No hubo milagro en el Bernabéu. Y no lo hubo porque Real Madrid nunca estuvo cerca de conseguirlo. Ni la mística, ni el fútbol para remontar un 3-0 contra un Arsenal que se le plantó bien y que ahora celebra, merecidamente, el paso a la semifinal de la Liga de Campeones.
Algo ha pasado con el fútbol del Real Madrid en los últimos meses. Las piezas no encajan. Las individualidades no alcanzan. La suerte tampoco parece estar de su lado, más allá de algunos momentos puntuales del partido.
Arsenal erró un penalti que alcanzó a ilusionar al Real Madrid
Por ejemplo, antes de los 10 minutos, el VAR llamó al árbitro central del partido, el francés Francois Letexier, a revisar un agarrón de Raúl Asencio a Mikel Merino. Penalti cantado para el Arsenal.
Bukayo Saka se paró frente al balón y quiso picarle la pelota al arquero, pero Thibaut Courtois le adivinó la intención y paró el cobro y logró evitar un daño mayor para el Real Madrid.
No faltó la polémica arbitral. Letexier pitó un penalti para el local por un supuesto agarrón a Mbappé de parte de Declan Rice, el héroe de la ida, el que marcó dos goles de tiro libre.
Hubo varios minutos de deliberación en la sala del videoarbitraje: buscaron un fuera de juego y, finalmente, llamaron al central para que viera de nuevo la jugada. Hubo consenso: no fue falta.
Arsenal selló su superioridad con dos goles más
Saka se tomó revancha del penalti errado y él mismo comenzó y terminó la jugada con la que el Arsenal le aumentó la ventaja al Madrid, en una serie de toques que acabó en un exquisito pase de Merino para que el atacante anotara el 0-1.
Los fantasmas de tantos y tantos fracasos europeos del Arsenal se asomaron por el Bernabéu dos minutos después del tanto de Saka, a los 67: Vinicius Junior le robó una pelota a Saliba y la mandó a guardar. Pero fue, de verdad, el único momento en que parecía volver el espíritu de la remontada. Nunca más sufrieron los ingleses.
De hecho, tuvieron la oportunidad de hacer un gol más, y el brasileño Gabriel Martinelli, en un extraordinario contraataque, anotó el 1-2, a los 90+3.
Arsenal se dio el lujo de hacer cambios en el tiempo de reposición para que varias de sus figuras fueran ovacionadas por sus propios compañeros y Real Madrid selló una dura eliminación, que puede significar el final de una era, la del italiano Carlo Ancelotti. El campeón de Europa entregó su trono.
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