Tras los primeros dos movimientos en el gabinete del presidente Gustavo Petro, luego de tres días de cónclave del alto gobierno, crece la expectativa sobre quienes serán los elegidos para acompañarlo en la recta final de su mandato.
Hay varios caminos: designar técnicos por encima de lo político, abrirles las puertas a otros sectores para buscar acuerdos con las bancadas del Congreso y cerrar el circulo y fortalecer la presencia de los llamados petristas ‘purasangre’ en el gabinete. Analistas hablan de una cuarta vía, que sería una mezcla de técnicos y petristas.
Las apuestas están abiertas, pero desde el gabinete le creen que ante la salida de al menos seis ministros deben llegar a la Casa de Nariño cercanos al Pacto Histórico que aporten para cumplir con los objetivos del programa de gobierno lo que, dicen desde el Ejecutivo, serán las llaves para permanecer en el poder en el 2026.
“El presidente va a seguir llamando a personas de confianza. Le ha dado resultado en esta última etapa. Soy uno de esos. Le ha dado resultado traer a la gente del petrismo y creería que se va a inclinar por esa línea para reemplazar a los ministros candidatos”, le dijo a este diario el exsenador Gustavo Bolívar, director del Departamento de Prosperidad Social (DPS), quien es uno de los que suena para dejar el gobierno y buscar la Presidencia.
No son cargos de poco peso los que habría que reemplazar por los altos funcionarios que tendrían aspiraciones electorales en 2026 y que deben dejar el gobierno en marzo para evitar una inhabilidad de cara a los comicios.
La gabinetología está de moda por estos días y si bien no hay nada oficial, en los pasillos del Palacio se comenta de la salida de, además de Bolívar, los ministros Juan Fernando Cristo (Interior), Luis Gilberto Murillo (Relaciones Exteriores), Mauricio Lizcano (TIC), Susana Muhamd (Medio Ambiente) y Guillermo Alfonso Jaramillo (Salud). Estos, se presume, buscarían la Presidencia mientras que Andrés Camacho (Minas y Energía) iría al Senado.
Sin embargo, las decisiones se van a tomar cuando cada uno de ellos se reúna en los próximos días con el presidente Petro. Cristo, Lizcano y Murillo, que no son militantes, notificarían su decisión. Mientras que los demás escucharían lo que el Presidente y el proyecto político esperan y necesitan de ellos.
Los relevos en la Dian y el Sena
Ya esta semana el mandatario les pidió la renuncia a Jairo Orlando Villabona y a Jorge Eduardo Londoño, directores de la Dian y el Sena, respectivamente.
En el caso de la institución educativa, que estaba en manos de la Alianza Verde, que cada vez pierde más representación en el gobierno, por ahora no hay sonajero. Mientras que para la Dian hay un fuerte candidato. Se trata de Luis Eduardo Llinás, director de la Uiaf, quien ha trabajado con el mandatario hace más de una década y es un hombre de su confianza. No obstante, ha sido mencionado en el escándalo de corrupción de la UNGRD y su cercanía con Olmedo López, cerebro del desfalco a la entidad, hacen ruido.
El analista político Carlos Arias, docente de la Universidad Javeriana, considera el mandatario se va a inclinar por llenar esas vacantes con “híbridos entre ‘purasangre’ y alianza”.
En ese sentido opinó Gabriel Cifuentes, columnista de este diario: “Sería sorpresivo que el presidente logre y quiera consolidar un gabinete plural y de peso político y técnico. Lo más probable es que los funcionarios que lleguen a las carteras sean los actuales viceministros o funcionarios fieles al ideario petrista y dispuestos a asumir los riesgos y el reto de cumplir lo que resta de mandato. Un gabinete de acuerdo nacional es improbable e incluso si se lograra, por otro lado, no significaría necesariamente el apoyo de los proyectos del gobierno en el congreso. En una tercera legislatura, con campaña de por medio y la crisis política que atravesamos, hace difícil que el congreso le camine al gobierno”.
Prueba de ello es el más reciente relevo en el gabinete, cuando Diego Guevara reemplazo a Ricardo Bonilla en el Ministerio de Hacienda.
Esos nuevos ministros, si se confirman las salidas, deberán sacar cumplir con los compromisos del Plan Nacional de Desarrollo en medio de una política de austeridad, a propósito del aplazamiento presupuestal que solo será subsanado si se tramita una nueva reforma tributaria, labor que quedará en manos del nuevo ministro del Interior, quien tendrá que lidiar con una poca gobernabilidad en el Congreso, que podría ser cada vez menor en los próximos meses, cuando se intensifique la campaña.
Gloria Inés Ramírez e Iván Velásquez, los inamovibles
Pero más allá de los movimientos, hay dos nombres que nunca han sonado para abandonar la Casa de Nariño. Se trata de Gloria Inés Ramírez (Trabajo) e Iván Velásquez (Defensa). En el caso de Ramírez, su permanencia se debe a su buen trabajo. Ha cumplido tanto en su sector, donde ha logrado importantes acuerdos, como con su agenda legislativa, siendo la artífice de la aprobación de la reforma pensional gracias a su diálogo constante con las bancadas.
Sin embargo, hay serias dudas sobre la permanencia del mindefensa, que no ha mostrado mayores resultados y la crisis de orden público, a propósito de los tropiezos de la política de ‘paz total’ .
“Pese al fracaso de Velásquez el presidente Petro lo sostiene porque, en primer lugar porque representa un mensaje intimidador para un sector de la derecha radical. El mindefensa fue un jurista respetado por sus investigaciones contra la parapolítica. En segundo lugar porque no controvierte las decisiones de limitar las capacidades de libertad de acción que demandan las Fuerzas Militares en medio del fracaso de la ‘paz total’ ”, señaló el analista político Jairo Libreros.
La gabinetología seguirá durante los próximos días, pero en manos del nuevo equipo de gobierno la izquierda se jugará buena parte de sus posibilidades de seguir gobernando en el 2026, donde se enfrentará con una derecha y un centro que buscan volver a la Casa de Nariño y hoy no se descartan alianzas entre esos sectores.
MATEO GARCÍA
Subeditor de Política