El café negro como primera opción
Las personas que optan por el café negro tienden a describirse como prácticas, tradicionales y amantes de lo simple. La Dra. Ramani Durvasula, en su estudio con más de 1000 participantes, identificó en este grupo una inclinación a seguir rutinas y cierto nivel de impaciencia.
Sin embargo, esta preferencia también puede estar vinculada a razones dietéticas o al deseo de aprovechar los beneficios antioxidantes del café sin aditivos.
¿Le gusta el café con leche, azúcar o crema? Según Durvasula, quienes prefieren estas variantes suelen ser personas serviciales, sociales y generosas.
No obstante, esta actitud con los demás a veces va en detrimento de su propio bienestar, ya que tienden a dejar sus propias necesidades en segundo plano.
- Café helado y bebidas mezcladas
La elección de un café helado o combinado con sabores refleja una personalidad más extrovertida, impulsiva y creativa. Estas personas disfrutan de la novedad y la aventura, aunque también pueden incurrir en conductas menos saludables o decisiones impulsivas.
Si usted pide café descafeinado, leche vegetal o preparaciones muy detalladas, podría tener una personalidad más controladora y perfeccionista. También es posible que esa especificidad esté ligada a restricciones dietarias o motivaciones éticas.
Elegir cafés orgánicos, de comercio justo o cultivados en cooperativas se asoció a un perfil más consciente y comprometido, aunque no necesariamente más empático.
El café y la relación con su personalidad Foto:iStock
Si bien estas observaciones pueden ser entretenidas y en algunos casos reveladoras, ningún profesional serio sugeriría que su café preferido es una herramienta diagnóstica.
La psicología moderna entiende la personalidad como un fenómeno multifactorial en el que intervienen aspectos biológicos, culturales, emocionales y contextuales.
Más allá de la personalidad, es relevante considerar cómo el café —y especialmente la cafeína— puede afectar su bienestar. Un consumo excesivo puede generar ansiedad, insomnio o incluso síntomas similares a los ataques de pánico, especialmente en personas sensibles o con trastornos previos.