Hace 10 años se iniciaron las obras de un ambicioso proyecto de renovación urbana que buscaba convertir a la antigua estación del ferrocarril de Armenia en un complejo cultural y turístico, pero tras unos meses los trabajos fueron suspendidos y el lugar que, para esa época era escenario de exposiciones y muestras artísticas, quedó con excavaciones a cielo abierto.
El Complejo Cultural y Turístico La Estación incluía un centro de interpretación de la cultura cafetera, una plazoleta del yipao, área para cine al aire libre, tiendas de cafés especiales, una biblioteca pública, un par de museos y más, pero este proyecto se quedó en el papel.
En 2015, la Administración municipal invirtió casi 5.000 millones de pesos en las excavaciones de la zona intermedia, ubicada entre las bodegas y el edificio republicano, este último construido en 1927 por el ingeniero italiano Antonio Bernardi y luego en 1989 declarado Patrimonio Nacional por el Consejo Nacional de Monumentos.
El propósito era iniciar con la construcción de los parqueaderos subterráneos mientras la Administración municipal gestionaba más recursos para adicionarle al proyecto, pero las obras quedaron suspendidas en medio del escándalo de corrupción que sacudió la ciudad por las obras de valorización. De hecho una de estas obras era en la estación.
Antigua estación de Ferrocarril Foto:Laura Sepúlveda
El complejo cultural se quedó sin los parqueaderos, pero con las excavaciones que hasta la fecha están repletas de maleza e impiden que las personas puedan cruzar del edificio republicano, donde actualmente funciona la Corporación de Cultura y Turismo de Armenia (Corpocultura), hacia las dos bodegas donde funciona el Museo de Arte del Quindío (Maqui) y la Secretaría de Tránsito y Transporte (Setta). En otra de las bodegas también funciona la biblioteca municipal y
Esta última dependencia se trasladó hace un par de años para evitar que el lugar se deteriorara más mientras se reactivaban las obras pero hasta el momento esto no se ha logrado debido a líos por la titularidad de los predios donde está la estación.
Montañas de Armenia
Foto:Laura Sepúlveda Hincapié. Archivo EL TIEMPO
De acuerdo a un estudio de titularidad que realizó la arquitecta, vigía del patrimonio ante el Consejo Nacional de Patrimonio Cultural y presidenta de la Academia de Historia del Quindío, María Eugenia Beltrán, el municipio le compró en 1996 los predios donde está ubicada la estación a Ferrovías, que fue liquidada y sus activos pasaron a una fiducia y luego al Instituto Nacional de Vías (Invías).
La transacción fue por 843 millones de pesos de la época y el municipio debió terminar de pagar este monto en el 2013.
Para la arquitecta, en La Estación se ha presentado una cadena de errores, pues la Administración no debió establecer un convenio con Invías porque para esa fecha – 2015- el municipio ya debía tener la titularidad del bien que compró, sumado a esto se presentaron imprevistos en las excavaciones de los parqueaderos, un ciudadano demandó la titularidad del bien y se dio el escándalo de corrupción de las obras de valorización.
“Cuando se propuso y fue aprobado el desarrollo del complejo La Estación, esa administración hizo un convenio con Invías, que para mí fue mal concebido. Se hizo la excavación, que además tenía otro inconveniente, en ese territorio está la confluencia de aguas lluvias de toda la ciudad, al hacer la excavación se encontraron con las redes de alcantarillado del edificio republicano y quedaron a la vista. Demandaron la propiedad del bien y se empantanaron los contratos por temas de corrupción y varios funcionarios terminaron en la cárcel”, dijo Beltrán.
Según la experta, la solución es certificar la titularidad de los predios “para no tener que hacer un convenio con nadie. Que Invías reconozca que recibió el pago y que se pueda registrar la compra ante la oficina de registro público y la ficha salga a nombre del municipio”.
Mientras se define la titularidad, la Alcaldía ha realizado jornadas de limpiezas y operativos con policía y Secretaría de Gobierno para impedir el ingreso de habitantes de calle.
“La recomendación es construir un cerramiento para que se pueda tener control sobre el territorio, que no esté abierto a la entrada de habitantes de calle. Ya están los trazados de los dos cerramientos y están listos para sacarlos a contratación y se va a desarrollar el mantenimiento y pintura de tres caras de la fachada del edificio republicano”, dijo la arquitecta.
No obstante, los ciudadanos reclaman acciones en este sitio que es considerado como epicentro de la cultura y el patrimonio de Armenia.
Hace unos días el Consejo Municipal de Cultura le envió una carta al alcalde, James Padilla, donde le pide que genere estrategias que le permitan a los armenios volver a disfrutar de este patrimonio de la ciudad.
El presidente del Consejo de Cultura, Jasson Grajales Suárez, le dijo a este medio que durante muchos años la excusa de las administraciones ha sido “la imposibilidad de ejercer cualquier tipo de ejercicio allí por los temas jurídicos que han afectado la estación lo que genera la mayor impotencia. Hemos tratado de mostrarles el ejemplo de la comuna 13 en Medellín, que se transformó con arte y turismo, y este lugar podría ser muy turístico”.
Líos jurídicos
De otro lado, actualmente hay un proceso de apelación en curso en el Consejo de Estado por parte de la Alcaldía de Armenia donde le reclama a la Empresa de Desarrollo Urbano de Armenia (Edua) la devolución de recursos del convenio interadministrativo que firmaron en 2015 para la primera fase del proyecto de la estación y donde solo quedaron las excavaciones al aire libre.
“En su momento el convenio fue suspendido por inconsistencias al momento de las excavaciones y hubo problemas con la identificación del tipo de suelo y con la titularidad del predio y se recibieron varias observaciones del Ministerio de Cultura”, dijo Martha Martínez, actual gerente de la Edua.
Martínez explicó que el Tribunal Administrativo del Quindío declaró la nulidad de ese convenio y le ordenó a la Edua devolver parte de los recursos que el municipio le pagó por estas obras que quedaron inconclusas.
“El municipio nos demandó por el incumplimiento contractual y solicitó una serie de pretensiones y devoluciones, pero el Tribunal no declaró el incumplimiento sino la nulidad y dio por ciertas las afirmaciones de la Edua frente a los dineros que ya se habían cancelado por los contratos en ejecución y nos obligó a desembolsar unos recursos que hemos tenido en cuenta bancaria desde esa época, que ascienden más o menos a 900 millones de pesos y nos condenó a la indexación de esos 900 millones a hoy, pero la Edua apeló”.
La gerente de la Edua informó que después de 10 años realizar la obra costaría mucho más y ni la Edua ni la Alcaldía tienen recursos para esto.
Cambio de cara
La arquitecta Beltrán dijo que la estación requiere una renovación urbana “económicamente factible”.
Le propuso a la Administración adelantar un proyecto de vivienda y locales comerciales en la zona que generan recursos para el mantenimiento de los edificios patrimoniales. “Ese es el debate que apenas vamos a iniciar con Planeación municipal para romper el círculo vicioso de que no se puede porque no se tiene la propiedad y porque es patrimonio, pero en patrimonio todo se puede”.
La experta recordó que hace más de 30 años participó de los inicios de lo que fue la renovación urbana del sector de Chipichape de Cali, donde estuvieron ubicados los talleres de los trenes del Ferrocarril del Pacífico, y que según Beltrán “tenía unas condiciones muchos más deplorables- que las de la estación- pero tuvo un plan de renovación urbana. Si en todas partes se puede por qué aquí no podemos, porque nadie se ha dedicado a buscar soluciones”.
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Redacción Eje Cafetero.