Con la propuesta de trabajar con las otras mesas de manera simultánea para hallar caminos jurídicos con miras al sometimiento de los grupos armados, este miércoles se cerró el tercer ciclo de negociación entre el Gobierno y la Coordinadora Nacional Ejército Bolivariano, grupo surgido tras la fragmentación de la Segunda Marquetalia.
Ambas delegaciones acordaron continuar con el plan para la sustitución de cultivos ilícitos en el departamento de Nariño, compromiso que se firmó en diciembre, pero que sigue en una etapa de articulación y consulta con las comunidades. También se firmaron compromisos en torno a las garantías de seguridad del proceso y a la creación de subcomisiones para discutir las barreras jurídicas que tiene el proceso.
Cabe mencionar que este grupo está conformado por antiguos miembros de las Farc que firmaron el acuerdo de paz y que posteriormente desertaron, por lo que hoy no podrán obtener beneficios jurídicos derivados de la justicia transicional. “Esta fórmula tiene que correr los canales de una negociación sociopolítica y esto atraviesa la posibilidad de cese del fuego”, dijo Armando Novoa, jefe de la delegación de Gobierno.
Además, el negociador no descartó la posibilidad de utilizar las herramientas y figuras jurídicas que plantea la Ley de Justicia y Paz para avanzar en el sometimiento. No obstante, aclaró que ese camino depende de una iniciativa legislativa que permita ampliar las definiciones de dicha norma.
Sobre la posibilidad de una tregua, las partes plantearon que se creará una comisión técnica para analizar y diseñar los protocolos para un eventual cese del fuego bilateral.
“Estamos haciendo todos los esfuerzos para sacar adelante el proceso ágil y real con el apoyo de la comunidad internacional. La desmovilización no está en el radar, haremos el tránsito de la lucha armada a la lucha política con todas las garantías jurídicas”, señaló Walter Mendoza, quien no confirmó si están dispuestos a dar ese paso antes de 2026.
¿Qué es la Coordinadora Nacional Ejército Bolivariano?
Se trata de una organización que hoy componen la ‘Coordinadora Guerrillera del Pacífico’, bajo el mando de Andrés Allende Perilla, y los ‘Comandos de la Frontera’, cuyo principal cabecilla es Giovanny Andrés Rojas, alias Araña. Los primeros operan principalmente en Nariño y Cauca y son una estructura que estuvo ligada al Frente 29 de las antiguas Farc. Sobre los segundos, según un uniforme de la Fundación Ideas para la Paz, nació como una unión entre disidentes y personas ligadas a ‘La Constru’, el principal actor del narcotráfico en el Putumayo y el sur del país.
La separación de estas estructuras de la ‘Segunda Marquetalia’ se confirmó el pasado 20 de noviembre a través de un comunicado. En el mensaje se informó que los ‘Comandos de la Frontera’ y la ‘Coordinadora Guerrillera del Pacífico’ rompieron con el grupo armado que lideraba Luciano Marín Arango para seguir negociando con el gobierno de Gustavo Petro y luego de que el principal comandante del grupo desertor desconociera los avances hechos en las mesas de paz.
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CAMILO A. CASTILLO
Redacción Política
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