Menos de 24 horas después de conocerse la salida oficial de Francia Márquez del Ministerio de Igualdad, ella y el presidente Gustavo Petro se volvieron a encontrar en tarima durante la entrega de la sede de la Universidad del Valle en Suárez, Cauca. Más allá de lo protocolario, había especial atención sobre el ambiente entre la llave que ganó las presidenciales del 2022, tras las tensiones de las últimas semanas.
Lo que se vio en la transmisión fue distancia. No hubo saludo más allá de lo protocolario. Desde el público gritaron “Petro, Francia no está sola” y sacaron pancartas en su apoyo y el Presidente, con la excusa de un viaje al exterior, se fue antes del discurso de su ‘vice’. El tenso encuentro fue una muestra de lo que hoy se vive en el seno del Ejecutivo.
El presidente Petro junto a la vicepresidenta Márquez en Suárez, Cauca. Foto:Presidencia
Márquez y Petro rompieron relaciones y eso desencadenó el cambio en el Ministerio de Igualdad. De acuerdo con fuentes cercanas al primer mandatario, él todavía resiente lo que dijo la vicepresidenta en televisión nacional durante el consejo de ministros de hace un mes. Aseguran que la vio como la instigadora de la “rebelión” del sector de izquierda de su gabinete que causó la peor crisis política en lo que va del Gobierno. Menos aún que en público ella hubiera replicado las versiones de la oposición según las cuales la presencia y el poder de Armando Benedetti en el Gobierno, a pesar de todos sus líos y cuestionamientos, se deben a un supuesto “chantaje”.
Fue la gota que rebosó la copa de una relación que nunca, ni siquiera en campaña, fue buena. El tire y afloje duró tres semanas en total y se caracterizó por expresiones en público de la ‘vice’ defendiendo su vocería crítica y por el silencio público del Presidente frente al desempeño de su minIgualdad.
Pero en privado siguieron las tensiones. En Palacio hablan de dos reuniones tensas en las que Francia incluso llegó a poner sobre la mesa su renuncia a la vicepresidencia en caso de que le quitaran el Ministerio de Igualdad. Ese panorama ponía contra la pared al Presidente, pues le entregaría al Congreso la potestad de escogerle vicepresidente de la República.
Con los magros resultados del Ministerio de Igualdad, que ella aún atribuye a que el Gobierno, supuestamente, “la dejó sola” frente a los grandes retos, Petro habría planteado una fórmula intermedia, la que finalmente se concretó esta semana.
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, y Francia Márquez Foto:Presidencia de Colombia
Esta fue poner como ministro a Carlos Rosero, líder afro muy cercano a Márquez y quien la acompañó a varias de esas citas en Casa de Nariño, como el segundo ministro de Igualdad en la historia del país. De hecho, también puede ser el último, pues el proyecto de ley que mantendría con vida esa cartera tras el fallo de la Corte que tumbó su creación en 2022 no está en ninguna agenda, ni en el Congreso ni en el Gobierno.
Este lunes hubo una segunda reunión, mucho más corta que la anterior, y fue ahí donde se concretó la salida de Márquez. Aunque esa versión fue fuerte desde ese mismo día, hubo dos días de silencio oficial y de múltiples especulaciones. El miércoles se confirmó oficialmente que Francia Márquez no iría más en el gabinete y el jueves, antes de confirmarse la designación de Rosero, la todavía ministra envió un comunicado y un mensaje de voz en los que se volvió a despachar, de forma velada, contra el primer mandatario.
“Siempre he hablado con transparencia y con la verdad. Nunca he guardado silencio, porque la lealtad no es callar, la lealtad es advertir cuando el rumbo se desvía del camino, de la gente”, dijo Márquez, que también denunció amenazas contra su vida.
Horas después de lanzarse el comunicado, el presidente Gustavo Petro confirmó el relevo. En su discurso, hizo una crítica indirecta a Márquez, pues apuntó que el nuevo ministro estaba allí “a nombre de todos los pueblos negros de todo el país” y no por un solo sector político o región. La silla vacía de la vicepresidente fue una de las imágenes que quedó del lanzamiento del nuevo equipo ministerial.
Ruptura de vieja data
El quiebre entre Petro y Márquez no es nuevo. Se podría incluso rastrear hasta la campaña. Desde desconfianzas hacia el equipo que rodeaba a Francia Márquez hasta duros reclamos por tratar de hacerles ‘conejo’ a acuerdos políticos, hacen parte de la lista de desavenencias en la ‘fórmula del cambio’.
Este es el momento en el que siembran el árbol antes de subirse a la tarima. Foto:Presidencia de la República
En campaña, Petro dijo públicamente que la segunda persona en la consulta interpartidista sería su fórmula vicepresidencial. Márquez sorprendió con más de 785.000 votos, pero eso no implicó que fuera escogida de inmediato. El hoy Presidente y su entorno de confianza (incluido Benedetti) dejaron en duda esa designación para no cerrarle vía a una eventual alianza que permitiera conseguir más votos. Al final, la fuerza política y la acogida en muchos sectores que en ese momento tenía Francia Márquez terminaron por convencer a la campaña de que no respetar la palabra podría salir muy costoso en términos electorales.
“Gobernaré con y para las mujeres de Colombia. Hoy, aquí, empieza un gobierno paritario y con un Ministerio de Igualdad. Al fin, con nuestra vicepresidenta y ministra, Francia Márquez, vamos a trabajar para que el género no determine cuánto ganas ni cómo vives” fue uno de los apartes del discurso de Gustavo Petro en su posesión del 7 de agosto.
Tras la victoria, Márquez insistió desde el comienzo en que era necesario que se le entregara el Departamento de Prosperidad Social (DPS) para cumplir desde temprano con las metas de igualdad, pero al final se lo dieron a Cielo Rusinque. Una de las propuestas era que esta dependencia sirviera de plataforma para crear el ministerio o que al menos pasara a su control cuando se tramitara el proyecto en el Congreso.
La propuesta no fue tenida en cuenta y se mantuvo la idea de crear el nuevo ministerio desde cero. La concepción de la cartera no fue tan pronta como se esperaba. Se informó que en la tercera semana de agosto se iba a presentar el proyecto para crearlo, pero solo llegó al Congreso el 18 de octubre de 2022. El trámite fue expedito, pues en diciembre de ese mismo año se lograron sus cuatro debates.
Por otro lado, se comenzó a hablar de posibles diferencias entre el Presidente y la vicepresidenta. Incluso, en algunos diálogos con la prensa, Márquez lo reconoció. “Yo creo que tenemos una relación cordial (...). El Presidente tiene unas formas, yo tengo otras. No nos conocíamos de toda la vida, y pues hemos tenido algunas discusiones de lo que él considera y de lo que yo considero”, dijo la vicepresidenta en entrevista con Semana.
El balance del ministerio, con los niveles de ejecución más bajos (4 por ciento en 2024) de un gobierno que precisamente está marcado por la falta de resultados, sigue en rojo. Ese balance y el tono de las respuestas de Márquez a las críticas que recibió por el uso de aeronaves para su desplazamiento o por no haber allegado a tiempo cuestionarios en debates de control político aumentaron el ruido en su entorno. El “de malas”, una de esas respuestas, terminó convertido en un referente de la negativa de algunos funcionarios a cumplir la obligación de rendir cuentas a la ciudadanía.
Aunque en público no se evidenciaba la ruptura entre Márquez y Petro, esta se habría ido desarrollando en privado, sobre todo ante una percepción de que la funcionaria oriunda de Suárez, Cauca, había sido marginada del gabinete. Por su parte, el presidente Gustavo Petro hizo evidentes cada vez más sus diferencias en la forma en que se llevaban a cabo las gestiones en el Ministerio de Igualdad. El 24 de diciembre, en un almuerzo con los habitantes de la calle, hizo saber su inconformidad. “Miren que en Medellín están golpeando con la Policía a los habitantes de calle, ¿dónde está el Ministerio de Igualdad allá?”, aseguró.
El presidente Gustavo Petro, junto a la vicepresidenta Francia Márquez. Foto:Presidencia de la República
Allegados a la vicepresidenta confirmaron que la situación fue empeorando hasta que se hizo insostenible. Tanto que decidió hacerlo evidente en el consejo de ministros, el ‘florero de Llorente’ de la más reciente crisis en el gobierno Petro.
Una figura problemática
El quiebre Francia Márquez-Gustavo Petro vuelve a evidenciar lo problemática que puede ser la figura de la vicepresidencia, apenas restaurada en 1991. Ya son varios los casos en los que el segundo o segunda en el Ejecutivo se convierten en una piedra en el zapato para el mandatario de turno.
Humberto de la Calle, la fórmula de Ernesto Samper, renunció al cargo y fue uno de los más duros críticos de ese gobierno en pleno proceso 8.000. Y el otro caso de un ‘vicepresidente difícil’ fue el de Angelino Garzón, que expuso en su momento varios reparos al proceso de paz con las extintas Farc en la administración de Juan Manuel Santos.
Para el profesor Andrés Dávila, la figura de vicepresidencia era ajena al ordenamiento colombiano y eso se nota en las dificultades que ha tenido. “La figura del designado funcionaba muy bien, no generaba ruido. Institucionalmente ha sido problemática la vicepresidencia y tiene una serie de dilemas que no se pueden resolver porque termina siendo un cargo sin funciones, al que se le delegan tareas”, dijo Dávila.
Pero es una figura que puede ayudar a jalar votos en campaña, como lo demostró la misma Francia Márquez. Precisamente, esa es una de las cuentas que debe estar haciendo el petrismo para el 2026, en caso de que la guerra fría con la vicepresidenta de la República no tenga una salida de desescalamiento.
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Presidente Gustavo Petro presenta a su nuevo gabinete Foto:
JUAN SEBASTIÁN LOMBO DELGADO
Redacción política