Promesas sin cumplir : la intervención del gobierno a Air-e no alivia el malestar de los usuarios en la Costa

“Nos dicen que nos van a solucionar los problemas del barrio Los Olivos y no solucionan nada; esta semana hemos tenido varios apagones y electrodomésticos dañados, aguantando calor. Nos toca salir a protestar porque ahora es peor. La solución no se está viendo, los recibos siguen caros; no tenemos para comer y vamos a pagar un recibo tan caro. Somos estrato uno”, denuncia Alex Hernández, líder comunitario en el suroccidente de Barranquilla.

Las palabras de Hernández reflejan la frustración y el malestar de miles de usuarios en el Caribe colombiano, quienes, a pesar de la intervención del gobierno a la empresa Air-e, no han visto una mejora en el servicio de energía eléctrica ni en los costos de las tarifas. 

Las promesas de alivio y estabilidad que acompañaron la intervención del presidente Gustavo Petro siguen sin cumplirse en sectores como el barrio Los Olivos, donde los cortes eléctricos, los altos precios y el deterioro de los electrodomésticos ya forman parte del día a día.

La intervención de Air-e, llevada a cabo en respuesta a la situación crítica de la prestación de servicios en los departamentos de Atlántico, Magdalena y La Guajira, donde hay 1.3 millones de usuarios,  buscaba solucionar las fallas en la infraestructura energética y reducir el impacto económico para los usuarios de estratos bajos.

Sin embargo, el descontento ha crecido en los barrios afectados, y los usuarios aseguran que el problema no solo persiste, sino que empeora.

“El presidente Petro nos prometió cambios en el sector energético, pero vemos improvisación. En solo 35 días ya han cambiado dos gerentes en Air-e, y aquí en el suroccidente de Barranquilla no hay inversión. La cereza del pastel es que no ha llegado el recibo del mes pasado y se está acumulando otro; no tenemos para pagar uno, mucho menos dos”, afirma Jair Fals, edil del suroccidente de la ciudad.

Las denuncias por incremento de la nómina

El agente interventor saliente, Carlos Diago, se enfrenta a críticas debido a la reciente reestructuración interna de Air-e, en la cual el número de cargos directivos creció de 5 a 16, generando un aumento en la burocracia. 

“Aparecieron direcciones de generación y proyectos de inversión, gestión de red, control de energía, gestión comunitaria, mercados y regulación, comercial y operaciones”, detalla un lider comunitario que pide no ser nombrado. A esto se suman oficinas de seguridad, control interno y auditoría, que no existían antes de la intervención.

Para muchos, la asignación de un ingeniero eléctrico en lugar de un experto en tecnología en el área de sistemas y la promesa fallida de eliminar cobros de terceros en las facturas son indicios de una falta de dirección clara en la gestión de la compañía.

El impacto de esta crisis va más allá de los altos costos y la frecuencia de apagones. Según fuentes de la empresa, el recaudo mensual se ha visto afectado, con una caída de casi 100 mil millones de pesos debido a la acumulación de facturas no entregadas a tiempo. 

La reacción del nuevo interventor

La respuesta del gobierno, a través de Edwin Palma, agente interventor designado esta semana, ha sido pedir paciencia y colaboración de la comunidad en la reactivación de la empresa.

En una rueda de prensa Palma señaló que el objetivo de la intervención es “superar esta difícil situación” y destacó que, para lograrlo, se requiere del apoyo de las generadoras privadas de energía y de los mismos entes territoriales.

¿Qué estamos encontrando?, municipios que también le deben a esta empresa, departamentos y entidades. Las generadoras de energía, que en su mayoría son privadas, también deben aportar para salir de esta crisis

 “Estamos asumiendo este reto con responsabilidad y amor por esta tierra, con instrucciones precisas del Presidente y del Superintendente para salir de esta crisis”, declaró Palma, quien insiste en la importancia de que la comunidad sea parte del proceso de transformación.

"¿Qué estamos encontrando?, municipios que también le deben a esta empresa, departamentos y entidades. Las generadoras de energía, que en su mayoría son privadas, también deben aportar para salir de esta crisis y, por supuesto, el Gobierno nacional está comprometido en hacer lo que le corresponde”, subrayó Palma.

Sin embargo, para Alex Hernández y Jair Fals, la espera no es una opción. “Salimos a protestar porque no nos escuchan; queremos una solución ahora”, enfatizan. 

La exigencia de una pronta respuesta y la estabilidad en el servicio son el eje del reclamo popular, ya que cada día sin electricidad o con tarifas impagables incrementa la percepción de que la intervención solo ha aumentado la frustración de quienes confían en que el gobierno atienda las necesidades básicas de su comunidad.