Las elecciones presidenciales de Estados Unidos son un evento muy importante que se lleva a cabo el primer martes de noviembre. En 2024, esta fecha será el 5 de noviembre, y en los años siguientes, las elecciones seguirán cayendo en el primer martes de noviembre. Pero, ¿por qué se eligió esta fecha específica? La respuesta radica en una combinación de historia, cultura agrícola y la necesidad de establecer un sistema electoral uniforme.
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Según el medio, Livemint, el fundamento legal que establece la celebración de las elecciones en el primer martes de noviembre proviene de la Ley del 28.º Congreso, aprobada el 23 de enero de 1845. Esta ley establece que los electores para presidente y vicepresidente se designarán "el martes siguiente al primer lunes del mes de noviembre". Esta disposición buscó crear un tiempo uniforme para las elecciones en todos los estados, lo que simplifica así el proceso electoral.
La historia detrás de esta fecha en las elecciones presidenciales
Para entender por qué se eligió un martes de noviembre, es esencial considerar el contexto agrícola de la época. En el siglo XIX, la mayoría de la población estadounidense era rural y dependía de la agricultura. Las cosechas se realizaban en otoño, y noviembre era un mes estratégico, ya que marcaba el final de la temporada de cosechas, permitiendo que los agricultores tuvieran tiempo para viajar a los centros de votación sin interferir con su trabajo en el campo.
Los legisladores también debían tener en cuenta el tiempo que los votantes necesitaban para trasladarse a los lugares de votación. La mayoría de las personas viajaban a pie o en carro, lo que podía llevar días. Así, se optó por un martes, permitiendo que los votantes viajaran el lunes después del domingo, día en que muchos asistían a la iglesia. Además, los miércoles eran días de mercado, lo que significaba que no era práctico para los agricultores acudir a votar.
Por último, desde el portal también aclaran que la elección de noviembre como mes para las elecciones también tiene raíces en la cultura agrícola. Durante la primavera y el verano, los agricultores estaban ocupados sembrando y cosechando. Noviembre, por otro lado, era un mes después de la cosecha y antes del inicio de las inclemencias del invierno, lo que lo convertía en un momento propicio para que la población participara en el proceso democrático.