Las personas viajan en avión para llegar a sus destinos rápidamente y con mayor facilidad. Usualmente, compran los tiquetes con anticipación para ahorrar y poder planificar otros detalles relacionados.
Pueden suceder muchas cosas entre la compra de los boletos hasta el día del viaje. Los individuos podrían enfermarse y poner en riesgo su viaje.
De acuerdo con la Central de Vuelos Ambulancia, proveedor en vuelos de repatriación médica, una persona gravemente enferma no debería, bajo ninguna circunstancia, montarse en un avión.
No obstante, pueden existir excepciones en casos de afecciones menos graves o molestias leves, como lo son resfriados o dolores de muelas.
Antes de tomar la decisión de viajar, debe recordar que dentro de estos vehículos áreos hay un cambio en la presión atmosférica que puede afectar a algunas personas.
"Un cuerpo sano puede sobrellevar el impacto de esta altura sin ningún problema. Para poder respirar con un aire que lleva menos oxígeno, el pasajero sano acelera un poco su respiración", explicó la Central de Vuelos Ambulancia.
¿Se puede volar en avión con un resfriado?
De acuerdo con los expertos, un resfriado no supone cancelar su viaje en avión. Sin embargo, antes de viajar, es importante asegurarse de que pueda igualar la presión en sus oídos. Para verificarlo, debe notar el típico chasquido en los oídos al tragar con fuerza o al intentar respirar con la nariz tapada.
"En caso de que la compensación de la presión no funcionara, debería renunciar a un viaje en avión. De lo contrario, podrá padecer un fuerte dolor de cabeza y de oído que probablemente dure incluso después del aterrizaje. En un caso extremo, es posible que incluso tenga una hemorragia o que se le rompa un tímpano", explicó.
¿Se puede volar en avión con fiebre?
Volar en un avión con fiebre puede ser más complicado. Según la Central de Vuelos Ambulancia, la fiebre es solo un indicio de una enfermedad subyacente, muchas de las cuales pueden ser contagiosas, lo que supone un riesgo para otros pasajeros.
Además, dependiendo de la causa de la fiebre, los cambios en la presión atmosférica durante el vuelo podrían ser peligrosos o provocar molestias. Por eso, no debería viajar en avión con fiebre sin consultar previamente a un médico, especialmente si desconoce su causa.
"Dos factores más hacen también que nosotros desaconsejemos volar con fiebre: por una parte, el riesgo de trombosis, que aumenta durante el vuelo. Por otra parte, el reposo, es el mejor remedio contra la fiebre. Y cuando se viaja en avión uno no descansa precisamente en la medida suficiente", agregó.
El Miedo a Volar: la turbulencia en los aviones | El Tiempo
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SOFÍA ARIAS MARTÍNEZ
REDACCIÓN ALCANCE DIGITAL
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