En el Morgan Library and Museum, un museo ubicado en la ciudad de Nueva York, dentro del estado homónimo en Estados Unidos, un empleado descubrió una partitura que aparentemente fue escrita por el afamado músico Frédéric Chopin entre los años 1830 y 1835, y había permanecido casi 200 años oculta en una bóveda.
Conforme a los criterios de
La historia de la humanidad es tan amplia que en ocasiones a los especialistas se les escapan ciertos detalles que resurgen años después con una importancia invaluable. De esa manera fue que el curador Robinson McClellan halló en una bóveda del Morgan Library and Museum una pieza musical compuesta por el histórico músico franco-polaco mientras catalogaba nuevas colecciones, según indicó en diálogo con BBC.
En un principio, McClellan no estaba seguro sobre la veracidad de la autoría de la pieza musical, por lo que decidió fotografiarla y tocarla por su cuenta en un piano de su hogar. Luego, trabajó en conjunto con un experto en Chopin de la Universidad de Pensilvania para autenticar la obra, que no estaba firmada por el compositor, pero la caligrafía coincide exactamente con la suya, incluyendo su característica clave de fa y sus garabatos.
"De lo que estamos más seguros es de que está escrito de puño y letra por Chopin, en un papel que él mismo escribió con su propia mano", sostuvo en diálogo con el medio anteriormente mencionado. En esa línea, McClellan indicó que no es del todo seguro que se trate de música que él compuso, pero luego agregó que está "98 por ciento seguro, y mucha gente que lo ha escuchado ya siente en sus entrañas que suena a Chopin".
La pieza de Chopin encontrada casi 200 años después
Respecto al sonido de la pieza, el curador puntualizó en el toque característico del compositor. "Hay aspectos atípicos de la música, el tipo de apertura tormentosa es un poco sorprendente pero no totalmente fuera de lugar. Y luego para mí la melodía es realmente donde se siente esa calidad de Chopin", aseguró.
Luego de grabar una parte del vals para el medio The New York Times, que fue el primero en comunicar la noticia, el pianista chino Lang Lang analizó su sonido. "Suena muy parecido a Chopin, con una oscuridad muy dramática que se transforma en algo positivo. Es hermoso", subrayó.