Pensó que tenía síntomas de un resfriado permanente y era cáncer de ganglio linfático

hace 3 meses 20

Un profesor universitario, de 57 años de edad y maratonista, decidió compartir la historia que le cambió la vida. Anson Mackay, geógrafo y profesor emérito del University College de Londres, se llevó una gran sorpresa luego de enterarse de que, tras varias semanas con los que creía eran síntomas de resfriado permanente, su condición médica era totalmente diferente.

Anson Mackay contó su historia de vida, pues por un gran tiempo se enfrentó a síntomas que parecían ser los de un resfriado, hasta que decidió contactarse con su médico de cabecera, quien tras una serie de exámenes especializados descubrió que tenía un cáncer linfático.

Profesor con cáncer linfático

El profesor ha mantenido su estilo de vida. Foto:Instagram @ansonmackay

El catedrático pensó que la inflamación de sus ganglios linfáticos se debía a una infección por bacterias y virus, por lo que relacionó sus persistentes síntomas con un resfriado permanente.

“Primero sospeché que algo andaba mal cuando algunas glándulas inflamadas en mi cuello no bajaron después de tener un poco de resfriado hacia fines de diciembre de 2019”, explicó el hombre al medio británico ‘Mail Online’.

Luego de varias semanas con la sintomatología, acudió a su médico de cabecera, donde le proporcionaron un formulario, donde especificó lo ocurrido en las últimas semanas, por lo que fue remitido a un especialista de oídos, nariz y garganta.

Una vez en manos del médico especializado, fue sometido a varios exámenes donde pudieron determinar que los síntomas presentados eran de un cáncer en los ganglios linfáticos.

Luego, le realizaron un TAC donde determinaron que tenía un carcinoma de células escamosas en la amígdala derecha, un tipo de cáncer provocado por el virus del papiloma humano.

Profesor con cáncer linfático

El profesor ha mantenido su estilo de vida. Foto:Instagram @ansonmackay

Debido a esto, fue sometido a un tratamiento intensivo de radioterapia y tras varias semanas y procedimientos celebró “no quedaban pruebas de enfermedad”; sin embargo, debido a la falta de atención inicial, que confundió con los síntomas de una gripa, varios meses después determinaron que el cáncer se había propagado.

Los expertos determinaron que el cáncer linfático de Anson Mackay era estado 4 y se había extendido a los pulmones, y a otras partes del cuerpo. Debido a esto, en los últimos años, se ha sometido a tratamientos de inmunoterapia, que ha logrado detener el crecimiento de las células cancerígenas.

"En otras ocasiones, mi saliva era, y sigue siendo, tan espesa que ni siquiera puedo escupirla. No podía masticar ningún alimento en absoluto, y solo podía tolerar alimentos líquidos como la sopa", explicó el afectado en una publicación compartida en su blog personal, ‘ansmackay.wixsite.com’.

Profesor con cáncer linfático

El profesor ha mantenido su estilo de vida. Foto:Instagram @ansonmackay

El catedrático explica que ha logrado recuperarse de manera casi exitosa, algunas secuelas aún persiste. “Mi boca y mi lengua están constantemente secas, por lo que comer y hablar se ha convertido en un problema”, agrega.

Asimismo, ha sufrido graves episodios de fatiga, pérdida de peso y sensibilidad en el cuello. Los tratamientos que por años se ha realizado no han mostrado ningún cambio y su cáncer en etapa 4 continúa siendo monitoreado.

El cáncer linfático

La Clínica Mayo menciona que el cáncer linfático, conocido popularmente como linfoma, dice que este tipo de cáncer afecta al sistema linfático, que forma parte del sistema inmunitario del cuerpo que combate los gérmenes y las enfermedades. “El linfoma comienza cuando las células sanas del sistema linfático cambian y se reproducen sin control”, dice la entidad especializada en salud.

Además, especifica que este tipo de cáncer afecta los ganglios linfáticos, que están en todo el cuerpo. Algunos de los más conocidos se encuentran en el abdomen, la ingle, la pelvis, el pecho, las axilas y el cuello, además, del bazo, el timo, las amígdalas y la médula ósea.

ALEJANDRA HERNÁNDEZ TORRES

REDACCIÓN ALCANCE DIGITAL

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