El conservador Friedrich Merz, cuyo partido la Unión Cristianodemócrata (CDU) y su hermana bávara Unión Socialcristiana (CSU) ganaron el domingo las elecciones generales en Alemania, podrán finalmente gobernar en una gran coalición con los socialdemócratas (SPD) tras quedar certificado que el partido populista de izquierdas Alianza Sahra Wagenknecht (BSW) queda fuera de la Cámara Baja.
A partir de este lunes, Merz empezará una ardua tarea de negociaciones para formar gobierno, una responsabilidad que los demás países europeos esperan con impaciencia para imponerse ante Donald Trump y Rusia.
Y en el escenario europeo tendrá que forjar una relación de seguridad completamente nueva con otros países y reinventar las relaciones con el Reino Unido para el mundo de Putin, Xi y Trump
"El resultado de las elecciones en Alemania fue una buena noticia para Europa. Friedrich Merz tiene la oportunidad de formar una coalición estable con el SPD. Ha subrayado repetidamente que ve a Alemania como una potencia líder en Europa y ya durante la campaña ha establecido estrechos contactos con los gobiernos polaco, francés y otros gobiernos europeos", dijo Jana Puglierin, jefa del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores Berlín (ECFR) en Berlín.
Tras su victoria en las elecciones del domingo, Merz advirtió que una Europa unida debe reforzar su propia defensa y que no se hace "ilusiones con lo que va a venir de Estados Unidos".
Y es que los recientes acercamientos entre el gobierno de Donald Trump y altos funcionarios de Rusia han puesto "los pelos de punta" en el viejo continente.
Tanto europeos como ucranianos están preocupados que una eventual negociación para poner fin a la guerra en Ucrania, que este lunes cumple su aniversario número tres, termine beneficiando más a Vladimir Putin que los propios aliados históricos de Washington.
Así las cosas, los resultados de las elecciones del domingo en Alemania apuntan a que Merz será el próximo canciller alemán y tendrá en sus manos establecer un bloque sólido junto a sus demás socios europeos para hacer contrapeso a Trump y a Putin.
El líder de CDU y principal candidato de su partido a la cancillería, Friedrich Merz. Foto:Odd ANDERSEN / AFP
Las cuentas para formar la gran coalición de gobierno en Alemania
Con el cien por cien de las circunscripciones escrutadas, el bloque conservador consigue un 28,6 % de los votos y 208 escaños en una Cámara Baja de 630 asientos, y los socialdemócratas (SPD) un 16,4 %, su peor resultado en la historia, y 120 mandatos en el 'Bundestag', lo que les proporciona una mayoría de 328 diputados en total.
Merz ya dejó claro, junto al jefe de la CSU, Markus Söder, que quería gobernar con un solo socio en pro de la estabilidad del Gobierno en un momento interno y externo complicado, y a la vista de las grandes disputas públicas del tripartito encabezado durante los últimos tres años por el canciller en funciones, el socialdemócrata Olaf Scholz.
Scholz ya ha dicho que no formará parte del Gobierno que forme Merz, ni tampoco negociará la coalición. Su deseo es no obstante permanecer como diputado en la Cámara Baja.
En Alemania ambos partidos tradicionales han gobernado juntos en cuatro periodos: entre 1966 y 1969, entre 2005 y 2009, entre 2013 y 2017, y entre 2018 y 2021.
Elecciones Alemania. Foto:Odd ANDERSEN / AFP
Una extrema derecha renovada en Alemania
Alternativa para Alemania (AfD), partido de extrema derecha, será por tanto el principal partido de la oposición en el Hemiciclo germano tras reunir un 20,8 % de los votos y 152 escaños.
Merz dejó la víspera una vez más claro que no cooperará con ellos de ninguna manera.
AfD entró por primera vez en el Parlamento en 2017 con un 12,6 % y se convirtió en el primer partido de la oposición al formarse una gran coalición entre conservadores y socialdemócratas.
Pero ahora tendrá mucha más fuerza en la Cámara Baja, que gira a la derecha y tendrá que resistir con más vehemencia los intentos de la extrema derecha de imponer su agenda, apoyada además por el magnate tecnológico Elon Musk, estrecho aliado del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Todo ello en un momento en el que la nueva administración estadounidense sacude los cimientos de la relación transatlántica, y la guerra rusa en Ucrania cumple este lunes tres años con unas posibles negociaciones de paz en las que la Unión Europea (UE) hoy por hoy no tendrá una silla en la mesa.
Alice Weidel y Tino Chrupalla, los dos líderes del partido alemán AfD. Foto:AFP
Los retos que tendrá el próximo Canciller de Alemania
Además de hacer contrapeso a Estados Unidos y Rusia, los conservadores deberán asegurarse de que Europa consiga sus objetivos de seguridad si ocurre el fin de la guerra en Ucrania.
"El desafío histórico para Friedrich Merz es ayudar a construir una Europa que pueda valerse por sí misma. Alemania sólo pudo rearmarse y reclamar su independencia de Rusia cuando las alas pacifistas y favorables al compromiso del SPD avanzaron hacia un aumento del gasto en defensa y el corte de vínculos con Moscú", explica Mark Leonard, director del ECFR.
Merz, además, se enfrenta al reto de sacar a la primera economía del viejo continente de la recesión.
"En casa, necesita ayudar al país a renovar su modelo económico e invertir en el futuro. Y en el escenario europeo tendrá que forjar una relación de seguridad completamente nueva con otros países y reinventar las relaciones con el Reino Unido para el mundo de Putin, Xi y Trump", acota Leonard.
De otro lado, el líder conservador ha condicionado un acuerdo de coalición a un pacto en migración, ya que quiere fomentar las deportaciones masivas y cerrar prácticamente las fronteras a la inmigración irregular.
*Con AFP y Efe