es el principal sincronizador del ritmo biológico, del tránsito de la vigilia al sueño y viceversa", explicó. Sin embargo, tener frío o calor también influye al momento de conciliar el sueño.
Muchas personas se sienten más cómodas al dormir sin calcetines. Foto:iStock
¿Cuál es la temperatura ideal para descansar mejor?
De acuerdo a la experta, lo ideal es mantener una temperatura nocturna, como máximo, entre 20 y 21 grados. “Cuando la temperatura es más alta, se impide al cuerpo que pueda llevar a cabo la regulación de las funciones del sueño que contempla ese desprendimiento del exceso de temperatura. El sueño comienza a generarse cuando comenzamos a eliminar ese calor interno", agregó.
Asimismo, expresó que lo normal sería que los grados del cerebro disminuyeran y se empiecen a calentar las manos y los pies. De esta manera, aquellas personas con un buen ritmo biológico tienen los pies calientes en seguida en la cama.
¿Es recomendable utilizar calcetines al dormir?
Estivill dijo que puede ser efectivo: “Dormir con calcetines puede ayudar a conciliar el sueño porque ayuda a mantener los pies calientes, y eso es algo que el cerebro relaciona con el descanso nocturno”.
Sin embargo, aseveró que no es una práctica aconsejable para las personas que suelen tener problemas de sueño. “Cuando entramos en las primeras fases del sueño el cerebro baja el consumo de energía y también reduce su temperatura, pero ésta no se pierde sino que se disipa alrededor del cuerpo a través de la piel. Si esto sucede, es un indicativo de que esa persona está regulando bien la temperatura para así favorecer la preparación previa al sueño”, destacó.