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● El experto Enrique Rojas sostiene que la disciplina y la motivación son más relevantes que el coeficiente intelectual.
● Enrique Rojas explica que, aunque existe una base genética, esta se puede desarrollar a través de la lectura y la curiosidad por aprender.
Esto comparte el experto. Foto: iStock

19.05.2025 07:46 Actualizado: 19.05.2025 08:57

PERIODISTA19.05.2025 07:46 Actualizado: 19.05.2025 08:57
El reconocido psiquiatra español Enrique Rojas ha dedicado su carrera a derribar estigmas sobre la salud mental. Desde su rol como catedrático de Psiquiatría y director del Instituto Rojas-Estapé en Madrid, trabaja junto a sus hijas Marian Rojas, también psiquiatra, e Isabel Rojas Estapé, psicóloga, para acercar conceptos clínicos al público general.
“Con Marian, cada uno a nuestro estilo, hemos intentado llevar la psiquiatría a la calle, porque durante muchos años en el mundo occidental, el psiquiatra era el médico de los enfermos mentales, de los locos. En 40 años, ha pasado a ser el médico de cabecera, el family doctor. Y lo veo como algo muy positivo”, afirma.
Rojas publicó una veintena de libros con un alcance cercano a los tres millones y medio de ejemplares vendidos. Algunos de sus títulos más conocidos son 'Remedios para el desamor', 'Cinco consejos para potenciar la inteligencia', 'Todo lo que tienes que saber sobre la vida' y 'Cómo superar la depresión'. Además, participa activamente en conferencias donde expone ideas que, según él, pueden transformar la conducta de las personas.
La inteligencia se trabaja
Para el especialista, la inteligencia no es una cualidad fija, sino una capacidad que puede desarrollarse. “Hay una parte biológica que es la inteligencia basal. De padres listos, pues los hijos salen en la misma dirección. Luego la inteligencia se trabaja. Hay dos grandes maneras: la lectura, que es a la inteligencia lo que el ejercicio físico al cuerpo. Y la curiosidad por aprender”.
En su visión, existen múltiples formas de inteligencia, más allá del enfoque tradicional. Entre ellas enumera: “Teórica, práctica, social, analítica, sintética, discursiva o verbal, matemática y fenicia, para los negocios. También inteligencia emocional y la capacidad de mezclar con arte los instrumentos de la razón. La auxiliar, que en los últimos tiempos tiene más resonancia. Además, la inteligencia creativa, piense usted, la capacidad para fabricar un mundo de belleza como en la literatura, el arte, la poesía”.
La inteligencia se trabaja. Foto:iStock
Voluntad y motivación, la clave del éxito personal
Una de las nociones que Rojas recalca con mayor fuerza es la llamada inteligencia auxiliar, que considera determinante. “Es la modalidad que utiliza una serie de instrumentos adquiridos, que le dan una gran altura y que son: orden, constancia (tenacidad, perseverancia), voluntad, motivación, capacidad de observación y facultad para tomar nota de algo sugerente".
Agregó: "Estos elementos son los ingredientes auxiliares de la inteligencia que la elevan de nivel. La más importante es la voluntad. Se considera hoy que es más importante que la inteligencia. Se define como la capacidad para ponerse unos objetivos concretos y luchar para alcanzarlos. La voluntad es la joya de la conducta. Y la mejor manera de que esté firme y fuerte es que haya motivación. Lo que hace, por ejemplo, una mujer por adelgazar, si está motivada. O alguien por aprender un idioma o terminar una carrera universitaria. Voluntad y motivación forman un binomio”.
La inteligencia auxiliar incluye cualidades adquiridas como el orden y la constancia. Foto:iStock
Consultado sobre cuál tipo de inteligencia domina en su caso, Rojas explica que posee una combinación de varias, aunque destaca una en particular: “Yo creo que tengo una mezcla de todo. Quizás la inteligencia que tengo más desarrollada es la auxiliar, porque he tenido siempre mucha preocupación por la disciplina, por el orden. Mi mujer, Isabel, es la persona más ordenada que conozco. Es hiperordenada y al mismo tiempo organizada. Hay dos tipos de orden. El orden estático, las cosas en su sitio. Y el orden dinámico, que es programarse, planificar, prever”.
Las inteligencias no siempre cooperan entre sí
A pesar de la amplia variedad de tipos de inteligencia, Rojas advierte que no todas conviven en armonía. “No, lo que pasa es que hay que pensar que las inteligencias se llevan mal entre ellas. Por ejemplo, las personas muy intelectuales, con inteligencia teórica, en general tienen poca inteligencia práctica. Son poco operativas para la vida. Una persona que tiene una inteligencia teórica muy desarrollada, tiene poca inteligencia creativa en general. Es decir, se llevan mal entre ellas. Las dos que tienen hoy más importancia en la sociedad, fuera de la inteligencia artificial que está hasta en la sopa, son la inteligencia emocional y la inteligencia auxiliar”.
Las inteligencias son diferentes. Foto:iStock
Lenguajes de la inteligencia emocional en la vida en pareja
Rojas, al referirse a la inteligencia emocional, destaca su papel en las relaciones afectivas: “La inteligencia emocional es una pieza que ha sido descrita por Daniel Goleman y significa la capacidad para mezclar los instrumentos de la razón con las herramientas afectivas formando un bloque”.
Para él, se expresa en cinco lenguajes: “El verbal, aprender a dialogar, a tener lo que yo llamo una estimulación verbal positiva. Decirle cosas agradables a la mujer o al marido. ‘¡Qué guapo estás!’ ‘¡Qué bien te queda este vestido!’ ‘¡Cómo te valoro todo lo que haces en tus actividades!’ El lenguaje no verbal: tomar a esa persona de la mano, de la cintura, darle un beso a tiempo. Lenguaje subliminal: ‘Nosotros tenemos complicidad, somos un proyecto común. Somos un equipo, tú y yo’. Y el último, el lenguaje epistolar: dejarle a la mujer o al marido en la mesita de luz una nota pequeña en relación con lo que ha ocurrido. ‘Querida perdóname el otro día. No me tengas en cuenta el fallo que tuve. Te quiero con pasión. Te amo’. Y quinto, el lenguaje de las celebraciones: recordar y festejar aniversario, santo, cumpleaños, efemérides personales. El día que nos prometimos, el día que me dijiste que sí. Muchas veces a las personas con poca inteligencia emocional se les pasa el día del aniversario”.
Cuando se le pregunta si pone en práctica estos principios en su vida conyugal, responde: “Bueno, yo soy un profesor de esto. Y como profesor trato de vivirlo con mi mujer porque Isabel es una fuera de serie. Mi mujer es una persona extraordinaria. Yo tengo una gran relación, con mucha complicidad, mucho diálogo. Somos muy complementarios. Por ejemplo, mi mujer es muy rápida. Yo soy muy lento. Mi mujer hace cuatro cosas a la vez. Yo hago una. Ella capta enseguida las cosas. Yo necesito tiempo. Llevamos 42 años de casados”.
Lenguajes de la inteligencia emocional en la pareja. Foto:istockphoto
El impacto de la ansiedad en la salud mental actual
En relación con uno de los trastornos más comunes de esta época, el especialista indica que la ansiedad “se define como una emoción negativa que produce una inquietud interior muy grande y que tiene dos componentes. Primero, uno psicológico que es desasosiego, nerviosismo. Y otro somático: taquicardia, sudoración, pellizco gástrico, dificultad respiratoria, sensación de falta de aire. Entonces, la ansiedad quita la paz, la serenidad y produce una situación de tensión familiar muy grande. Por eso hay que identificarla”.
Añade que existen dos formas principales de este mal: “La ansiedad endógena, que viene de adentro, de la naturaleza bioquímica, y la ansiedad exógena, que viene de fuera”.
Rojas recuerda que, décadas atrás, el desconocimiento sobre estas afecciones era tan grande que incluso los médicos generales pedían explicaciones al recibir una licencia por ansiedad o depresión. “Hoy, la segunda causa de baja laboral más importante en Europa, después de las causas comunes, como gripe o anginas, es la psiquiátrica”.
Amor, cultura y trabajo, pilares de la felicidad
Finalmente, al hablar sobre la felicidad, Rojas la describe como una construcción con múltiples componentes. “Pues la felicidad es un árbol frondoso que tiene muchas ramas. Consiste en tener un proyecto de vida con cuatro notas: amor, trabajo, cultura y amistad”.
Y concluye con una reflexión que distingue entre momentos puntuales y el sentido profundo de la vida: “También puede definirse como la armonía entre la dimensión puntual y la estructural. La felicidad puntual es algo concreto que me es positivo, un acontecimiento. Y luego está la felicidad estructural, que es arqueo de caja, balance existencial. Y cada segmento de nuestra travesía rinde cuenta de su viaje. Y ahí salen los grandes temas de la felicidad, que son el amor, la vida".
Andrea Ventura
La Nación (Argentina) / GDA.
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*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en la información publicada por La Nación (GDA), y contó con la revisión de la periodista y un editor.
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