¿Qué es el tiempo? Científico francés que vivió en una cueva sin saber la hora desmitifica el 'reloj biológico'

El tiempo ha sido un misterio para la ciencia y la filosofía. En 1962, el geólogo francés Michel Siffre decidió llevar a cabo un experimento radical para comprender mejor cómo el cuerpo humano percibe el tiempo cuando se priva de toda referencia externa. Siffre se aisló en una cueva oscura en los Alpes, a 130 metros de profundidad, sin acceso a la luz natural ni relojes, con el objetivo de descubrir qué sucede con los ciclos biológicos cuando no existe ninguna señal temporal externa.

El experimento en la cueva

Durante dos meses, Siffre vivió sin saber qué hora era. Para evitar cualquier pista sobre el tiempo, un equipo en la entrada de la cueva se comunicaba con él únicamente cuando Siffre lo solicitaba. El geólogo los contactaba al despertar, al comer y antes de dormir, pero no recibía ninguna señal de cuánto tiempo había transcurrido en el mundo exterior. Durante su estancia en la cueva, Siffre registraba sus actividades diarias y anotaba sus sensaciones en un diario personal.

Lo más sorprendente que descubrió fue que, sin la influencia de factores externos como el amanecer y el atardecer, su cuerpo comenzó a seguir ciclos de aproximadamente 48 horas, en lugar de las 24 horas que marcan nuestros días. Se dormía y despertaba solo cuando su cuerpo lo demandaba, revelando una nueva comprensión de los ritmos biológicos.

El tiempo 'a cámara lenta'

Otro hallazgo importante de Siffre fue cómo la percepción del tiempo se distorsionaba bajo estas condiciones. A intervalos regulares, se tomaba el pulso y contaba hasta 120 segundos.

 Al comparar sus estimaciones con el tiempo real, se dio cuenta de que experimentaba el paso del tiempo "a cámara lenta". Mientras que él creía haber contado dos minutos, en realidad habían pasado cinco. Su percepción del tiempo transcurría mucho más lentamente que la realidad.

Este fenómeno también influyó en su percepción general del tiempo durante el experimento. Aunque había planeado pasar un mes en la cueva, terminó quedándose dos meses, pero psicológicamente sintió que solo había estado allí la mitad del tiempo. Siffre resumió su experiencia diciendo: "Mi tiempo psicológico se había reducido a la mitad".

Impacto en la ciencia

El experimento de Siffre fue pionero en la comprensión del "reloj biológico" humano, abriendo el camino para el desarrollo de la cronobiología, la ciencia que estudia los ritmos biológicos. 

A lo largo de su vida, Siffre continuó explorando estos ciclos en otros experimentos similares, incluyendo uno en 1975 donde pasó cinco meses en aislamiento. Durante estas investigaciones, observó patrones similares en voluntarios que también siguieron ciclos de actividad y descanso más largos de lo habitual.

El trabajo de Siffre atrajo la atención de instituciones como el ejército francés y la NASA, que estaban interesadas en aplicar sus descubrimientos. El ejército quería investigar cómo los soldados podían aumentar su rendimiento durante periodos prolongados de actividad, mientras que la NASA buscaba entender cómo los viajes espaciales de larga duración afectarían los ritmos biológicos de los astronautas.

Michel Siffre falleció en agosto de 2024 a los 85 años, dejando un legado científico invaluable. En su libro 'Más allá del tiempo', publicado en 1964, reflexionaba sobre su experiencia en la cueva: "Sentía que estaba inmóvil, pero al mismo tiempo sabía que era arrastrado por el flujo constante del tiempo. Traté de captarlo, pero siempre se me escapaba". 

Estas palabras reflejan la complejidad y la naturaleza esquiva del tiempo, un concepto que Siffre dedicó su vida a comprender, pero que sigue siendo en gran medida un misterio para la humanidad.

Su trabajo no solo desafió las ideas previas sobre el "reloj biológico", sino que también profundizó en las preguntas filosóficas sobre qué es realmente el tiempo y cómo lo experimentamos en diferentes circunstancias.

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*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial basada en información de O Globo (GDA) y contó con la revisión de una periodista y un editor.