El Gobierno portugués aprobó este jueves una propuesta de ley que incluye la recogida de los datos biométricos de los viajeros que lleguen al país procedentes de fuera del espacio europeo Schengen y un nuevo régimen de retorno de inmigrantes en situación irregular.
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Esta propuesta de ley, aprobada en Consejo de Ministros y que tendrá que pasar por el Parlamento, busca reforzar los controles para garantizar una inmigración regulada, explicó en rueda de prensa el ministro de Presidencia luso, António Leitão Amaro.
Recoger los datos biométricos "es un elemento fundamental para que tengamos la información adecuada para el control y para garantizar la regularidad de la entrada en Portugal", defendió el ministro, que señaló que se está haciendo una "fuerte inversión" en máquinas, equipos y personal.
El Ejecutivo también aprobó un nuevo régimen de retorno de los inmigrantes en situación irregular, sin dar detalles, porque el actual "simplemente no estaba funcionando".
Esta competencia pasará a la nueva unidad de extranjeros y fronteras de la Policía de Seguridad Pública (PSP), que asumirá igualmente el control de las fronteras aéreas y la fiscalización de la inmigración en gran parte del territorio, en este último caso en conjunto con la Guardia Nacional Republicana (GNR).
Esta unidad de la PSP entrará en funcionamiento cuando la Asamblea de la República apruebe la propuesta de ley, cuya tramitación empezará dentro de dos semanas, precisó.
Los retos del espacio Shengen
El consejo de ministros también aprobó un endurecimiento del marco penal de las agresiones a fuerzas de seguridad, bomberos y funcionarios de sectores críticos como profesores y otro personal no docente y sanitarios.
Leitão Amaro detalló que entre los cambios propuestos están el aumento de las penas por resistencia a la autoridad, que actualmente van de uno a cinco años de prisión y que pasarían a situarse de uno a ocho años. Además, las víctimas estarán exentas de pagar costas judiciales si acuden a los tribunales y parte de estos delitos se considerará crimen público, por lo que no será necesario que presenten una denuncia particular para que llegue a juicio.
Alemania adopta posturas más duras sobre la migración
Mientras esto ocurre en Portugal, Alemania decidió en este mes de septiembre, según BBC News, blindar sus cerca de 4.000 kilómetros de fronteras terrestres. Durante seis meses, quienes traten de llegar al país por carretera se enfrentan a controles policiales fijos o móviles y el operativo empezó a rechazar a migrantes que intentaban cruzar sin tener los papeles en regla.
El Ejecutivo que lidera Olaf Scholz alega un mayor control de la migración irregular y las amenazas a la seguridad interna, incluidos el terrorismo y la delincuencia transfronteriza. El número de solicitudes de asilo en Alemania equivale al total de Francia e Italia juntas, los otros dos grandes países del bloque.
BBC News citó datos de la agencia de Naciones Unidas para los refugiados (Acnur), según los cuales muestran que durante el verano del año 2015, alrededor de 890.000 personas que procedían de países como Siria, Irak o Afganistán llegaron a la primera economía europea.
“La libre circulación de las personas dentro de la Unión Europea es uno de los derechos mejor valorados por los ciudadanos europeos. Según el Parlamento Europeo, cada año se realizan más de 1.250 millones de viajes dentro del espacio Schengen”, explica Marie-José Garot, directora del Centro de Estudios Europeos de IE University.
“En el caso alemán, los controles en las fronteras interiores afectarán tanto a ciudadanos europeos como a ciudadanos de terceros Estados”, añadió.
EFE Y BBC News