¿Qué está pasando en Guaviare? La guerra, a sangre y fuego, de ‘Iván Mordisco’ y ‘Calarcá’ detrás del paro armado

“Alrededor de 30 mil personas están confinadas por el último comunicado de las disidencias de Néstor Gregorio Vera Fernández, ‘Iván Mordisco’, y diez mil familias más por las inundaciones”, aseguró el gobernador de Guaviare, Yeison Rojas.

El mandatario lanzó un SOS al Gobierno Nacional ante la crítica situación que vive su departamento, especialmente en las zonas rurales, y que se ha agudizado en el último año por la confrontación armada entre los hombres de ‘Iván Mordisco’ y Alexander Díaz Mendoza, ‘Calarcá’.

Los dos jefes guerrilleros hacían parte de las estructuras en Guaviare que comandaba Miguel Botache Santillana, ‘Gentil Duarte’, uno de los más poderosos jefes de las disidencias, que desertaron del proceso de paz que había acordado las Farc con el gobierno del entonces presidente Juan Manuel Santos.

Tras la muerte de ‘Gentil Duarte’, como consecuencia de un ataque con explosivos en el estado Zulia, Venezuela, en mayo de 2022, ‘Iván Mordisco’ y ‘Calarcá’ quedaron al frente de esa estructura de las disidencias y hace menos de dos años aparecieron en un acto público en el Yarí, Caquetá, dando la bienvenida a los diálogos de paz con el gobierno de Gustavo Petro.

Luego se dividieron y Guaviare quedó con los dos jefes de las disidencias que empezaron la guerra hace cerca de un año, disputándose las extorsiones a los campesinos, finqueros, ganaderos y comerciantes.

La disputa escaló y en octubre tuvieron los primeros combates en el vecino departamento del Meta, también en el Cauca. Luego, tropas del Ejército realizaron una operación ofensiva entre noviembre y diciembre, que duró unos 20 días, en la cual se afectó a más de 40 integrantes de esa estructura: dos murieron, varios fueron capturados, otros se sometieron a la justicia y se rescataron 10 menores de edad que provenían del Cauca.

Este año siguió la escalada violenta con enfrentamientos entre los dos grupos, que han dejado decenas de víctimas combatientes, y continuó a comienzos de abril con la desaparición o el secuestro de ocho personas de una comunidad cristiana de la vereda Pueblo Seco del municipio de Calamar (Guaviare), de la que aún no se conoce su destino, pese a que las autoridades han ofrecido hasta cincuenta millones de pesos de recompensa para quien brinde información del lugar donde se encuentran y de los responsables de su desaparición.

El pasado 27 de abril, disidentes emboscaron una patrulla del Ejército en la que asesinaron a siete militares y secuestraron a otros cinco, que posteriormente liberaron. ‘Calarcá’ reconoció que fueron sus hombres y que fue por equivocación, pues pensaron que estaban frente a guerrilleros de ‘Iván Mordisco’.

Paralelo a estos enfrentamientos se han producido las amenazas a la población con los confinamientos, el último anunciado el pasado domingo a través de un panfleto, lo que llevó al presidente Gustavo Petro a pronunciarse, ordenando al Ejército que no permita el paro armado y exigiéndole a ‘Iván Mordisco’ “abandonar su subordinación a la Junta del Narcotráfico de Dubái”.

Ante la nueva amenaza, el gobernador de Guaviare convocó de manera inmediata a los alcaldes, a la fuerza pública y a las autoridades de seguridad para establecer acciones conjuntas.

Entre otras, el Ministerio de Defensa y la Cuarta División del Ejército determinaron desplegar unidades militares en varios puntos estratégicos del territorio, con el fin de proteger la vida de los ciudadanos y garantizar la movilidad por las vías principales, manteniendo una presencia activa, permanente y ofensiva con tropas de las brigadas 22, 31 y 7.

A esta ofensiva se han sumado las tropas de la Fuerza de Despliegue Rápido 1 y 11, así como la Omega, para contrarrestar el accionar delictivo de grupos armados ilegales, especialmente en la vía ganadera y corredores terciarios.

No obstante, el gobernador de Guaviare señala que las mayores afectaciones por el panfleto de ‘Mordisco’ se concentran en las zonas rurales y, por ejemplo, “el sector lechero está dejando de recoger cerca de 170 mil litros del alimento al día, lo que representa un golpe durísimo para los pequeños y medianos productores”.

También se ha frenado el comercio agrícola y la movilidad en veredas y corregimientos, agravando la situación económica de cientos de familias, agregó el gobernador.

A este panorama, agregó el mandatario, se suma la grave emergencia invernal que afecta al Guaviare: más de 10 mil familias damnificadas por las lluvias han perdido cultivos, viviendas y enseres.

“Son más de 30 mil personas damnificadas entre el paro armado y la ola invernal. No las vamos a dejar solas. Pero necesitamos el respaldo decidido del Estado”, expresó el mandatario.

Por su parte, el alcalde de San José del Guaviare, Willy Rodríguez, afirmó que es importante reconocer que existe un problema complejo de orden público en el departamento.

“No lo estamos negando, lo estamos reconociendo. Seguramente no lo aceptamos, pero es una realidad que vive la gente que habita ese territorio, que vivimos y recorremos en los días, en las semanas, en nuestras actividades comerciales y demás”, agregó.

Además, explicó que este conflicto no abarca solo la jurisdicción del área rural de San José, sino también el área rural de los cuatro municipios del departamento del Guaviare.

“Hemos advertido y estado atentos con los organismos, con la Defensoría Regional, con la Personería, con la Gobernación y con todos aquellos, buscando la manera de evitar esta situación. Pero la realidad es la que hemos estado anunciando: es necesario buscar espacios y mecanismos de diálogo”, dijo.

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NELSON ARDILA ARIAS

Especial para EL TIEMPO

VILLAVICENCIO